Ensimismados con el tema del coronavirus es posible que las alergias de la primavera, apunto de comenzar, pasen a un segundo lugar. Pero seguramente, los árboles floridos, la dispersión del polen y las alergias, lo recuerden.
La congestión nasal y los estornudos suelen ir de la mano en las primeras manifestaciones del cambio estacional. En los días de este primer verdor pueden observarse muchas afectaciones en las personas.
La Sociedad Catalana de Alergia e Inmunología Clínica elaboró una suerte de guía para identificar las características de las alergias primaverales, sobre todo al polen, y poder diferenciarlas de los síntomas del síndrome respiratorio agudo severo causado por el coronavirus. Aunque pueden resultar similares.
Tens al·lèrgia a penicil·lines o als antiinflamatoris comuns? en el següent enllaç trobaràs uns consells específics per aquestes malalties https://t.co/CGL42GBkbD @CAFDrugAllergy pic.twitter.com/2GkavBRIO2
— SCAIC (@scaic_cat) March 11, 2020
Las enfermedades alérgicas en España afectan a un 30% de la población, casi 16 millones de personas. Y son las gramíneas, el plátano de sombra y el olivo los que más inciden en 8 millones de alérgicos al polen en los meses de abril, mayo y junio.
Guía para diferenciar la alergia del coronavirus
En estas semanas de confinamiento y de contención del coronavirus se van a presentar los síntomas del COVID-19 y de las alergias. De ahí la importancia de reconocer las similitudes y diferencias entre ambas.
Los principales síntomas en una infección por coronavirus son fiebre (88,7-91,7% de los pacientes), tos seca (67,8-75%), que puede llegar a irritar la faringe y ocasionar faringitis. Además de cansancio (75%) y dificultad para respirar, a veces acompañada de sensación de opresión torácica. Los síntomas gastrointestinales, aunque no son tan frecuentes, pueden aparecer.
En el caso de que los síntomas respiratorios sean ocasionados por patología alérgica, raramente aparece fiebre ni síntomas gastrointestinales. Predominarán la mucosidad y la congestión nasal, mucho menos frecuentes en el caso del COVID-19. Los pacientes alérgicos al polen, especialmente al de la parietaria, pueden tener prurito (no dolor) en el paladar o en la garganta.
¿Alérgicos y asmáticos con mayores cuidados?
Las principales enfermedades asociadas al coronavirus parece que serían la hipertensión arterial (30%) y la diabetes mellitus (12,1%). Así como las enfermedades cardiovasculares o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (en menor frecuencia 1,4%). De momento no se ha demostrado que las enfermedades alérgicas y el asma sean factores de riesgo para padecer la infección por SARS-CoV.
El ministro de @sanidadgob advierte de que llegan los días más duros, en los que veremos un incremento de casos, acercándonos al pico. La tarea colectiva es alcanzar ese pico, doblegarlo y vencerlo. Cuando lo venzamos habremos alcanzado la victoria. #EsteVirusLoParamosUnidos pic.twitter.com/q0p65DZCst
— La Moncloa (@desdelamoncloa) March 19, 2020
Durante el brote de SARS en Singapur o Hong Kong no se observó un aumento de las reagudizaciones de asma. Esto se atribuyó a los cambios en el estilo de vida de las personas asmáticas: cierre de escuelas, medidas de prevención, uso de mascarillas, etc.
Ahora bien, como las infecciones respiratorias, especialmente las víricas, pueden ser desencadenantes de crisis de asma se deben extremar las medidas de prevención. Es muy importante no descuidar el tratamiento antiasmático de base para que el asma esté bien controlada.
La Scaic advirtió que si bien la mayoría de virus, incluyendo algunos tipos de coronavirus, frenan su actividad cuando las temperaturas aumentan, en el caso del COVID-19 no se tienen aún evidencias de este hecho. En países como Singapur se han registrado casos aunque hubo temperatura y humedad altas.
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