El Gobierno aprobó, en Consejo de Ministros extraordinario, un real decreto que impone nuevamente el Estado de Alarma en el territorio nacional, a partir de este domingo e inicialmente por 15 días. Pero no incluye confinamiento domiciliario y no paraliza la actividad del país. El propósito oficial es solicitar al Congreso que la medida sea extendida por seis meses, el doble del período establecido al inicio de la pandemia.
Con recuentos diarios cada vez más crecientes, entre los 7.000 y 8.000 contagios en algunas comunidades, que supera los escenarios manejados durante esta segunda ola, el Ejecutivo aplicó el régimen excepcional.
Pedro Sánchez informó que la disposición “se aprobó a petición de 10 comunidades y de la ciudad de Melilla”. Explicó que, a diferencia del anterior estado de alarma, las autoridades delegadas serán los presidentes autonómicos.
España contabiliza más de 1.110.372 de casos positivos y más de 34.752 muertes por la COVID-19. Un número intensificado en las últimas semanas, con los mayores focos en Madrid y Cataluña, que comenzó el domingo en la noche un toque de queda.
“Nuestra propuesta será extender el estado de alarma por seis meses, hasta el 9 de mayo. El tiempo necesario para superar la etapa más dañina de la pandemia. Esta medida tiene unas características muy específicas. Se establece la limitación de circulación de personas entre las 23.00 las 6.00 horas», declaró.
Apoyo político para aprobar nuevo estado de alarma
Pedro Sánchez adelantó que conversó con Pablo Casado, el líder de la oposición y del PP. “Queremos contar con su apoyo. Es una cuestión de estado”. Al mismo tiempo pidió “respaldo y unidad a todos los partidos políticos” para aprobar con una amplia mayoría la prórroga del nuevo estado de alarma en el Congreso .
“Lo necesita la ciudadanía, los actores económicos y las comunidades. El Gobierno seguirá rindiendo cuentas en las Cortes Generales cada 15 días”, asentó.
Asimismo precisó que el reto es alcanzar una incidencia acumulada por debajo de los 25 casos por 100.000 habitantes, «ahora estamos por encima de los 300”.
La nueva disposición establece el confinamiento nocturno desde las once de la noche hasta las seis de la mañana en todo el país, a excepción de Canarias, con un margen para que las autonomías puedan adelantarlo o atrasarlo una hora.
Además, se permite limitar el movimiento de unas comunidades autónomas a otras salvo por causas justificadas. “A más movilidad, más contagios. Quedémonos en casa”, alentó.
A la par, se mostró comprensivo con “la angustia de la ciudadanía. Es difícil vencer la preocupación y sobreponerse al cansancio ante la situación. Necesitamos disciplina, lo mejor de cada uno y la fuerza de todos. Y así, lo conseguiremos. Unidos frente al virus».
Refirió que en Europa, particularmente en Italia, también han endurecido las medidas contra la pandemia. Con el cierre de teatros y cines, al igual que bares y restaurantes.
Reacciones sobre decisión del Gobierno
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, dijo que los ciudadanos «no merecen tanto desconcierto» ante el nuevo estado de alarma. En un mensaje en Twitter señaló que «hace apenas 10 días» el director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, indicó que se estaba llegando a un periodo de «estabilización». Ha sido todo lo contrario.
Mientras tanto, Inés Arrimadas sostuvo que “España necesitaba desde hace mucho tiempo medidas contundentes y coordinadas para hacer frente a la segunda ola. El #EstadoAlarma es ya necesario, pero el Gobierno debe poner en marcha un auténtico plan nacional, una coordinación única de UCI y ayudas a los sectores afectado”.
Por otra parte, la Federación Nacional de Empresas de Ocio y Espectáculos, España de Noche, demanda una reunión con el Gobierno «con carácter urgente». El objetivo es considerar un plan de rescate que proteja a 25.000 empresas y 200.000 trabajadores del sector.
La central obrera CCOO calificó de necesario el estado de alarma. El sindicato manifestó que es «perfectamente consciente» de los efectos económicos, y por tanto en el empleo. Pero no comparte que haya una dicotomía entre salud y economía. «Necesitamos contener la pandemia para promover un crecimiento económico sostenido y sostenible», subrayó.
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