Groenlandia, isla del Reino de Dinamarca, registró la temperatura más baja de la que se tiene registro en el hemisferio norte con -69.6 grados centígrados. Superó el récord que hasta ahora era de Rusia, según la Organización Meteorológica Mundial.
Esta temperatura se registró hace casi 30 años, el 22 de diciembre de 1991. El hallazgo tardío proviene de un informe tomado por una estación meteorológica automatizada. La estación se ubica en un remoto punto geográfico del centro de la isla groenlandesa denominado Klinck. Queda a 3.105 metros de altura sobre el nivel del mar.
Anteriormente se consideraba que la temperatura más baja medida en el hemisferio norte eran -67.8 grados, registrados en febrero de 1892 en la localidad rusa de Verkhoyansk y más tarde en enero de 1933 en Oimekon, ambas en el norte de Siberia, Rusia.
El nuevo récord de Groenlandia fue descubierto y homologado 30 años después por responsables del Archivo de Extremos Climáticos de la OMM, explicó la portavoz de la organización Clare Nullis.
«Ha habido muchos récords de calor en la última década y es importante reconocer los extremos», destacó John Cappelen, climatólogo del Instituto Meteorológico de Dinamarca, del nuevo récord. «La posibilidad de conseguir un nuevo récord de frío se está agotando, pero no puedo afirmar que nunca más se registrará», subrayó.
Estos récords contrastan con la situación actual. Por ejemplo, en la base de Verkhoyansk se registró el pasado 20 de junio una temperatura de 38 grados. La OMM está analizando si es efectivamente la temperatura más alta nunca antes registrada dentro del Círculo Polar Ártico.
Normalmente la atención se centra en las bajas temperaturas
En el Archivo de la OMM de Fenómenos Meteorológicos y Climáticos Extremos se recogen valores sin precedentes a escala mundial, como las temperaturas más alta y más baja. También los acumulados de precipitación más importantes, el granizo más pesado, el período de sequía más prolongado, la ráfaga de viento más intensa, el relámpago de mayor duración o la mortalidad más elevada causada por un fenómeno meteorológico.
«En la era del cambio climático, gran parte de la atención se centra en los nuevos récords de calor. Este valor recién reconocido de temperatura mínima sin precedentes es un importante recordatorio de los marcados contrastes que existen en este planeta», aseguró el Secretario General de la OMM, el profesor Petteri Taalas.
«Gracias a la dedicación de climatólogos e historiadores meteorológicos, ahora podamos analizar muchos de esos registros más antiguos. Esto nos permite comprender mejor los fenómenos climáticos extremos tanto actuales como pasados desde una perspectiva mundial», dijo el profesor Taalas.
La temperatura más baja de la Tierra de la que se tiene registro sigue siendo -89.2. Fueron edidos el 21 de julio de 1983 en la base antártica Vostok.
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