Hace unos años hubo en Estados Unidos un boom de artículos titulados «Si sucediera allí». Los textos imaginaban cómo la prensa estadounidense cubriría esta o aquella historia si sucediera en otro país. ¿Cómo informaría del cierre del Gobierno si pasará en una nación extranjera? ¿Las protestas de Ferguson? ¿El asedio de la milicia de Oregon? ¿El asesinato de George Floyd? ¿Black Live Matters?
La intención era utilizar los matices de la cobertura extranjera para crear un sentido de lo que el crítico literario Darko Suvin llamó «distanciamiento cognitivo». Implica separarse de la familiaridad y el exceso de confianza que pueden embotar la conciencia ante eventos extraordinarios.
Sin embargo, más que el experimento periodístico es la gravedad de los hechos recientes lo que le ha dado un nuevo giro a la manera como Estados Unidos se ve a sí mismo y como lo ve el resto del mundo.
La tesis generalizada es que las denuncias de fraude electoral, las acusaciones de manipulación o el cuestionamiento al proceso de votación ocurren solo en apartados rincones del tercer mundo. Pero no en las sólidas y poderosas democracias occidentales. Mucho menos en Estados Unidos de América. Pero están ocurriendo.
Cada nuevo giro que da esta novela en la que se ha convertido la elección presidencial demuestra Estados Unidos no son es tan diferentes del resto del mundo como se creía. Se trata de hechos que no están ocurriendo en el Cuerno de África ni en el Cono Sur, sino en la tierra de Jefferson y Madison, en la democracia que tanto alabó Alexis de Tocqueville. Y cada día los sucesos son más preocupantes.
Esto es un golpe de Estado
La más reciente muestra de la «nueva realidad política» fue la declaración del teniente general (r) del Ejército Michael Flynn, en su primera entrevista desde que recibió un indulto del presidente Trump. «Todavía hay un golpe de Estado en curso», declaró.
Hablar de golpes de Estado puede ser noticia de todos los días cuando se habla de naciones inestables en zonas conflictivas. Aunque en muchos lugares donde eran frecuentes, se han vuelto cosa del pasado. Pero que se insinúe que algo así pueda ocurrir en la democracia más «antigua y sólida del planeta», sencillamente no tiene precedentes.
«Todo lo que estamos experimentando en este momento en realidad no es más que un simple asalto al presidente. Un asalto a la República», afirmó Flynn. Y fue más allá, manifestó que la elección de 2020 estuvo plagada de fraudes en un intento de robarle el triunfo al presidente Donald Trump en nombre de Joe Biden.
«Es posible que los Padres Fundadores no supieran acerca de la guerra cibernética, pero ciertamente reconocieron la tiranía cuando la vieron», declaró.
Llamamiento de alerta
Michael Flynn hizo sonar la alarma sobre el fraude electoral masivo que, a su juicio, tuvo lugar las elecciones del 3 de noviembre. «Lo que está sucediendo en este país nunca debería suceder. Y estamos atravesando, no hay duda en mi mente, un crisol de la historia y si no corregimos lo que está sucediendo, odio pensar sobre lo que sucederá en nuestro país en la última parte de diciembre y, ciertamente, en el mes siguiente».
«No creo ni por un segundo que el país aceptará al ex vicepresidente Biden como el próximo presidente, con base en lo que sabemos que es probablemente el mayor fraude que Estados Unidos haya experimentado en nuestra historia», agregó.
Acusación contra el partido demócrata
«Han mejorado su juego», dijo Flynn sobre ciertas figuras del Partido Demócrata. «Cuando perdieron en 2016, creo que se tomó la decisión: ‘No vamos a permitir que esto vuelva a suceder'».
Luego apuntó al aumento de la división política durante los cuatro años de la presidencia de Trump. En ese tiempo, los principales medios de comunicación, junto con lo que describió como «Partido Socialista Demócrata de América», han estado tratando de destituir a Trump.
“Quiero decir, creo que lo que experimentamos durante los últimos cuatro años, y ciertamente a fines de 2016, principios de 2017, fue un esfuerzo muy fuerte para derrocar a un presidente debidamente elegido”, dijo.
Trump enfrentó una avalancha de presión política, tecnológica y también financiera sin precedentes al principio de su mandato, para obligarlo a alejarse de la política, aseguró.
Trump indultó a Michael Flynn la semana pasada. El militar retirado fue uno de los ex ayudantes del presidente, condenados durante una investigación del Departamento de Justicia sobre una presunta interferencia rusa en las elecciones. Se declaró culpable de mentir al FBI.
Alianza internacional
Michael Flynn aseguró que el «socio ideológico» de los grupos políticos de extrema izquierda de Estados Unidos, el Partido Comunista Chino, tiene interés en apoyar el golpe. «Lo que hemos visto en las últimas dos décadas es, probablemente un aumento en la velocidad de la China comunista en su plan de convertirse en la única superpotencia global en el planeta», dijo.
«Creo que tras las elecciones de 2016, cuando no obtuvieron el candidato que necesitaban, y el tipo de ideología hacia la que vieron avanzar a Estados Unidos, no iban a permitir que en 2020 sucediera los mismo», dijo.
Culpó a los sistemas de software de propiedad extranjera utilizados en las elecciones, para dejar al país vulnerable a la interferencia foránea.
Un polémico llamamiento
Michael Flynn fue más allá. Hizo un llamamiento al presidente Donald Trump para «declarar inmediatamente una forma limitada de ley marcial y suspender temporalmente la Constitución y el control civil de estas elecciones federales, con el único propósito de que los militares supervisen una reelección nacional».
A través de Twitter, compartió un comunicado de la Convención We The People (WTPC), una organización sin fines de lucro de Ohio, que compró un anuncio de página completa en el Washington Times instando a Trump a invocar la ley marcial para celebrar una nueva elección «cuando los legisladores, los tribunales y el Congreso no cumplen con su deber bajo la 12ª Enmienda» de la Constitución, que detalla el procedimiento para elegir al presidente y vicepresidente.
El teniente general retirado tuiteó un enlace al comunicado de prensa de WTPC, que incluye el texto completo del anuncio, junto con #WeThePeople, varios relatos de los aliados y abogados de Trump, y el mensaje: «La libertad nunca se arrodilla excepto ante Dios».
Acusaciones de lado y lado
Mientras tanto, los demócratas afirman que, aunque Donald Trump y otros republicanos se nieguen a reconocerlo, Joe Biden ganó las elecciones presidenciales. Muchos han mostrado la preocupación de que el presidente y otros republicanos hagan todo lo posible por mantenerse en el poder.
La campaña de Trump ha presentado una gran cantidad de demandas desde el día de las elecciones. Los críticos aseguran que el propósito de estas demandas parece no ser realmente anular los resultados de las elecciones, sino intentar crear incertidumbre y prolongar el proceso de conteo.
Ese cronograma de certificación es importante porque la ley federal dice que mientras los resultados de las elecciones se finalicen para el 8 de diciembre de este año, el resultado es «concluyente». Eso proporciona una protección contra el Congreso, que es responsable de contar los votos del colegio electoral, de cuestionar los resultados de las elecciones. En efecto, los demócratas han denunciado que, al prolongar el proceso, la campaña de Trump puede estar tratando de superar ese plazo y crear más margen de maniobra para tratar de cambiar los resultados.
Independientemente de la duración de la disputa, la Constitución establece un plazo final. Incluso si el conteo está en curso, los mandatos del presidente y del vicepresidente terminan al mediodía del 20 de enero. En ese momento, si no hay un resultado final, el presidente de la Cámara de Representantes, se convertiría en presidente interino. Probablemente la responsabilidad recaerá en Nancy Pelosi.
Michael Flynn insiste en que hubo fraude
Pese a las derrotas judiciales que ha tenido la campaña de Trump, Michael Flynn aseguró que, con los «cientos y cientos» de patriotas estadounidenses en todo el país que se presentaron para ofrecer su testimonio como declaraciones juradas a los «guerreros» en el campo de batalla legal, como Rudy Giuliani y Lin Wood, «creo que vamos para ver un cambio aquí «.
«Ya existe una corriente subterránea de cambio a favor del presidente y creo que al final del día, vamos a descubrir que ganó por un deslizamiento masivo y que asumirá el cargo en enero», dijo.
Golpe de Estado, fraude electoral, conspiración política. Suena a historia repetida en muchas partes del mundo. Pero en Estados Unidos es un proceso inédito. Pase lo que pase, una cosa parece segura: el mundo no verá a los Estados Unidos de la misma manera. Y surge la duda, ¿cómo se verán ellos a sí mismos?
Lea también: