La dificultad y el elevado costo de la financiación de los proyectos nucleares ha sido un obstáculo para la construcción de nuevas centrales
En la última cumbre del clima, en Dubái, los 198 países signatarios pidieron acelerar el despliegue de tecnologías energéticas de bajas emisiones, incluida la nuclear. La decisión era unánime, pero alcanzarla requiere de importantes recursos. Un grupo de 14 bancos e instituciones financieras del mundo se comprometieron a aumentar su apoyo a la energía nuclear, tras reconocer la importancia de una economía baja en carbono.
Estas entidades financieras se reunieron con el asesor de política climática de la Casa Blanca, John Podesta, en la Semana del Clima de Nueva York. Expresaron su apoyo de aumentar la capacidad de generación de energía nuclear y apuntalar la transición energética verde.
Al encuentro asistieron Abu Dhabi Commercial Bank, Ares Management, Bank of America, Barclays, BNP Paribas, Brookfield, Citi, Credit Agricole CIB. Así como Goldman Sachs, Guggenheim Securities LLC, Morgan Stanley, Rothschild & Co, Segra Capital Management y Societe Generale.
«Nuestra misión colectiva es clara: la energía nuclear es energía limpia. Si queremos garantizar un planeta habitable, debemos construir cadenas de suministro seguras y sostenibles para estas energías. También debemos asegurarnos de que la energía nuclear haga su parte. Sé que podemos lograrlo, siempre y cuando trabajemos juntos», señaló Podesta.
El hilo conductor de bancos y funcionarios del gobierno de Biden fue la descarbonización, incluido por primera vez en las negociaciones de la COP28 de triplicar la capacidad mundial de energía nuclear para 2050.
Aunque los financistas no explicaron exactamente lo que harán, la muestra pública de apoyo es un paso muy importante. El reconocimiento de que el sector tiene un papel fundamental que desempeñar en la transición hacia una energía con bajas emisiones de carbono.
Los bancos no entendían de energía nuclear
La dificultad y el elevado costo de la financiación de los proyectos nucleares ha sido un obstáculo para la construcción de nuevas centrales. Ha contribuido a una ralentización en los países occidentales desde que se construyó una oleada de reactores en los años setenta y ochenta.
Sin embargo, en las proyecciones de la OIEA se prevé en un escenario máximo, que al año 2050 se duplicará la generación de energía nuclear del 2021. Lo que representaría el 14% del total de la oferta de energía eléctrica mundial, con más de 7.000 teravatios (TWh).
«Los mercados de capital y la financiación pueden desempeñar un papel fundamental en el desarrollo de proyectos de energía nuclear en todo el mundo. Las instituciones financieras pueden proporcionar experiencia, presencia global, servicios y soluciones para apoyar a la industria», según la Asociación Nuclear Mundial presente en la cita.
“Este acontecimiento va a cambiar las reglas del juego”, afirmó George Borovas, director del área nuclear del bufete de abogados Hunton Andrews Kurth y ejecutivo de la ANM. Hasta ahora, reseñó Financial Times, los bancos tenían dificultades políticas para apoyar nuevos proyectos nucleares, que a menudo requerían el visto bueno del director general.
“Los altos directivos de los bancos se limitaban a decir que no entendían nada de energía nuclear. Sólo sabemos que es muy difícil, muy controvertida”. Añadió que el apoyo de los bancos ayudaría a normalizar la energía nuclear como “parte de la solución al cambio climático” y no como “un mal necesario”.
Los bancos podrían apoyar las nuevas centrales aumentando los préstamos directos y la financiación de proyectos a empresas nucleares, organizando ventas de bonos o presentando empresas a fondos de capital riesgo o de crédito.
El discurso comienza a cambiar
Los bancos llevan tiempo divididos sobre la energía nuclear, debido a las complejidades de la financiación de proyectos y el alto nivel de riesgo. Pero también por las dudas sobre si cumple las normas medioambientales, sociales y de gobernanza de la organización. El Banco Mundial y otras instituciones multilaterales no financian proyectos nucleares.
Pero las opiniones parecen estar cambiando. El BNP dijo al Financial Times que “no existe ningún escenario” en el que el mundo pueda alcanzar la neutralidad de carbono para 2050 sin energía nuclear. Citando al Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de la ONU. Barclays, por su parte, indicó que veía un papel para la energía nuclear como solución a la intermitencia de la energía eólica y solar.
El primer ministro esloveno, Robert Golob, también dio su opinión. «El único enigma que queda por resolver es el aspecto financiero. Los mercados financieros necesitan adaptarse y desarrollar nuevos instrumentos para que la energía nuclear sea competitiva con otras fuentes libres de CO2».
Entretanto, la Ministra de Energía, Negocios e Industria y Viceprimera Ministra de Suecia, Ebba Busch señaló que «es hora de tomar medidas concretas para la necesaria expansión de la energía nuclear. El gobierno sueco está explorando una propuesta de modelo de financiación que incluye préstamos respaldados por el gobierno y mecanismos de riesgo compartido. El objetivo es mejorar significativamente las condiciones para la nueva construcción nuclear en Suecia y con un futuro más sostenible».
Microsoft anunció un acuerdo de 20 años con Constellation Energy para reiniciar un reactor nuclear de 835 megavatios en Three Mile Island en Pensilvania que estaba en proceso de ser desmantelado. Larry Ellison, cofundador y director de tecnología de Oracle, dijo que la compañía estaba diseñando un enorme centro de datos con “permisos para tres pequeños reactores nucleares modulares”.
La volatilidad de la política
Los 422 reactores actualmente en operación en un total de 33 países producen alrededor del 10,5 % de la electricidad mundial. Según el OIEA hay 58 unidades en construcción en 18 países entre los que se encuentran China, la India, Corea del Sur, Rusia y Turquía. Todos ellos, conscientes de los desafíos energéticos y medioambientales, construyen nuevas plantas porque consideran que la energía nuclear es una fuente esencial para el presente y futuro de sus países.
Si bien los bancos muestran abiertamente interés por financiar proyectos de energía nuclear, no ocurre lo mismo con los políticos.
Francia no es el único país que ha cambiado en numerosas ocasiones su postura sobre la energía nuclear. Junto con la incertidumbre que rodea a otras fuentes de energía y los acontecimientos geopolíticos, la realidad del mercado eléctrico global cambia rápidamente.
Ahora Francia se sitúa como primer productor europeo de esta energía y Alemania ha puesto fin a sus planes de extender los reactores. Mientras España está decidida a cerrar sus centrales entre los años 2027-2035 y cambios en la forma en que se almacenarán los residuos radiactivos. Contrariamente, en Suecia funcionan seis reactores, y está previsto construir otros dos antes de 2035.
Algo similar ocurre en Países Bajos, donde el Gobierno anunció en 2021 sus planes de construir dos reactores, que se sumarían al único que tiene en funcionamiento. Ese mismo año, los políticos holandeses desecharon la decisión de eliminar progresivamente la energía nuclear. Y en Hungría, el entusiasmo del gobierno se ha mantenido firme y fuerte a lo largo de los años.
Recientemente, el Parlamento húngaro aprobó dos nuevos reactores, que se suman a los cuatro actualmente en funcionamiento. En Europa, el Reino Unido, Bielorrusia, Ucrania y Rusia también son productores de energía nuclear.