Por Cambio16
10/05/2016
Gorka Landaburu, director de Relaciones Institucionales y Defensor del Lector de Cambio16, ha relatado al programa El Intermedio, de La Sexta, la forma en la que cambió su vida tras ser amenazado por ETA y sufrir un atentado.
Landaburu se encontraba en el año 2000 en Madrid, trabajando en Cambio16, cuando recibió la llamada de teléfono que lo cambió todo. Al otro lado de la línea se encontraba Ángel Acebes, ministro del Interior en aquel momento. Le comunicó que su nombre aparecía en documentos de ETA y que le iban a poner escolta. La banda tenía localizado su coche, las horas a las que salía, dónde vivía… Al principio tuvo un escolta. Tras el paquete bomba que recibió en su casa, salió del hospital con dos escoltas.
“Tener escolta te cambia la vida, te coharta la libertad”. Para Landaburu el drama de todo esto era «ser consciente de que te estaban robando tu libertad». “He luchado contra dos dictaduras, la de Franco y la de ETA», sentencia.
Entrevistado por Gonzo, el periodista camina por las calles de Zarautz recordando cómo sintió la amenaza de ETA y de su entorno en su pueblo. Así, cuenta que ya en el año 1983 ETA había amenazado a Cambio16 porque escribían “un crimen es un crimen, un asesinato es un asesinato y no es un acto para salvar la patria”. En su pueblo, Gorka sufrió al leer pintadas que decían “Landaburu perro”, lanzaron cócteles molotov contra su casa, también aparecieron dianas, recibía corbatas negras en el buzón… El periodista matiza que esa no era la presión de la banda, era la de los amigos de ETA de su pueblo. Y lo triste para Landaburu es que «podía ser un amigo lejano, un primo, el hijo de…»
Lo que no entendía era la mirada de odio de un joven de 17-18 años que te consideraba un traidor, un anti vasco, pero él nunca ha bajado la mirada ni con ellos ni con los dirigentes de la izquierda abertzale que vivían en su pueblo. “Y no es que fuera valiente, era orgullo personal”, explica. “Estaban dispuestos a matarte y aplaudían si te podían matar”.
Pese a las presiones, Landaburu nunca pensó en irse. Incluso cuando despertó en el hospital, tras siete operaciones, dijo: “Me quedo hasta que haya paz”.
Tampoco se planteó callerse o dejar el periodismo. También lo afirmó en el hospital, tras el atentado. «Le dije a ETA ‘me habéis destrozado las manos, me habéis dejado ciego, pero os habéis equivocado porque no me habéis cortado la lengua y soy periodista'».
Ante la pregunta: “¿Qué necesita la sociedad vasca para pasar página, además de los informes como el que se refiere a la injusticia que padecieron los amenazados por ETA?”, Gorka Landaburu responde: “Afianzar esta paz que ha llegado demasiado tarde y sobre todo que no se repita nunca jamás lo que hemos padecido durante décadas. Que la izquierda abertzale y el señor Arnaldo Otegi, que tienen una mochila muy pesada, hagan la autocrítica que sea necesario y que ETA desaparezca definitivamente como organización. Así miraremos al futuro y seguiremos avanzando. Hay que pasar página pero leyendo hasta la última palabra de la página que vamos a pasar”.