Greenpeace ha anunciado que no descarta emprender acciones legales contra la Comisión Europea por la inclusión del gas fósil y la energía nuclear en la lista de inversiones sostenibles de la UE, la taxonomía, después de que el Parlamento Europeo no consiguió suficientes votos para bloquear el controvertido plan de la Comisión. 278 eurodiputados votaron en contra de la etiqueta sostenible para el gas y la energía nuclear, 75 menos de los 353 votos necesarios.
La activista de finanzas sostenibles de Greenpeace UE, Ariadna Rodrigo, dijo que es una política sucia y un resultado escandaloso que se etiquete el gas y la energía nuclear como verdes.
“Iremos a los tribunales, donde no los ayudarán los vergonzosos tratos ocultos de la Comisión de la UE y las industrias de combustibles fósiles. Confiamos en que los tribunales anularán este lavado verde como una clara violación de la ley de la UE”, añadió.
Antes de presentar la demanda, Greenpeace solicitará formalmente una revisión interna de la Comisión. Si el resultado es negativo, Greenpeace presentará su demanda ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
Los gobiernos de la UE llegaron a un acuerdo para poner fin en 2035 a la venta de automóviles nuevos con motores de combustión interna. La organización Greenpeace que esa fecha es demasiado tarde para contener el calentamiento global por debajo de 1,5 °C.
Demasiado tarde poner fin a los motores de combustión en 2035
Estiman los medioambientalistas que UE cumplirá con el acuerdo climático de París, solo si terminan en 2028 las ventas de automóviles nuevos de gasolina, diésel e híbridos.
La eliminación gradual de los automóviles que queman petróleo en 2028 ahorraría a los conductores 635.000 millones de euros en combustible y reducirían las emisiones de CO2 en 1,7 gigatoneladas en 12 años. Un reciente análisis de Greenpeace Alemania indica que el transporte representa el 30 % de las emisiones totales de gases de efecto invernadero de la UE. Además, casi dos tercios del petróleo utilizado en la UE.
Lorelei Limousin, de Greenpeace, dijo que prohibir los nuevos automóviles que queman petróleo es lo correcto. Advierte, sin embargo, que una eliminación gradual en 2035 es demasiado tarde para limitar el calentamiento global a 1,5 °C.
“Europa necesita desesperadamente descarbonizar el transporte, pero los ministros perdieron una gran oportunidad. Está en manos de las autoridades nacionales reducir el uso de automóviles, impulsar el transporte público y hacer ciudades y pueblos más habitables», se lamentó.
Después de múltiples intentos de debilitar la prohibición para 2035 de nuevos automóviles que queman petróleo a principios de junio, los gobiernos nacionales abrieron la puerta para promover los combustibles sintéticos costosos e ineficientes. Y muy dañinos para el medioambiente.
Los ministros finalmente acordaron reducir las emisiones de CO2 en un 55 % para los automóviles y en un 50 % para las camionetas para 2030 y en un 100 % para todos los vehículos para 2035. Sin embargo, protegieron a los pequeños productores de automóviles de ultralujo.
«Los ministros quieren diluir la prohibición»
La República Checa, que asumirá la presidencia del CU en julio, negociará un compromiso con la Comisión Europea y el Parlamento Europeo en otoño.
Greenpeace pide al Parlamento Europeo que rechace los intentos de los ministros nacionales de diluir la prohibición de los automóviles con motores de combustión interna. Estima que debe mantener la prohibición total de los motores de combustión interna.
La revisión de los estándares de rendimiento de emisiones de CO2 para los coches nuevos es una pieza central del paquete climático Fit For 55 de la UE para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en el marco del Pacto Verde de la UE.
Las emisiones de gases de efecto invernadero del transporte en la UE han aumentado más del 25 % desde 1990 . El transporte es el único sector de la UE en el que las emisiones de CO2 han ido en aumento desde 1990. Deberían estar cayendo rápidamente.