Como el momento más significativo de la lucha por la igualdad de derechos en los Estados Unidos desde la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo han calificado grupos LGBT+ la decisión del Tribunal Supremo de proteger los derechos de los homosexuales, lesbianas, bisexuales y transexuales en el lugar de trabajo.
El fallo, al que se llegó con una votación de 6-3, hace referencia al Título VII de la Ley de Derechos Civiles de 1964, que prohíbe la discriminación laboral con base en el sexo, raza, color, origen o religión.
“En el Título VII, el Congreso adoptó un lenguaje amplio que hace ilegal para un empleador tener en cuenta el sexo de un empleado al decidir despedirlo. No dudamos en reconocer hoy una consecuencia necesaria de esa decisión legislativa: un empleador que despide un individuo simplemente por ser gay o transgénero está desafiando la ley”, indicó el autor del fallo, el juez Neil Gorsuch, primer designado del presidente Donald Trump para la Corte Suprema para sustituir al fallecido Antonin Scalia, en 2016.
En la decisión, el Supremo toca el caso de Gerald Bostock, un hombre de Georgia que perdió su trabajo como coordinador de servicios de bienestar de menores después de unirse a un equipo de softbol gay.
“Realmente no hay palabras para describir lo eufórico que estoy. Cuando fui despedido hace siete años quedé hecho polvo. Hoy podemos ir a trabajar sin miedo de ser despedidos por quienes somos y a quienes amamos”, sostuvo Bostock.
Acompañaron a Gorsuch en su voto, el presidente de la corte John Roberts, y los jueces Ruth Bader Ginsburg, Elena Kagan, Sonia Sotomayor y Stephen Breyer.
LGBT+ con reacciones a favor y en contra
Más del 50% de los estadounidenses LGBT+ viven en estados en los que no hay una protección explícita en el lugar de trabajo. Por ese hecho podrían ser despedidos o acosados. Y tenían hasta ahora poco margen de maniobra legal para defenderse, indicó el grupo de expertos Movement Advancement Project.
“Ninguna persona trans, lesbiana o gay puede ser despedida o discriminada por ser gay o transgénero. Esa es la ley ahora. Esta es una victoria para todos los estadounidenses”, dijo a Reuters Vandy Beth Glenn, despedida en 2007 cuando se declaró como mujer trans.
En el lado contrario, Carrie Severino, de la conservadora Red de Crisis Judicial, expresó que “esto no fue juzgar, fue legislar: un ataque de fuerza bruta contra nuestro sistema constitucional”.
Asimismo, el grupo conservador cristiano Alianza por la Libertad calificó el fallo como “decepcionante” y señaló que la redefinición de “sexo” por “identidad de género” creará caos y enorme injusticia para mujeres y niñas en actividades deportivas como el atletismo, en refugios para mujeres y en muchos otros contextos.
“Permitir que un tribunal o burócratas del gobierno redefinan un término con un significado tan claro e importante socava esas oportunidades: las que la ley fue diseñada para proteger”, dijo John Bursch, abogado del grupo.
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