Por Cambio16 / Efe
22/04/2016
Con la sensación generalizada de que la posibilidad de un acuerdo de gobierno es cada vez más remota, los partidos aguardan la tercera y última ronda del Rey con los líderes políticos de la próxima semana en la que, todo indica, se ratificará el fracaso de la legislatura y la convocatoria de nuevas elecciones. El propio ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos, se ha tronchado de risa este viernes cuando su homólogo holandés, Jeroen Dijsselbloem, durante la reunión del Eurogrupo, le ha preguntado por la opción de la gran coalición entre la derecha y la izquierda que defienden los populares.
Guindos ha reconocido que España se encamina a elecciones y que, aunque cree que habrá un resultado similar a los anteriores comicios, espera que se imponga el «sentido común» para formar un Gobierno que haga frente a los «problemas». Pero en una conversación informal con Dijsselbloem, que ha sido captada por los micrófonos, De Guindos se ha mostrado convencido de que «no hay margen» para lograr un consenso entre los partidos que evite una nueva convocatoria electoral.
Mientras tanto, todos los partidos han rechazado la propuesta lanzada por el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, de un presidente «independiente» que pueda aglutinar el apoyo parlamentario. De esta opinión es la presidenta andaluza, Susana Díaz, que ha dejado claro que no le han gustado nunca «las salidas a lo Monti» y prefiere que sean los ciudadanos quienes elijan a sus representantes «a través del voto» y que «nadie decida por ellos».
Contra la «tecnocracia»
Al igual que dijo ayer el líder del PSOE, Pedro Sánchez, la secretaria general del grupo socialista, Isabel Rodríguez, ha apostado por una política basada en «las ideas y los compromisos» y no en la «tecnocracia». «Sería casi privar a los ciudadanos de las elecciones de sus gobiernos y alejarnos de un marco democrático», ha alertado.
Las críticas a Rivera han llegado también por parte del portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, que ha avisado que España «no necesita ningún caudillo disfrazado de candidato independiente, lo diga Rivera o lo diga quien sea». Hernando ha calificado de «lamentable» que un dirigente de la «nueva política» plantee que la solución para España sea «un presidente que no haya pasado por las urnas» porque ello implica un «desprecio al conjunto de los ciudadanos» y «a todas las personas que han ido a votar».
Se ha defendido de los reproches el propio Rivera, que considera «normal» que los líderes del PP y PSOE no quieran dar un paso atrás. En una entrevista en Telemadrid, el líder de Ciudadanos, ha insistido en que su propuesta es una «solución excepcional» ante el «no» del PP a sumarse al acuerdo «reformista» firmado por su partido y el PSOE. España -ha reconocido- está abocada a elecciones, si los populares «no bajan a negociar» y Podemos se mantiene «en sus trece».
El calendario
Más allá de los reproches a uno y otro lado de la bancada y ante la inminencia del desenlace final de la legislatura, el Congreso y el Gobierno preparan ya el decreto de disolución de las Cortes y de convocatoria de elecciones generales. Por primera vez en democracia y si no hay un acuerdo político de última hora que permita investir a un presidente del Gobierno en la próxima semana, el Rey disolverá las Cortes el próximo 2 de mayo y convocará las elecciones generales, con la firma de un decreto ley que será publicado al día siguiente en el BOE.
El decreto fijará la fecha de los comicios para el próximo 26 de junio así como el día de la constitución del nuevo Congreso y Senado que salgan de las urnas que, según fuentes parlamentarias, podría demorarse hasta la semana del 20 de julio.
Fuentes del Ejecutivo han confirmado que el único cometido del Gobierno en este proceso es la actualización del reparto de escaños de cada una de las circunscripciones electorales en función de la población censada. Esta labor ya ha comenzado, según las fuentes, y su objetivo es reflejar si se ha producido alguna variación en la población desde el 20 de diciembre, cuando tuvieron lugar los anteriores comicios.
Con este calendario electoral, la sesión de investidura podría celebrarse, como muy pronto en la última semana de julio, en caso de que las urnas arrojen una mayoría parlamentaria que permita la elección inmediata de un presidente del Gobierno.