Contradicciones en el Ejecutivo con respecto al tabaco. El Ministerio de Hacienda no prevé aumentar los impuestos ni las sanciones por el consumo de tabaco en España. No obstante, el Ministerio de Sanidad habla de los riesgos para los fumadores frente a la COVID-19. También, de la elaboración del Plan Integral de Reducción del Tabaquismo y de que no hay que relajarse en esa lucha.
Hacienda, sin embargo, trabaja en la actualización de la Ley de Ordenación del Mercado de Tabacos y Normativa Tributaria, que tiene 20 años. La noticia surge en un momento en el que la industria tabacalera, de acuerdo con la Asociación Empresarial del Tabaco, presenta un descenso de -5,87% en las ventas de cigarrillos hasta abril de 2020. También, de -5,16% en las de cigarros.
El Plan Nacional sobre Drogas dice que más de 50.000 personas mueren anualmente en España por el consumo de tabaco. Más que los fallecidos, por cierto, por el nuevo coronavirus COVID-19. Para este 7 de julio, el Ministerio de Sanidad informó de 28.392 muertes y 252.130 casos diagnosticados.
Aunque no se ha especificado qué aspectos de la ley se van a modificar, la normativa vigente regula aspectos como la liberación de los mercados del tabaco y la importación y distribución al por mayor. También, el régimen jurídico de la fabricación, el comercio al por menor y la actividad promocional y de publicidad.
No obstante, mencionan que Salvador Illa, ministro de Sanidad, dijo en su primera presentación ante la Comisión de Sanidad del Senado: “La lucha contra el tabaquismo debe ser una absoluta prioridad para el conjunto de la sociedad”.
Por esa razón, se creó el Plan Integral de Reducción del Tabaquismo. El plan servirá para abordar el cumplimiento de la legislación actual. A su vez, comprende otros aspectos:
- La modificación de la ley para ampliar los espacios libres de humo;
- la equiparación de la regulación de las nuevas formas de fumar a la del tabaco;
- el análisis del empaquetado neutro;
- la ampliación de la fiscalidad del tabaco.
Cambio16 informó en febrero de este año que Illa se reunió con 11 entidades, entre ellas, el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo, y sociedades científicas como la de Cardiología. En esa reunión no solo abordó el adelanto de medidas de endurecimiento a través de la ley antitabaco. También el que se iba a seguir trabajando en medidas como la que entraron en vigor el 1 de enero.
En esta se aprobó el financiamiento de dos medicamentos para personas con problemas de adicción al tabaco. «Las nuevas formas de consumo de tabaco también son objeto de regulación porque la evidencia científica ha demostrado que no son saludables. «No hay que relajarse y no lo vamos a hacer», afirmó.
Cifras buenas y no tan buenas sobre el consumo de tabaco
La Organización Mundial de la Salud informó en diciembre de 2019 que por primera vez había disminuido el número de hombres que fumaba tabaco en todo el mundo. A su juicio, ese indicador es una buena noticia, pues había habido un aumento constante del número de hombres fumadores. Asimismo, dijeron que ha valido la pena el esfuerzo que los gobiernos han hecho para controlar el consumo: sirve para salvar vidas.
De acuerdo con la tercera edición del informe mundial del organismo acerca de las tendencias de la prevalencia del consumo de tabaco en 2000-2025, durante casi las 2 últimas décadas el número de consumidores cayó en casi 60.000 personas. Es decir, de 1.397 millones en el año 2000 a 1.337 millones en 2018.
En el caso de los hombres, sin embargo, había habido un aumento de 40.000.000 para el mismo periodo. Había pasado de 1.050.000 millones en 2000 a 1.093.000 millones en 2018 (representaba el 82% de los 1.337.000 millones de consumidores en 2018).
No obstante, se espera que disminuya en más de 1.000.000 en 2020 (en comparación con 2018), y en 5.000.000 para 2025.
“Cada año, más de 8 millones mueren a causa del consumo del tabaco. Más de 7 millones de esas muertes se deben al consumo directo. Mientras tanto, alrededor de 1,2 millones se deben a la exposición de no fumadores del humo ajeno”, aseguró.
Por otra parte, el Plan Nacional sobre Drogas, de España, indica que, partiendo de la OMS, el tabaco es la primera causa evitable de enfermedad, invalidez y muerte prematura en el mundo. En Europa mata a 1,2 millones de personas cada año y en España, a más de 50.000.
“Está directamente relacionado con la aparición de 29 enfermedades (de las cuales, 10 son diferentes tipos de cáncer). Es la principal causa de buena parte de las muertes (más del 95%) por cáncer del pulmón y más del 50% de las enfermedades cardiovasculares”, agregó.
El consumo de tabaco y la COVID-19
En estos tiempos de la COVID-19, la Comisión de Salud Pública del Sistema Nacional de Salud indicó que, además de los daños a la salud, la manipulación de la mascarilla y el contacto de los dedos con la boca tras tocar los cigarrillos podrían ser transmisores del coronavirus.
El ente —informó el Ministerio de Sanidad en una nota de prensa— aprobó por consenso el “Posicionamiento en relación con el consumo de tabaco y relacionados durante la pandemia por la COVID-19”.
El documento agregó —continúa el comunicado— que hay otros riesgos que están vinculados con el acto de fumar y vapear. Dicho acto podría conducir a la expulsión de gotitas respiratorias. Estas pueden contener carga viral y ser sumamente contagiosas. Aunado a ello está la relajación del distanciamiento social, una medida que es esencial para evitar más contagios pese al desconfinamiento.
El documento también hizo referencia a las pipas de agua, cuyo uso compartido estaba prohibido en las fases 1, 2 y 3 del Plan para la Transición hacia una Nueva Normalidad.
«En cuanto a la relación entre fumar y la progresión de la COVID-19, la evidencia actual nos indica que fumar se asocia con su progresión negativa y con resultados adversos».
En esta misma línea, el texto informa de que la OMS advierte de que ‘hay una creciente evidencia de que el consumo de cigarrillos electrónicos produce efectos secundarios en los pulmones, corazón y vasos sanguíneos. Ello podría aumentar el riesgo de complicaciones severas por la COVID-19″, agregó.
-5,87% de ventas menos de cigarrillos y -5,16%, de cigarros
La asociación Adelta, que dice emplear a 50.000 personas en el país, apuntó que para el 31 de diciembre de 2019 —de acuerdo con sus informes de ventas por provincia— hubo un incremento de 0,53% en la venta de cajetillas de cigarrillos en 2019 con respecto a 2018.
Así, el año pasado vendieron 2.242.955.171 cajetillas de cigarrillos de 20 unidades, mientras que en 2018 fueron 2.231.204.734 cajetillas. Madrid, Barcelona, Girona, Alicante y Valencia son las zonas donde más se vendió.
En el caso de los cigarros, (igualmente para el mismo periodo y por provincia) hubo un descenso en las ventas de -2,95%.
No obstante, para el acumulado de abril de este año, también hay una disminución de -5,87% en las ventas con respecto al mismo periodo de 2019. De este modo, se vendieron 649.596.286 cajetillas de 20 unidades, cuando el año pasado fueron 690.119.194 cajetillas.
Con respecto a las ventas acumuladas de cigarros, estas cayeron -5,16%.
Se calcula que las muertes en España por el consumo de tabaco son más que las de por accidente de tránsito y el consumo de drogas ilegales juntas.
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