Un nuevo tratamiento liberará a miles de personas que viven con el VIH en Gran Bretaña de tomar píldoras diarias. Una vez que las autoridades de salud dieran luz verde a una terapia que se administra de manera inyectable cada dos meses. El tratamiento actual para el VIH-1 son comprimidos antirretrovirales de por vida que se toman todos los días. El objetivo es mantener el número de partículas de virus en la sangre (la carga viral) tan bajo, que no pueda detectarse ni transmitirse entre personas.
El borrador de la guía del Instituto Nacional para la Excelencia en la Salud y la Atención (Nice) recomienda ofrecer los medicamentos antirretrovirales cabotegravir y rilpivirina en Inglaterra y Gales. Después de que los ensayos demostraran que funcionan con la misma eficacia que las tabletas diarias.
El Consorcio de Medicamentos de Escocia también ha aprobado las inyecciones para adultos que viven con el VIH en esa región.
El virus de inmunodeficiencia humana daña el sistema inmunitario de las personas al destruir un tipo de glóbulo blanco que ayuda a su cuerpo a combatir las infecciones. Todavía es incurable. Pero los investigadores encontraron que los pacientes que recibieron el nuevo tratamiento podían llegar a un punto en el que las partículas del virus en la sangre eran tan bajas que no podían detectarse o transmitirse entre gente.
«Todavía tenemos un largo camino por recorrer en la educación sobre el VIH, pero el anuncio de hoy demuestra lo lejos que hemos llegado desde la epidemia de la década de 1980″, dijo Garry Brough de Positively UK. “Es un gran paso adelante. Esta decisión refleja la necesidad legítima de las personas con VIH de tener la libertad de controlarla de la manera que mejor les funcione, ayudándoles a vivir su vida al máximo».
Nuevo tratamiento para personas VIH
Debbie Laycock, directora de políticas de Terrence Higgins Trust, describió el avance como «una noticia increíble».
Explicó que es el primer tratamiento inyectable de acción prolongada para adultos con VIH. También es la primera recomendación que hace Nice sobre el uso de tratamientos contra el VIH desde que entraron en su ámbito de competencia hace dos años.
Cabotegravir con rilpivirina ahora se recomienda como una opción para adultos con infección por VIH cuando los medicamentos antirretrovirales que ya están tomando han mantenido el virus en un nivel bajo. Y cuando no hay evidencia para sospechar resistencia viral y además, no hay falla previa de otros medicamentos anti-VIH.
Aproximadamente 100.000 personas tienen el VIH en Gran Bretaña. Se estima que inicialmente al menos 13.000 personas serán elegibles para el nuevo jab solo en Inglaterra.
En la actualidad, el tratamiento del VIH implica regímenes antirretrovirales de por vida tomados en forma de comprimidos todos los días. Los resultados de los ensayos clínicos muestran que cabotegravir con rilpivirina es tan eficaz como los medicamentos orales para mantener baja la carga viral. Los antirretrovirales se administran en dos inyecciones separadas cada dos meses.
Chloe Orkin, profesora de medicina del VIH en la Universidad Queen Mary de Londres, se mostró complacida con el avance. “Este es un momento de cambio de paradigma en el Reino Unido. Donde, por primera vez, es posible liberar a las personas con VIH de la carga de la terapia oral diaria y en lugar de eso, ofrecerles solo seis tratamientos al año».
Algunos obstáculos en la Comunidad de Madrid
Médicos y ONGs denuncian que la Comunidad de Madrid dificulta el acceso a tratamientos de VIH a inmigrantes en situación irregular que ya lo habían iniciado o que acaban de llegar a España.
La Comunidad de Madrid publicó la pasada semana los requisitos para solicitar el Documento de Asistencia Sanitaria para Ciudadanos Extranjeros sin residencia legal en España (DASE), que da acceso a la salud pública a estas personas. Entre las exigencias, como establece la normativa estatal, se encuentra llevar al menos tres meses empadronado en España, recoge elDiario. Sin embargo, esa comunidad realiza una aplicación rígida de la norma e ignora la excepción incluida en Real-Decreto 7/2018.
Allí se establece que, si los pacientes se encuentran en una situación vulnerable, pueden tener acceso a la sanidad a través de un informe de los trabajadores sociales.
Para las personas extranjeras recién llegadas a España y afectadas por el VIH, este requisito, es difícil de conseguir para muchos inmigrantes sin papeles. «Tienen que conseguir un piso, que les hagan contrato, un recibo a su nombre, cita en el padrón, empadronarse y esperar tres meses. En el mejor de los casos, estamos hablando de cinco o seis meses hasta que pueden comenzar a recibir el tratamiento», explica el responsable de salud de Acción Triángulo y Refugiados Sin Fronteras, Gerjo Pérez Meliá.
El Hospital Ramón y Cajal es desde hace años una vía de escape para muchos inmigrantes en situación administrativa irregular. Ante las trabas impuestas a su acceso a la sanidad pública, permite que reciban atención con el apoyo de la ONG Salud Entre Culturas. Su sede se encuentra en el mismo centro hospitalario y trabaja mano a mano con el servicio de enfermedades infecciosas.