Líderes mundiales se hacen presente en la ciudad costera Sharm el Sheij en Egipto, para participar en la cumbre climática. Antonio Guterres, secretario general de la ONU los exhortó en la COP27 a no utilizar la guerra en Ucrania y otras adversidades como “excusas” para alejarse del objetivo fijado en el Acuerdo de París. Mientras discurren los diagnósticos, se establecen políticas y se aprueban financiamientos, el riesgo, la amenaza y el daño real están entre nosotros.
En las primeras horas de la cita mundial por el clima desfilaron algunos presidentes y jefes de estado. Unos con propuestas para aquietar la crisis climática y otros, ajenos al tema y despojados de compromisos con el medio ambiente, se acercaron para hacer lobby político.
Guterres insistió sobre las calamidades que se avecinan en un tono de severidad y lamento.“Estamos en una autopista al infierno climático con el pie en el acelerador”. Asimismo el diplomático reclamó a los mayores emisores de gases de efecto invernadero un “pacto de solidaridad climática” de forma que ayuden a las economías emergentes a aligerar “su propia transición hacia las energías renovables». Y que pongan fin a la “dependencia de los combustibles fósiles».
Señaló delante de los líderes mundiales que «las dos economías más grandes, Estados Unidos y China, tienen una responsabilidad particular de unir esfuerzos para hacer realidad este pacto».
Se espera que en las dos semanas de la cumbre puedan salir resultados en esta materia. En el primer día de la Conferencia, los participantes pactaron discusiones formales sobre la compensación financiera a los territorios con menos recursos económicos, que asumen los altos costos ambientales. Incluso cuando en muchos casos son los menos contaminantes.
Guterres en la COP27: sin excusas para combatir la crisis
A pesar de décadas de conversaciones sobre el clima, el progreso ha sido insuficiente para salvar al planeta del calentamiento excesivo, insistió el secretario de la ONU. Todavía hay países demasiado lentos o reacios a actuar, dijo Guterres en la COP27.
La cumbre se desarrolla bajo el lema “juntos por la implementación”. Sus organizadores Invitan a pasar a acciones concretas, luego de promesas aún no cumplidas, retrasos en la financiación de proyectos de energía limpia y después de que la COP26, en Glasgow, certificara que el mundo se encuentra en una década crítica. «La humanidad tiene una opción: cooperar o perecer», dijo.
En la reunión plenaria, el presidente del gobierno de España destacó que la situación energética no puede servir para «postergar» la acción climática. Por el contrario, indicó Pedro Sánchez, debería ser «una motivación adicional para acelerar la transición ecológica». Tal como lo está haciendo la Unión Europea, reseñó EfeVerde.
El jefe del Ejecutivo anunció que España aportará 20 millones adicionales al Fondo de Adaptación. E impulsará con 5 millones de euros la puesta en marcha de la Alianza Internacional para la Resiliencia a la Sequía, promovida conjuntamente con Senegal.
Asimismo, participó en el acto del ‘Green Shipping Challenge’, convocado por el enviado especial para el clima de Estados Unidos, John Kerry, y el primer ministro de Noruega, Jonas Garhr Store.
La iniciativa tiene como objetivo movilizar al sector del transporte marítimo en la senda de la mitigación de emisión de gases para alinearse con el objetivo de limitar el aumento de la temperatura global a 1,5ºC. En este sentido, el Gobierno de España y la multinacional Maersk firmaron un protocolo de colaboración para implementar la producción a gran escala de combustibles de emisiones cero para sus barcos.
EAU, proveedor responsable de gas y petróleo
El presidente francés, Emmanuel Macron, prometió -en respuesta al planteamiento de Antonio Guterres en la COP27- que «no vamos a sacrificar nuestros compromisos climáticos por la amenaza de la guerra en Ucrania». Hizo referencia directa a una de las grandes preocupaciones climáticas: que la crisis energética agudizada por la invasión rusa retrase la implementación de medidas urgentes para combatir el cambio climático.
«Como hay otras prioridades, pensamos que el clima puede esperar, pero no. La urgencia climática ya está aquí, no tenemos que esperar a mañana. Nuestra obligación es seguir actuando para la mitigación y la adaptación a pesar de que haya vuelto a haber una guerra en suelo europeo», insistió el presidente galo.
Además, Macron aseguró que Francia mantiene sus ideas de reducir emisiones al 50% para 2025 y respaldar a naciones emergentes. Para ello, pidió «apoyar con 100.000 millones de dólares a los países más pobres para luchar contra la crisis climática». Una movilización de recursos que, según el mandatario, es realizable, tal como lo demostró la pandemia.
Manifestó que se necesita un «shock» financiero para apoyar la lucha contra el cambio climático a los países en vías de desarrollo, que al mismo tiempo son los más vulnerables a sus efectos. Alegó que hay que «movilizar» niveles de «financiación excepcional privada y pública» y cambiar las «reglas» con las que las economías de esas naciones acceden a liquidez.
En otro tono, el presidente de Emiratos Árabes Unidos, Mohamed bin Zayed al Nahyan, se ofreció a ser proveedor «responsable» de gas y petróleo en caso de que “el mundo lo necesite”. Aseguró que los combustibles fósiles de su país son de “los menos intensivos en carbono del mundo» y que el sector seguirá tratando de reducir sus emisiones.
Colonialismo de combustibles fósiles
Otro de los participantes en la ronda inicial de la cumbre climática en Egipto, fue el exvicepresidente de Estados Unidos, Al Gore. Señaló que actualmente los líderes mundiales tienen un problema de credibilidad en lo que respecta al cambio climático.
Criticó la búsqueda continua de recursos de gas en África por parte de las naciones desarrolladas. Proceso que describió como «colonialismo de combustibles fósiles».
El político ambientalista empleó un discurso metafórico como Antonio Guterres en su intervención en la COP27. Al Gore consideró que «debemos ver la llamada ‘carrera por la gasolina’ por lo que realmente es. Una carrera por un puente hacia ninguna parte, dejando a los países del mundo enfrentando el caos climático. Y miles de millones en activos varados, especialmente aquí en África», sostuvo según France24.
También resaltó que el mundo seguiría con la “cultura de la muerte” si continúa extrayendo combustibles fósiles. Tras citar situaciones extremas como las grandes inundaciones en Pakistán, las olas de calor en Europa y las «bombas de lluvia» en China. Así como un millón de desplazados en Nigeria por desastres climáticos.
«Las áreas actuales del mundo que los médicos consideran inhabitables son pequeñas hoy en día, pero se expandirán», afirmó.
Entretanto, los grupos ecologistas afirman que la cumbre ha sido “pobre”. Al obviarse en la agenda las compensaciones y la financiación para la adaptación al cambio climático de los países más afectados.
La Red de Acción Climática, Greenpeace y Power Shift África dijeron que no se ha establecido un mecanismo concreto para su financiación. A pesar de que en la agenda de la COP27 se ha incluido el asunto de las pérdidas y daños causados por el calentamiento global,