Las autoridades expresan sus temores por la posibilidad de que una ola especulativa detenga el desarrollo de la energía renovable, en vista de que los codiciados derechos de conexión a la Red Eléctrica de España actualmente son adquiridos con el propósito de revenderlos con fines lucrativos.
Un análisis realizado por la agencia de noticias Reuters recuerda que España tiene entre sus planes aumentar su producción de energía solar y eólica. Y gradualmente ir prescindiendo de la generación procedente de centrales nucleares y de carbón. En este escenario los especuladores en el sector de energía renovable pescan en aguas turbias en procura de los derechos de un reducido paquete de puntos de conexión a la red eléctrica pública.
Según el análisis, los especuladores van acumulando permisos para suministrar energía renovable a la red. Estos se les concede a cambio de un depósito financiero. Y de someterse también a controles muy blandos sobre cualquier proyecto o intención de construir plantas energéticas. Sobre esta situación ha venido alertando la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
Uso de energía renovable requiere prontas regulaciones
“Ciertos promotores acaparan la escasa capacidad disponible con objeto de especular con ella, ocasionando el retraso o la paralización de instalación de proyectos viables”. Así lo reveló en junio la CNMC en una propuesta para establecer un reglamento regulador sobre la distribución de energía renovable.
El estancamiento político para investir al jefe del Gobierno de España ha impedido las invitaciones del ente regulador y de la industria energética para que se establezcan medidas más estrictas sobre la materia.
De su lado, el secretario de Estado de Energía, José Domínguez Abascal, reveló a Reuters que el Ejecutivo de Pedro Sánchez tiene sus sospechas. Y es que algunos solicitantes de permisos sin experiencia solo quieren comerciar con ellos. Añadió que el sector necesita un decreto que incluya normas basadas en el principio de que los titulares de los permisos deben ofrecer garantías de su intención de usarlos para los propósitos que fueron concebidos.
Domínguez estima que el país tiene capacidad de producir energía
eólica y solar por unos 36-40 euros por megavatio-hora.
Agregó: “Realmente la forma de regularlo tiene que ser que a aquellos que han solicitado un permiso se los obligue a cumplir unos hitos. También unos avances del proyecto en unos plazos determinados. De esta manera nadie puede guardar un permiso en un cajón esperando a que venga otro a comprarlo”, dijo.
Se calcula que si todos los permisos solicitados hasta la fecha a la Red Eléctrica se tradujeran en proyectos reales, el país dispondría de energía renovable suficiente como para abastecer a 84 millones de hogares. La cifra sería superior en cuatro veces a la cantidad de hogares establecidos en territorio español.
Domínguez también dijo que las solicitudes masivas podrían obstaculizar el desarrollo futuro de la red. Y esto frustra los esfuerzos por mejorarla.
Gobierno en cuenta para tomar decisiones
Domínguez aclaró no obstante que la gran cantidad de proyectos viables de energía renovable que están en marcha y con todos los trámites en orden, no se verán afectados. Y adelantó que el actual gobierno espera actuar antes de que surjan los problemas en el sector de la energía renovable. Entre sus decisiones inmediatas estaría la de exigir a los titulares de permisos que cumplan con los plazos específicos. Esto resultaría eficaz para despejar el cúmulo de solicitudes especulativas en el lapso de un año desde la entrada en vigor de la norma propuesta.
Para dar una idea del potencial ahorro que supondría dar el paso hacia la energía renovable, Domínguez estima que España puede producir energía eólica y solar por unos 36-40 euros por megavatio-hora. El contrato básico de suministro de electricidad de España para 2020 se negocia en unos 56 euros por megavatio-hora.
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