El consumo de grasas trans producidas a nivel industrial provoca cada año unas 500.000 muertes en todo el mundo, debido a que fomentan el desarrollo de enfermedades como el coronavirus, aseguró la Organización Mundial de la Salud.
58 países ya han legislado contra este tipo de grasas para proteger a más de 3.000 millones de personas, pero todavía hay más de 100 países que no han llevado a cabo iniciativas para eliminar estas sustancias nocivas de los alimentos.
Algunos alimentos, como las carnes de vaca, cerdo y cordero, y los productos lácteos que se derivan (leche, queso, mantequilla) contienen cantidades pequeñas de estas grasas hidrogenadas.
Sin embargo, la mayoría proviene de alimentos procesados preparados con aceites vegetales parcialmente hidrogenados como las patatas fritas, los snacks y la margarina.
La OMS sobre las grasas trans
«En un momento en el que todo el mundo está luchando contra la pandemia del Covid-19, debemos hacer todo lo posible para proteger la salud de las personas», dijo el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus. Debemos prevenir la aparición de enfermedades no transmisibles que pueden ser más susceptibles al coronavirus y causar una muerte prematura».
El objetivo del organismo es eliminar las grasas trans para 2023, «eso no debe retrasarse», aseguró Adhanom.
La OMS informó de que las nuevas políticas introducidas el año pasado en Brasil, Turquía y Nigeria cumplen todos los criterios de mejores prácticas. «Países, como la India, que anteriormente habían implementado medidas menos restrictivas, ahora están actualizando sus políticas para alinearlas con las mejores prácticas», argumentó.
Políticas implementadas alrededor del mundo
15 países representan aproximadamente dos tercios de las muertes mundiales relacionadas con la ingesta de grasas trans. Cuatro de estos, Canadá, Letonia, Eslovenia y Estados Unidos, implementaron políticas de mejores prácticas recomendadas por la OMS desde 2017.
Algunas de las políticas implementadas establecen límites obligatorios de hasta el 2% para las grasas trans producidas industrialmente, o prohiben aceites parcialmente hidrogenados (PHO).
Los once países restantes (Azerbaiyán, Bangladesh, Bután, Ecuador, Egipto, India, Irán, México, Nepal, Pakistán y República de Corea) aún deben tomar medidas urgentes, según la OMS.
En 2019, la Unión Europea aprobó una política de mejores prácticas. Los 35 países que forman parte de la Región de las Américas de la OMS/OPS aprobaron un plan de acción regional para eliminar las grasas trans producidas industrialmente para el 2025.
A pesar de los avances en varios países, la OMS insistió en que aún quedan muchos que no lo han hecho todavía.
La OMS recomendó que la ingesta de grasas trans se limite a menos del uno por ciento de la ingesta energética total. Esto se traduce en menos de 2,2 gramos al día con una dieta de 2.000 calorías.
Las regulaciones regionales que establecen estándares para múltiples países se están volviendo cada vez más populares. Lo que la hace una estrategia prometedora para acelerar el progreso hacia la eliminación global de las grasas trans para 2023.
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