Los corales de la Gran Barrera, en Australia, están muriendo. La mitad de ellos pereció durante los últimos 25 años, de acuerdo con un estudio científico. El calentamiento global está cambiando de forma directa este ecosistema marino.
La investigación, publicada en el diario científico Proceedings of the Royal Society, alertó sobre el deterioro de la Gran Barrera. Daños que se vienen presentando desde mediados de 1990.
Las especies de este Patrimonio Mundial de la Unesco que se han visto más afectadas son las que tienen forma de mesa y con ramificaciones. Incluso hay algunas que han desaparecido completamente más al sur de la Gran Barrera.
La pérdida de corales
Terry Hughes, profesor de la Universidad James Cook y uno de los autores del estudio, informó uno de los hallazgos más alarmantes. 80% y 90% de los corales han desaparecido.
Lo que se está perdiendo no es poca cosa. Peces y criaturas se refugian en estos corales y su pérdida supone una gran modificación para todo el ecosistema. Pero esto no es todo.
Además del valor ecológico y científico, se estima que este gran arrecife genera aproximadamente 4.000 millones de dólares de ingresos turísticos. Son 2.300 kilómetros de largo de importancia para Australia.
El cambio climático tiene que ver con esta situación. El aumento de la temperatura del agua afecta gravemente el coral y concretamente hace que las algas que viven en él desaparezcan. Con esta pérdida, el coral se despide de sus colores y pasa por un progresivo proceso de blanqueamiento.
Si la temperatura del agua disminuye, el arrecife se podría recuperar. Sin embargo, está en riesgo de desaparecer si el fenómeno se mantiene. Lo más alarmante es que debido a su degradación, la Gran Barrera podría perder su estatuto de Patrimonio Mundial.
Factores de riesgo en la Gran Barrera y daños
La escorrentía agrícola, el desarrollo económico y el acantáster púrpura, estrella de mar que devora corales, amenazan gravemente la situación de la Gran Barrera. Un ecosistema que ya ha sufrido malestares en épocas pasadas.
Desde 1998 este ecosistema marino australiano ha sufrido cinco procesos de blanqueamiento. El último de ellos durante este 2020; es una situación que ha venido debilitando su estado. Lo desaforunado es que los expertos no son optimistas en cuanto una mejora.
Los investigadores sustentan su premisa negativa en uno de los datos que descubrieron con el estudio. Cada vez hay menos corales jóvenes y corales adultos reproductores. Temen que los corales sigan desapareciendo y solo ven una oportunidad de cambio: que se cumplan los objetivos del Acuerdo de París sobre el clima donde aspiran mantener la temperatura media global debajo de los 2º C.
Al menos una década se necesita para la recuperación de las especies de más rápido crecimiento y enfatizan que no creen que lleguen periodos sin episodios de blanqueamientos. El aumento constante de las temperaturas contribuyen con esta estimación.
Cómo salvar la Gran Barrera
Terry Hughes, profesor de Biología Marina de la Universidad James Cook (Queensland, Australia), es de los que cree que la única manera de salvar a Gran Barrera es reducir las emisiones de gas de efecto invernadero. Hacerlo lo antes posible para estabilizar la temperatura del agua es la única salida que ve.
Las altas temperaturas han ocasionado un blanqueamiento de corales sin precedentes. Un hecho que no necesariamente es malo hasta que los seres vivos empiezan a morir y no hay tiempo para su recuperación debido al calor del agua.
En el año 2018 el Gobierno australiano invirtió 337 millones de dólares para la protección de la Gran Barrera. La mayor parte de los fondos recayeron en la Fundación de la Gran Barrera de Coral. El propósito era controlar la contaminación marina, financiar trabajos de restauración y erradicar a las estrellas de mar corona de espinas. Situaciones que se han mantenido hasta ahora.
La solución para recuperar los corales y contener los daños pasa por un cambio en el modelo de desarrollo y consumo de los humanos. El freno del cambio climático es esencial para proteger a los corales, de lo contrario, Terry Hughes cree que no sobrevivirán.
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