Los temores por la propagación del coronavirus en las prisiones, impulsan a los gobiernos de algunos países a aplicar medidas de liberación y protección a los reclusos. En especial en los centros donde existe hacinamiento, y miles de personas están obligadas a convivir en espacios cerrados.
Las sociedades están dimensionando lo sucedido con la pandemia. Colocan en una hilera los desafíos resueltos y por resolver. En esa amplia lista de temas pendientes aparece el de los derechos humanos y, en particular, el de las cárceles.
El contagio persona a persona del virus ha amplificado el alto riesgo que habita en estos centros. De allí que la Organización Mundial de la Salud y la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito. Así como la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, recomendaron la reducción de la población reclusa.
Hicieron un llamamiento a los Gobiernos con respecto a la elevada vulnerabilidad a la pandemia de los prisioneros y de otras personas privadas de su libertad. Insistieron en la necesidad de minimizar la presencia de la enfermedad en estos entornos.
En Reino Unido se ordenó la liberación de 4.000 presos para evitar la expansión del coronavirus en las cárceles, que ya contaban 90 enfermos entre sus internos.
Entretanto, el sindicato Fuerza Obrera (FO), mayoritario entre los empleados del sistema penitenciario de Francia, notificó la liberación anticipada de unos 5.000 reclusos. La medida preventiva excluye por tanto a condenados por actos de terrorismo, violencia machista o cuyo proceso penal esté en curso.
En España, el Ministerio del Interior flexibilizó las normas. De los 2.230 reclusos en régimen abierto a los que se les aplicaba control telemático antes de la emergencia sanitaria se ha pasado a 4.381, según fuentes penitenciarias. Es decir, 2.151 más en solo siete días.
Todos se comprometieron por escrito a permanecer en sus domicilios y a salir únicamente para realizar las actividades autorizadas en el decreto de estado de alarma.
Liberan a presos para evitar contagios por Covid-19
En Ohio, Estados Unidos, han liberado a más de 200 presos de la cárcel del condado de Cuyahoga. Debido a las preocupaciones sobre el brote de coronavirus.
Los jueces del Tribunal de Peticiones Comunes del condado de Cuyahoga de Cleveland comenzaron a celebrar audiencias expeditas para reducir el número de reclusos detenidos. Los reclusos no violentos han sido liberados en forma condicional. Inclusive, se les ha reducido la fianza a un nivel manejable. A otros se les envió a la prisión del Departamento correccional de Ohio.
En Los Ángeles y Calfornia han procedido con medidas similares, de mejoras de higiene y liberación de presos, informó CNN.
En Colombia, la ministra de Justicia, Margarita Cabello anunció que estudia la posibilidad de otorgar detención domiciliaria. A “mayores de 60 años que no estén condenados por delitos graves. A personas enfermas. Y a madres gestantes, que ya tengan permiso de salida por 72 horas, entre otros que estamos analizando”, dijo.
Contrariamente, en Sao Pablo, Brasil, las autoridades carcelarias suspendieron la semana pasada la salida temporal de miles de presos.
Según la Secretaría de Administración Penitenciaria, la excarcelación de más de 34.000 personas en régimen semiabierto “podría elevar el potencial de contagios. Y propagar el nuevo coronavirus en una población vulnerable”.
El presidente de Chile, Sebastián Piñera informó que presentará un proyecto de ley al Congreso para sustituir la medida de encarcelamiento por arresto domiciliario total de los reos mayores de 75 años. Así como para los mayores de 65 a quienes les quede menos de un año de condena.
El beneficio excluiría a presos sentenciados “por delitos graves, atropello de Derechos Humanos y crímenes de lesa humanidad”, tuiteó Piñera.
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