Los fondos verdes se crearon con el propósito de financiar la transición a energías verdes en los países pobres. Pero una investigación reciente encontró que los gestores de están cosechando escandalosas ganancias mediante el cobro de comisiones exorbitantes.
Los fondos verdes, también conocidos como fondos de inversión sostenible o éticos, son vehículos de inversión que se enfocan en empresas o proyectos comprometidos con la sostenibilidad ambiental, social y de gobernanza (ESG). Su objetivo es generar un impacto positivo en el medio ambiente y la sociedad a través de sus inversiones. Financiando proyectos que aborden desafíos como el cambio climático, la pobreza y la desigualdad.
El capital destinado a los fondos verdes ha experimentado un crecimiento significativo en los últimos años. Impulsado por la demanda de inversiones sostenibles y la necesidad de financiar proyectos que contribuyan a la mitigación y adaptación al cambio climático.
En 2023 el Fondo Verde del Clima de Naciones Unidas logró recaudar promesas de contribuciones por valor de unos 9.300 millones de dólares. Entre 2024 y 2027, el Fondo busca obtener contribuciones para financiar proyectos en países que son especialmente vulnerables al cambio climático. Su objetivo es superar los 10.000 millones de dólares que se recaudaron en la última ronda de tres años.
La falta de estándares globales y la ausencia de principios claros han sido identificados como retos importantes en el sector. Aunque los fondos verdes han experimentado un crecimiento importante, también se han presentado denuncias sobre malos manejos y falta de transparencia en algunos casos. Como lo que encontró Follow the Money en el caso de Climate Fund Managers.
Comisiones y ganancias escandalosas
Climate Fund Managers, una firma de inversión verde con sede en La Haya, obtuvo grandes beneficios a través de la inversión en proyectos de energía renovable en África, Asia y América Latina. Los altos rendimientos se deben en gran parte a la financiación inicial y a que los gobiernos son los que asumen los riesgos. Hasta la fecha, la Unión Europea y el gobierno holandés han invertido más de 240 millones de euros.
Fundada en 2015, ganó reconocimiento por su uso de la “financiación mixta”. Una asociación público-privada que facilita la inversión en proyectos verdes en países en desarrollo. Actualmente, Climate Fund Managers gestiona cerca de 3.000 millones de euros en activos. Con la expectativa de alcanzar casi 5.000 millones en los próximos años. Incluye cientos de millones de los gobiernos de los Países Bajos, EE UU y Canadá. Así como del Fondo Verde para el Clima de la Unión Europea y las Naciones Unidas.
El primer ministro holandés, Mark Rutte, es un firme defensor de Climate Fund Managers. La firma es copropiedad del principal Banco de Desarrollo de los Países Bajos. Rutte es un defensor el papel crucial del sector privado en la transición hacia un crecimiento económico climáticamente inteligente.
Sin embargo, ha habido controversia en torno a las comisiones que CFM cobra cada año. Cuestionadas por el propio Banco de Desarrollo holandés. Los ejecutivos de Climate Fund Managers obtuvieron ganancias millonarias. Incluso recibieron bonificaciones calificadas como “extrañamente elevadas”. Los informes anuales indican que los directivos de CFM ganan en promedio tres veces más que el primer ministro Rutte.
Negocio para gestores poco verdes
Climate Fund Managers, fundada como parte de la estrategia de inversión climática del Banco de Desarrollo de los Países Bajos, logró un gran éxito en el financiamiento de proyectos ecológicos en países en desarrollo. La estrategia se basa en atraer a inversores privados a proyectos que normalmente considerarían arriesgados. La garantía de que las instituciones públicas asumirán la mayor parte del riesgo y que las inversiones privadas estarán aseguradas por el gobierno holandés, es el principal atractivo.
Los directores de Climate Fund Managers, Andrew Johnstone, Lindsey Ord, Tarun Brahma y Georges Beukering, obtuvieron beneficios personales significativos de este programa. En 2015, la empresa de inversión de Johnstone, Phoenix Infraworks, cofundó la firma con el Banco de Desarrollo holandés, y ambos poseen la mitad de las acciones. Johnstone y Ord dejaron FMO para unirse a Climate Fund Managers. Desde entonces, sus ganancias se dispararon.
Johnstone se enriqueció cuando Phoenix Infraworks transfirió parte de su participación a Sanlam Infraworks. Una nueva empresa conjunta con el proveedor de servicios financieros sudafricano Sanlam. Desde entonces, Phoenix Infraworks ha recompensado a Johnstone con pagos mensuales y dividendos que suman millones de euros en los últimos años.
Los directivos de Climate Fund Manager, incluyendo a Johnstone, Brahma, Beukering y Ord, cobraron más de 6 millones de euros en salarios y primas en los últimos años. A pesar de las críticas, Johnstone defendió los pagos. Asegura que están en línea con el mercado y que no proceden de los aportes iniciales de gobiernos ni donantes internacionales. El Ministerio de Asuntos Exteriores holandés, copropietario del Banco de Desarrollo, también defendió los cargos. Cita un informe de investigación externo de 2016 que afirma que los niveles de compensación están dentro de los estándares del mercado.
Sueldos lejos del promedio del mercado
Sin embargo, un análisis de las compensaciones pagadas a los altos ejecutivos de fondos similares muestra que la remuneración de los ejecutivos de Climate Fund Manager está lejos de estar en línea con el mercado. Los datos de los informes anuales de otros fondos de financiación mixta e instituciones como el Banco de Desarrollo holandés e Invest International muestran que los ejecutivos de Climate Fund Managers cobraron de media un 60% más que sus homólogos en 2022.
Johnstone argumentó que Climate Fund Managers tenía que pagar a sus ejecutivos salarios competitivos para atraer y retener a las personas adecuadas. Sin embargo, Marilou van Golstein Brouwers, experta en financiación de proyectos en países en desarrollo, dijo que los pagos del fondo eran “extrañamente altos”. Cuestionó su proporcionalidad con respecto a la contribución social del capital riesgo.
Los propios inversores de Climate Fund Manager han expresado preocupación por los honorarios que la firma cobra por gestionar sus fondos. Un informe de evaluación confidencial encargado por el Ministerio de Asuntos Exteriores holandés en 2023 describe esas comisiones como “en el extremo superior de la gama esperada”. Señala que la compleja estructura de los fondos podría conducir a “riesgos de reputación”.
Johnstone se defiende
Johnstone afirma que los dos principales fondos de Climate Fund Manager cobran entre el 1% y el 2% en concepto de comisiones de gestión. Podría traducirse en ingresos de entre 420 y 620 millones de euros a lo largo de la vida de los fondos, independientemente del rendimiento de las inversiones.
FMO, el banco de desarrollo copropietario de Climate Fund Managers, admitió que había subestimado los ingresos potenciales de la firma cuando acordó las comisiones en 2015. Desde entonces, han estado en conversaciones y planea imponer condiciones a los ingresos para los nuevos fondos que está planeando. A pesar de las críticas, Johnstone mantiene que Climate Fund Manager no ha recibido ninguna comisión de rendimiento hasta la fecha, debido a la fase inicial de los proyectos.
Gran oportunidad ¿para quién?
La estrategia de combinar capital público y privado ha sido bien recibida. Especialmente en la conferencia sobre el clima COP28 celebrada en Dubai. Se espera que este tipo de inversiones mixtas sean una fuente clave de financiación para los países en desarrollo y emergentes en su lucha contra los efectos del cambio climático.
Rens van Tilburg, director del Sustainable Finance Lab, ve en la financiación mixta la próxima gran oportunidad para el sector financiero. No obstante, advierte sobre el riesgo de que estas inversiones se gestionen a través de estructuras financieras complejas. Lo que permite a los iniciados cobrar altas comisiones.
El año pasado, el CEO de Climate Fund Manager, Johnstone, acompañó al primer ministro holandés, Rutte, en una misión comercial a Sudáfrica y Namibia. Durante este viaje, la firma lanzó dos fondos de inversión especializados en la producción de hidrógeno que serán gestionados por elllos. El gobierno holandés ya comprometió 90 millones de euros para estos fondos. El objetivo es recaudar 1.800 millones de euros de inversores públicos y privados. Aún está por determinar cuánto de esta cantidad se destinará a los ejecutivos. Las negociaciones sobre la estructura de los fondos de hidrógeno y las comisiones de gestión que Climate Fund Manager puede cobrar continúan.