Por Efe
17/05/2016
David Marjaliza, presunto cerebro de la trama Púnica, acusó al exconsejero madrileño Francisco Granados de hacerse con el 20% de las operaciones inmobiliarias que su empresa desarrolló en Valdemoro cuando éste era alcalde, a través de una sociedad en la que figuraba la mujer de su jefe de gabinete Ignacio Palacios.
Durante las 13 horas de confesión ante el juez del caso Púnica, Eloy Velasco, Marjaliza explicó que cuando Granados llegó a la alcaldía él era un «promotor mediano» y como la política del suelo «depende de la potestad municipal empezamos una relación más fluida».
Fue entonces, prosigue Marjaliza, cuando Granados le propuso aliarse con otro promotor mayor de la zona, Ramiro Cid Sicluna, para crear juntos una sociedad inmobiliaria en Valdemoro, cuyo nombre no llega a recordar porque después la vendió y alegó además llevar ocho meses «perdido», aludiendo a su estancia en prisión, de dónde salió unos meses después tras abonar 100.000 euros de fianza.
«Ahí empieza el tema», destaca Marjaliza, al relatar que finalmente la sociedad la constituyó con ese promotor y la mujer del jefe de gabinete de Granados, Ignacio Palacios, a la que correspondía un 20% de las ganancias, si bien ese dinero era realmente para el exconsejero madrileño, que se hizo con entre 3.000 y 6.000 euros por vivienda entre 1999 y 2007.
Sobre Tomás Gómez
David Marjaliza también aseguró ante el juez Eloy Velasco que pagaron «mítines, banderolas, bebidas, muchas cosas» a Tomás Gómez cuando era alcalde de Parla (Madrid) a cambio de la adjudicación de «seis o siete parcelas» para la construcción de viviendas protegidas.
«Me decían, ¿quieres viviendas en este suelo? Sí. Preséntate a este concurso. Nos presentábamos a veinte parcelas y nos adjudicaban cuatro. En el caso de Parla nos adjudicaron seis o siete por un total de 400 y pico viviendas», relata el cerebro de la trama.
Asegura que el intermediario en esas negociaciones era su socio y exalcalde de Cartagena (Murcia) José Antonio Alonso Conesa, a quien la trama daba el dinero para las comisiones, y tiene claro que en el 98% de las adjudicaciones de viviendas protegidas se pagaban comisiones.
Marjaliza, quien afirma desconocer al sucesor de Gómez en Parla, José María Fraile, también imputado, no sabe cuánto se pagó por esas adjudicaciones, pero insiste que fueron «muchas cosas», incluidos mítines «a los que fue Felipe González», banderolas y bebidas. Según su testimonio, en ese caso había una petición «de partido».
En esas facturas ponía «banderolas del Partido Socialista», añade el empresario, quien reconoce que tuvieron que «ir corriendo a cambiar todas las facturas». «Yo, con una promotora, como podrá comprender no utilizo banderolas del Partido Socialista para nada. Entonces se cambiaron las facturas a ‘eventos o no se qué’.
Como norma general, la trama pagaba «paquetes» que podían ser de 200.000, de 300.000 o de 50.000 euros, casi siempre una vez realizada la adjudicación, aunque en algún caso, como en la localidad madrileña de Pinto, se pagó antes y luego no se les adjudicó el proyecto, de modo que se les devolvió el dinero.
Tomás Gómez fue Secretario General del Partido Socialista de Madrid (PSM) desde 2007 hasta febrero de 2015, cuando la Ejecutiva Federal del PSOE acuerda su destitución y la creación de una comisión gestora.
En el momento de su destitución la Fiscalía y la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) investigaba el sobrecoste, en cifrado en 41 millones de euros, de los trabajos de construcción del tranvía de Parla.