Activistas de Greenpeace Bélgica colorearon de verde más de 400 m² de la entrada del edificio del Parlamento Europeo, en protesta por las negociaciones que se siguen, puertas adentro, sobre la Política Agrícola Común (PAC). Los ecologistas derramaron agua teñida de verde fuera del parlamento, mientras continuaban las deliberaciones. Colocaron varias pancartas en franca crítica a las orientaciones agrícolas que está asumiendo esa instancia. “Detengan el greenwashing de la agricultura europea”, decía uno de los carteles.
Representantes de los gobiernos, el Parlamento Europeo, la Comisión Europea y el Consejo Europeo tratan de poner fin a las negociaciones sobre la política agrícola de la UE para los próximos siete años.
Señala la ONG que a pesar de las condenas de los científicos a la política actual y de las investigaciones del Parlamento Europeo. Así como del propio servicio de auditoría de la UE, el impacto destructivo de la PAC en la naturaleza, el clima y la salud pública permanece sin cambios.
“Los políticos de la UE intentarán vender esta política agrícola como la reforma más ecológica de todos los tiempos, pero no lo es. Esta PAC europea seguirá financiando las granjas industriales y la producción de piensos que destruyen la naturaleza y el clima. Nos expone a nuevas pandemias y conduce a la continua desaparición de granjas en Europa”, dijo Marco Contiero, director de Política Agrícola Europea de Greenpeace.
Greenpeace revela los entretelones de la PAC
Greenpeace Bélgica otra vez se hizo sentir para repudiar los términos en que se perfila el PAC. “Los científicos están haciendo sonar la alarma. Advierten que la sobreproducción de carne y productos lácteos provocan la degradación climática, la destrucción de los bosques y brotes de enfermedades. Pero los negociadores de la UE ignoran estas advertencias e insisten en que sus planes agrícolas no sean respetuosos con el medio ambiente».
Greenpeace, BirdLife, ClientEarth y la Oficina Europea de Medio Ambiente analizaron cómo la PAC de la UE debería proteger la naturaleza, abordar el cambio climático, evitar la contaminación y producir alimentos de manera sostenible. El análisis ha demostrado que el acuerdo de la PAC que está finalizando la UE está fracasando en todos los frentes, indican.
En ese sentido, la organización pide a los miembros del Parlamento Europeo que rechacen la política agrícola común en la sesión plenaria.
“Esta política agrícola perseguirá a la UE durante décadas. Estamos empujando a los agricultores y la naturaleza al borde del precipicio”, subrayó Sébastien Snoeck, experto en agricultura sostenible de Greenpeace Bélgica.
“Flandes y Valonia deben ahora tomar el destino de nuestra política agrícola en la mano. Tienen un gran margen de maniobra para decidir cómo distribuir los fondos europeos que resultarán de esta PAC. Los planes estratégicos regionales pueden salvar el mobiliario fomentando prácticas agrícolas que protejan la naturaleza y el clima, como la ganadería extensiva y autosuficiente. También la agricultura ecológica y productos locales de calidad que satisfagan las necesidades dietéticas”, agregó.
Boris Johnson “enterrado” en plástico
Greenpeace pendiente no solo de la PAC que afectará a los países europeos, sigue la pista a las actuaciones de los gobiernos en materia medioambiental. Esta vez le tocó a Boris Johnson. Los británicos son los que más plástico generan por persona en el mundo, solo superados por los estadounidenses. Y apenas recicla el 10% de estos productos.
Eso significa que, cada año, solo ese porcentaje de las 688.000 toneladas de plástico generadas es reciclada. El resto, se envían principalmente a Turquía y Malasia que se deshacen de ese material dañino sin seguir las normas estipuladas por las organizaciones medioambientales.
A todas estas, el gobierno afirma que casi la mitad de los envases de plástico del Reino Unido se recicla, pero eso simplemente no es cierto, afirma la ONG. Y precisa que además de enviarlas fuera del país, otro tanto termina en incineradores de residuos en el Reino Unido.
Se trata de hornos gigantes para quemar desechos y causan contaminación del aire, ruido, olores, basura y tráfico. Los incineradores están ubicados de manera abrumadora en áreas de bajos ingresos.
Para denunciar esas malas prácticas, Greenpeace elaboró un vídeo muy creativo. Se ve al primer ministro ofreciendo una rueda de prensa en su residencia oficial de Downing Street. Cuando, de repente, comienza a caer del cielo una lluvia de plástico que sepulta materialmente a Boris Jonhson. Es “enterrado” por la montaña de plástico.
La ONG pide al Gobierno se sincere y actúe en beneficio de población y del planeta.
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