Resulta común que en tiempos electorales se manipule a los votantes, sobre todo desde las redes sociales con noticias falsas o fake news. Se aprovecha el poder de penetración que estas herramientas de comunicación poseen sobre la población digitalmente activa.
Según un estudio reciente realizado por la Universidad de Oxford, se ha determinado que en una buena parte de los casos donde se ejerció influencia hacia el electorado, los responsables directos fueron los propios partidos políticos.
Pero lo destacado del estudio es que la manipulación sobre la población electoral se realiza —en muchos caso— con ayuda de las llamadas fake news, o noticias falsas; una práctica perjudicial muy habitual en nuestros días.
Los partidos políticos difunden noticias sensacionalistas y alimentan la desinformación durante los períodos electorales. En Europa, muchos partidos han aprendido de las estrategias implementadas durante el Brexit y las elecciones presidenciales de Estados Unidos, para manipular al electorado.
Could Nigel Farage end up rescuing – or even owning – the Tory Party? https://t.co/l4Xk70XfF2
— Robert Peston (@Peston) May 16, 2019
Pero más en el presente, donde la tecnología que siempre ha estado al servicio de la información y la comunicación. Ahora se encuentra con la mesa tendida para influenciar a los votantes, con ayuda de las redes sociales.
Precisamente, el procesamiento de información con el soporte de las tecnologías de la información y la comunicación, las llamadas Tic’s, y su posterior divulgación a través de las redes sociales, se ha convertido en un terreno fértil para falsear la verdad.
En las pasadas elecciones generales del 28 de abril, medios de comunicación y partidos políticos se concentraron en combatir las fake news. Sin embargo, estos últimos son los principales promotores.
Un equipo de más de 100 policías, fueron habilitados para rastrear Internet. Debían buscar y neutralizar rumores, noticias falsas y ciberataques, durante la campaña electoral.
Información malintencionada
El uso de información manipulada para influir sobre los electores es práctica antigua. Es un recurso heredado de viejas prácticas de mercadotecnia. Sin embargo, la aparición de las fake news cobra relevancia sobre el territorio de la contienda política.
Las redes sociales son el instrumento por excelencia del presente para infiltrase en la conciencia del electorado. Lo seducen, lo hipnotizan, le lavan el cerebro e inclinan su voluntad electoral hacia una tendencia en particular.
⛔ BULO de @rtve. "De Gispert comparte un falso tuit que llama cerdos a los políticos de la oposición".
❌ FALSO: Lo ha borrado como relata la noticia, pero era verdadero, existía.https://t.co/Z5fsRoDrEk pic.twitter.com/owK7zFM6Gd
— Bendita Cultura (@BenditaCul) May 2, 2019
Igualmente, las redes sociales son poderosas herramientas de mercadeo. Nos venden productos, bienes, servicios, nos cambian los hábitos y hasta la forma de pensar. Nos atrapan y aprovechan su cualidad adictiva para ejercer su poder digital.
En este sentido, las campañas de desinformación inundan las redes, llegan a los usuarios y generan una gran confusión. Su objetivo, polarizar y manipular a los votantes.
Por otro lado, recursos que tradicionalmente se utilizaban para publicidad legítima, hoy se destinan a alimentar una industria creciente. Son los laboratorios que generan cuentas falsas, por vía de las plataformas sociales digitales, el correo electrónico y los chats personales.
España es el país con más noticias falsas
En un informe divulgado por Alex Rayon, conferencista del Big Data y catedrático de la Universidad de Deusto, se indica que España es el país de Europa donde más se difunden y más se consumen las noticias falsas. Además, España es uno de los países europeos donde más se utilizan las redes sociales y poseen mayor penetración.
Adicionalmente, España es un país donde la información falsa se maneja de forma muy polarizada, por lo que es más fácil mover las matrices públicas de un espectro a otro, incluso se viralizan con más facilidad que en otros países.
Control vs censura
Ejercer control sobre la información que se publica en Internet es un tema espinoso, pues los defensores de la libertad de expresión y el derecho a la información saltan en defensa de la libre circulación de información.
Pero la necesidad de regular la forma como la información es ofrecida a través de la súper autopista de la información se hace cada día más necesaria, sobre todo en cuanto a la posibilidad de poder confirmar si una información es cierta o falsa.
En este sentido, las redes sociales están tomando cartas en el asunto. Twitter, por ejemplo, acaba de incorporar funciones para que los usuarios podamos denunciar fake news, dirigidas a influenciar sobre los votantes; una opción habilitada para los usuarios en Europa e India, a propósito de estar en tiempo electorales. Dicha función posteriormente sería ampliada al resto del mundo.
“Cualquier intento de socavar el proceso de registro para votar o participar en el proceso electoral es contrario a los valores fundamentales de nuestra compañía”, dijo el equipo de seguridad de Twitter, en una publicación en línea.
Tweets han sido utilizados —por ejemplo— para engañar a los votantes, brindando información falsa sobre días y horas erróneos para asistir a los centros electorales.
Twitter agrega función para reportar “fake news” en procesos electorales https://t.co/LY9A7Awh4b pic.twitter.com/SdDretOpYs
— Clases de Periodismo (@cdperiodismo) April 24, 2019
Algoritmos inteligentes
Igualmente, Facebook, YouTube y Google vienen trabajando para mantener y conservar su credibilidad, haciendo cambios en sus algoritmos, y con ayuda de la inteligencia artificial, poder detectar noticias falsas en las redes sociales.
Un algoritmo empezó a jugar con imágenes de Obama, y ahí nació la propaganda del futuro: los vídeos manipulados que intentarán alterar (aún más) la realidad.
Deep fake: así será la evolución más temible de las fake news. pic.twitter.com/ltlYbu7Ont
— PAPEL (@Papel_EM) May 8, 2019
Los nuevos algoritmos también son capaces de detectar —por ejemplo— qué personas tienen lazos de amistad más fuertes, así como también identificar a los usuarios maliciosos en las redes sociales.
Cabe recordar que en el año 2016, la red social de Mark Zuckerberg se vio envuelta en un escándalo, debido a que la credibilidad de Facebook había quedado comprometida, por culpa de a las noticias falsas.
En el caso de Google, se ha eliminado la monetización de contenido «inapropiado e incendiario», buscando desalentar a quienes suben vídeos para lucrar. Sin embargo, los vídeos permanecen en la plataforma, pero menos usuarios hace dinero con ellos.
https://twitter.com/maestroviejoes/status/1126517637603823616
En este mismo orden de ideas, en 2017 Facebook y otras 20 tecnológicas invirtieron 14 millones de dólares en una iniciativa para combatir las noticias falsas.
De allí la importancia que ha adquirido el tema sobre el manejo de información en Internet, así como su regulación, supervisión, y el control sobre la forma cómo se presentan las noticias ante las audiencias digitales.
Precisamente, como contramedida, en varios países democráticos se han introducido cambios en la legislación, con el fin de combatir las noticias falsas en Internet. Sin embargo, esto no ha logrado frenar su crecimiento.
Combatiendo a un enemigo
En todo caso, las noticias falsas tienen un enemigo poderoso: el sentido común. Debido al auge que ha adquirido esta práctica insana de desinformar y falsear la verdad con propósitos turbios, en la actualidad se cuenta con mucha orientación sobre el tema.
Así como en Internet han proliferado las fake news, también lo han hecho las herramientas para detectarlas, al igual que instructivos sobre cómo proceder en caso de sospechas de una información en particular, a fin de poder verificar su autenticidad.
Qué hacer frente a una noticia falsa
- Lo primero es confirmar la fuente que generó la información; por ejemplo, verificar que la cuenta de red social es real, si la tipografía corresponde, si su identificación gráfica es la correcta, o si el lenguaje es el habitual.
- No rebotar a otros usuarios todo lo que llega a nuestra bandeja de entrada, sin verificarlo antes.
- No reenviar todo lo que recibimos sin confirmarlo primero.
- Para verificar una información, es recomendable investigar por Internet sobre el tema, a fin de comparar la cobertura de esa información, por vía de los diferentes medios de difusión.
- Cuando casi no se consiga información sobre un tema en particular, abordado en una noticia que se recibe, probablemente se trate de una noticia falsa.
- Si una información no es posible confirmarla, por favor, no la rebote.
- Con el tiempo se irá desarrollando el olfato para detectar cuándo una noticiosa huele mal, es sospechosa, o enciende las alarmas; sobre todo si esa información que se recibe por las redes sociales, el correo o el chat, no posee sustento o respaldo de otros medios de difusión.
Recuerde, el sentido común es uno de sus mejores aliados contra las fake news.
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