Por Efe
21/03/2016
La premura exigida en la aplicación completa del acuerdo alcanzado entre la UE y Turquía para la devolución de migrantes ha pillado a Grecia sin medios suficientes para aplicarlo, mientras el flujo de refugiados no cesa y se han superado ya los 50.000 en todo el país.
Un total de 1.662 personas han desembarcado en las islas del Egeo oriental en las últimas 24 horas. La mayoría de las llegadas, 830 personas, se han producido en la isla de Quíos, mientras que en la de Lesbos han desembarcado 698.
La Comisión Europea (CE) ha calculado que Grecia necesita el envío de 4.000 miembros de varios organismos internacionales como Frontex, aunque de momento no ha llegado nadie enviado por los Veintiocho, ha confirmado a Efe el portavoz del alcalde de Lesbos, Marios Andriotis.
La #UE deja en el limbo a los #refugiados de #Idomeni. Algunos hasta preguntan a @lorenzomila qué va a ser de ellos pic.twitter.com/KaOlXg5Nyq
— MédicosSinFronteras (@MSF_espana) 21 de marzo de 2016
Sí han llegado a la isla de Quíos, sin embargo, seis de los agentes de policía turcos que, en calidad de observadores, están encargados de supervisar la aplicación del acuerdo y de las devoluciones, y se espera que lleguen 19 más a Lesbos, Samos, Leros y Kos. Cinco policías griegos ya están en Turquía para realizar una tarea homóloga.
Andriotis asegura que tampoco hay información oficial sobre cómo deben aplicar el acuerdo: «Esperamos instrucciones. Nos pidieron incrementar los puestos de acogida hasta los 6.500-7.000 y lo hemos hecho».
El acuerdo entre la Unión Europea (UE) y Turquía convierte de facto lo que hasta ahora eran centros de acogida en centros de detención. Las autoridades griegas no pueden precisar la cifra total de migrantes que llegaron después de la aplicación del acuerdo y que, por tanto, tendrán dos opciones: pedir asilo o ser devueltos a Turquía.
Andriotis dice que todavía no ha recibido instrucciones concretas sobre este asunto, pero explica que para ser transformado de centro de acogida a centro de detención, «necesitará obras».
Yorgos Kyritsis, portavoz del Gobierno para la gestión de los refugiados, contó a Efe que los migrantes que llegaron «desde ayer están bajo custodia y protección, los anteriores tienen libertad».
Fuentes de la policía de la isla de Lesbos explicaron, por su parte, que con estos nuevos migrantes recién desembarcados son alrededor de 1.000 las personas que están privadas de libertad por haber llegado después del comienzo del acuerdo, cuya aplicación comenzó en la medianoche del sábado al domingo.
El Gobierno empezó a desalojar el sábado las islas con el objetivo de vaciar los centros de registro y dejarlos listos solo para los que vayan a ser devueltos a Turquía.
Sin embargo, la falta de medios de locomoción y las nuevas llegadas complican esta tarea y en estos momentos hay 5.538 migrantes y refugiados en las islas, entre los que ya estaban y por tanto pueden ser trasladados todavía a la península y los que tiene que regresar salvo que soliciten asilo en Grecia.
El campo de Idomeni sigue siendo el lugar que más personas acoge, con 13.250, cifra en la que no se incluyen todos los campamentos improvisados y centros de acogida de los alrededores. Otro de los puntos críticos es el puerto del Pireo, donde se hacinan en estos momentos 5.132 refugiados en las instalaciones habilitadas también de forma improvisada y en las carpas repartidas por todo el recinto portuario.
Del más de medio millar que arribó esta mañana a este puerto procedente de Lesbos y Quíos, tan solo la mitad pudo ser trasladada en cuatro autocares a centros de acogida de la región capitalina.
El resto tuvo que quedarse en el abarrotado puerto por escasez de autocares.
En el puerto de Elefsina, a menos de veinte kilómetros al noroeste de Atenas, el transbordador Eleftherios Venizelos, con 1.433 personas a bordo, tuvo que esperar horas en alta mar hasta poder atracar porque tampoco había autocares disponibles para trasladar a los refugiados a los centros de acogida.