Por Andrés Tovar
29/01/2017
No defraudaron. No iban a hacerlo. Como cada vez que se enfrentan en una cancha de tenis, Roger Federer y Rafael Nadal dejaron todo y brindaron un espectáculo único. Parecía imposible ver una remake de los que han sido dos de los mejores de la historia de este deporte, pero el Abierto de Australia regaló tal vez la última o una de las últimas grandes funciones con estos dos protagonistas.
Y si bien el español supo salir más veces victorioso en los cruces del pasado (el historial quedó 23-12 en su favor), el suizo demostró que era su semana para llevarse un partidazo por 6-3, 3-6, 6-1, 3-6 y 6-3 tras tres horas y 38 minutos de tenis de primerísimo nivel.
El final fue un espectáculo de lujo supremo: Federer ganó, Rafa enamoró. Y todos los seguidores del tennis, y del deporte en general, lo agradecemos.
«Creo que Roger merecía este título un poquito más que yo» dijo Nadal durante la ceremonia de premiación, mientras que Federer no dudó en apuntar que Rafa «es el rival más duro que he tenido en toda mi vida. Sigue juegando, el tennis te necesita». La definición de deporte en dos frases.
.@rafaelnadal: «Creo que @rogerfederer merecía este título un poquito más que yo». Campeón en la derrota. ¡GRACIAS! #AusOpen #VamosRafa pic.twitter.com/QNrIHiQVyZ
— Eurosport.es (@Eurosport_ES) 29 de enero de 2017