Llegó la hora de la verdad para la selección, y esta tiene que mostrar sus credenciales ante Inglaterra en la Liga de Naciones. Hasta ahora, la revolución de Luis Enrique se ha dejado ver en la prohibición de móviles, los madrugones o el fin de la comida basura.
A partir de este momento hay que despejar las dudas: De Gea en la portería, Llorente en el lateral izquierdo y quien se sitúe al lado de Ramos no lo va a tener fácil para llegar al juego asociativo que desarrollaba Piqué. Es posible que sigamos con el síndrome del juego en profundidad, pero ya vamos a empezar a notar otro tipo de sensaciones.
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