Millones de trabajadores han abandonado sus trabajos a raíz de la pandemia. Anthony Klotz, quien acuñó el término la “Gran Renuncia”, dice que este fenómeno va a acabar en 2023: “Es como si la pandemia nunca hubiera pasado.” Otros dicen que hay que prepararse para una “Gran Renuncia Perpetua”. ¿Crees que este problema terminará pronto o permanecerá?
Las predicciones económicas son nefastas. Y son formas de paralizar nuestro movimiento. A un trabajador no le interesa el problema que él está creando en el trabajo que acaba de dejar. Si lo dejó es porque no lo satisfacía. Y está buscando algo mejor. “Gran Renuncia Perpetua” me recuerda a gran cadena perpetua.
La perpetua cadena del trabajo. A lo que renuncia el trabajador es a la esclavitud del trabajo que es una cadena perpetua. Si no fuera una cadena no sería una esclavitud. A lo que renuncia es a no poder integrar sus prioridades en el trabajo. Espero que esta gran renuncia dé cabida a una gran entrada de nuevas formas de vida y de trabajo. Si todos trabajaran menos días, habría más oportunidades. Más gente trabajando menos y disfrutando más de la vida.
Dicen que la gente sabe lo que no quiere, pero no sabe lo que quiere.
Cuando uno sabe lo que uno no quiere es porque uno sabe lo que quiere. Quiere algo mejor. Es un momento de gran creatividad. De gran bullicio y de gran silencio. El cambio se ve en todas partes. El ser humano perdió su ritmo de trabajo. Su rutina. Las cosas que creíamos importantes ya no tienen relevancia alguna. Por ejemplo, las jerarquías de poder. Ha ocurrido un cambio de paradigma, un cambio de prioridades, un cambio de atención. Sentimos un divorcio con la realidad que no integra nuestros sentimientos.
Hay un cambio de ritmo de la velocidad a la lentitud. El filósofo francés Paul Virilio equiparó la violencia en nuestro tiempo con la velocidad. Pero ahora, como usted ha dicho, se ha perdido el ritmo del trabajo. Toda la producción se ha desacelerado, pero la violencia permanece. ¿Cómo se relaciona esta nueva lentitud con la violencia?
El problema de Virilio fue equiparar la violencia con la rapidez. La violencia es creada cuando le quitan al ser humano su ritmo de vida, que no es rápido ni lento. Todo lo que vaya en contra de nuestro ritmo natural—sea demasiado lento o demasiado rápido—provoca frustración. Hemos dejado pasar muchas oportunidades en que las circunstancias eran propicias para un cambio inminente en la sociedad. Y dejar pasar las oportunidades crea violencia.
¿Este fenómeno tiene que ver con un cambio de prioridades?
Tiene que ver con un divorcio de la rutina.
¿Cuál es la relación entre rutina y ritual?
La rutina tiene que ver con la ruta que uno sigue. El camino usual y profano. La rutina nos crea un sentido de permanencia. Nos quita la precariedad. La rutina es el hábito de la ruta. Es banal y no tiene personalidad. El ritual necesita una ceremonia y una iniciación. Del ritual nacen los ritos, los misterios, la poesía. Y lo excepcional.