Garry Nolan es un científico con un prestigio consolidado con base en su rigurosidad y apego a los principios de la buena ciencia. Que un hombre de su talla reconozca en un foro público que los extraterrestres tienen décadas entre nosotros atrajo todos los focos sobre su persona. Los círculos más exigentes toman muy en serio lo que dice. Considera que ningún tema debe estar vedado a la curiosidad científica.
Los extraterrestres han sido personajes recurrentes de la ciencia ficción, del cine, de la prensa sensacionalista y de las teorías conspiranoicas. Pero cada vez atraen a más científicos. Para esas mentes brillantes desentrañar otra especie, otro mundo y otra civilización es sencillamente fascinante.
Cada vez más investigadores académicos están convencidos de que no estamos solos en el universo. Para ellos basta mirar el cielo y ante la inmensidad del universo con sus constelaciones, galaxias, soles y planetas, resulta difícil pensar que solo en la Tierra haya vida. El debate escala cuando se intenta definir qué tipo de vida. Mientras unos piensan en microorganismos otros en cambio creen en especies más inteligentes que los humanos. Nolan es de este último grupo.
No es un infectólogo cualquiera
Garry Nolan tiene un impresionante y envidiable currículo. Posee un doctorado en genética. Es Profesor del Departamento de Patología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford. Ha publicado más de 300 artículos de investigación a lo largo de 30 años de carrera como inmunólogo. Posee 40 patentes. Fundó ocho empresas de biotecnología y ha sido honrado como uno de los 25 principales inventores en Stanford.
Es además un fabricante pionero de herramientas biotecnológicas. Ha logrado una reputación que se remonta a sus días como posdoctorado del premio Nobel David Baltimore en el Instituto Tecnológico de Massachusetts. Allí, Nolan codesarrolló un sistema ampliamente utilizado que aprovecha los retrovirus para llevar ADN a las células, una táctica esencial en la terapia génica.
Se dio cuenta de que, al crear plataformas para otros científicos, podría lograr una influencia que superaría la de sus propios descubrimientos de laboratorio. “No soy el mejor inmunólogo del mundo. Pero mis herramientas son utilizadas por los mejores inmunólogos del mundo”, dice.
Los éxitos más recientes de Nolan (divididos en varias empresas emergentes) se han producido en el ámbito del análisis celular profundo y los dispositivos de imágenes. Según Peter O’Toole, jefe de imágenes y citometría de la Universidad de York, en Inglaterra, “Si Garry hace algo nuevo, todo el mundo se sentará y prestará atención”.
Lo que dijo de los extraterrestres
El reconocido académico de la Universidad de Stanford sorprendió a la audiencia en el foro global SALT iConnection 2023 en Nueva York con su afirmación de que los extraterrestres no solo han visitado nuestro planeta, sino que han estado aquí durante milenios.
Su declaración se produjo durante una sesión titulada “El Pentágono, los extraterrestres Inteligencia y ovnis estrellados”. Nolan es consultor para la comunidad de inteligencia y contratistas de defensa. En su intervención fue más allá al afirmar que los extraterrestres no solo han visitado la Tierra, sino que “han estado aquí por mucho tiempo y todavía están aquí”.
En el foro iConnection planteó la posibilidad de que las entidades extraterrestres estén utilizando drones y tecnología de inteligencia artificial para monitorear a la humanidad. Según Nolan, los objetos, detectados por una variedad de sensores, incluyendo radares y cámaras infrarrojas, pueden moverse desde “50 pies sobre el agua hasta 14 millas” y volver en menos de un segundo.
Los físicos de los contratistas de defensa le han proporcionado explicaciones teóricas de cómo podría funcionar esta tecnología. Sin embargo, la implementación de tal tecnología en la realidad requeriría una cantidad de energía tan grande que es poco factible con los recursos actuales. Sostiene que incluso una pequeña porción de esa tecnología tendría el potencial de revolucionar nuestra sociedad. Recordemos que el foro SALT iConnections 2023, trata sobre la “innovación disruptiva en finanzas, economía y geopolítica” y vincular el capital de riesgo con estas disrupciones.
No es el único
Científicos de renombre han expresado públicamente sus opiniones sobre la posibilidad de vida extraterrestre en la Tierra. En la Universidad de Stanford, en la década de 1970, Peter Sturrock, actualmente profesor emérito de física aplicada incorporó a su grupo de astrofísica a un científico francés llamado Jacques Vallée.
Para conocer mejor a su nuevo colaborador, Sturrock decidió leer los libros que Vallée había escrito sobre ovnis. Esto lo llevó a un estudio de 1969, financiado por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, que básicamente desestimaba todo el tema de los ovnis. Sin embargo, Sturrock encontró discrepancias entre esa conclusión y la evidencia citada en el propio informe. En 1982, fundó la Sociedad de Exploración Científica para dar mayor visibilidad al tema.
Científicos de la Universidad de Harvard han abordado la posibilidad de vida extraterrestre. Destacan los avances en los estudios que respaldan la existencia de otros posibles escenarios para la vida en el universo. Entre ellos destaca Avi Loeb, astrónomo de Harvard, que está convencido de que sí existe vida extraterrestre. Postula que una civilización de “clase” superior podría haber creado nuestro universo en un laboratorio extremadamente lejano.
“Dado que nuestro universo tiene una geometría plana con una energía neta nula, una civilización avanzada podría haber desarrollado una tecnología que creara un universo recién nacido de la nada a través de un túnel cuántico”, escribió Loeb en un artículo de opinión publicado por Scientific American el año pasado. En la Universidad de Cornell investigadores identificaron más de 1.000 estrellas desde las cuales una hipotética civilización extraterrestre podría detectar la Tierra, observando el plano de órbita terrestre.
Conocimiento de primera mano
De los más de 300 artículos de Nolan, el publicado en la edición de enero de 2022 de Progress in Aerospace Sciences se distingue de las demás. Este artículo, que se desvía de sus intereses habituales (biología del cáncer, infecciones patógenas y diseño retroviral), aborda un tema que pocos académicos consideran: los ovnis.
En una fría noche de diciembre de 1977 en Iowa, se reportó la caída de una brillante masa roja. El suceso, presenciado por varios testigos, dos de los cuales afirmaron haber visto un objeto flotante, dejó entre 35 y 55 libras de hierro fundido ardiendo en un campo. Los investigadores, desconcertados por el fenómeno, descartaron la posibilidad de meteoritos, satélites o aviones como origen del objeto. Tampoco encontraron evidencia de un posible engaño.
Nolan y sus coautores emplearon tecnología moderna para reevaluar ciertos materiales. Aunque los resultados no fueron revolucionarios, descubrieron que el metal era principalmente hierro con elementos isotópicamente comunes. Pero mezclados de manera atípica. Sugirieron que el hierro podría ser combustible desechado por un vehículo aéreo avanzado.
Aunque se abstuvieron de sacar conclusiones, su objetivo era presentar datos que pudieran aplicarse a otros restos de supuestos encuentros con ovnis. Con la esperanza de aportar claridad científica a un campo que ha carecido de ella. El estudio fue histórico en su propio derecho. Fue la primera vez que un artículo en una revista revisada por pares examinó seriamente supuestos artefactos ovnis.
El estudio de los pilotos
El científico de Stanford se ha convertido en una figura clave en el creciente interés por los ovnis. Aparece en periódicos y televisión. Lo consultan oficiales militares. Incluso fundó una organización sin fines de lucro para explorar las implicaciones de las naves espaciales extraterrestres en la política, la ciencia y la economía.
En el año 2013, dos individuos hicieron una visita al laboratorio de Nolan en su campus universitario. Aunque se abstiene de revelar sus identidades, menciona que uno de ellos se presentó como ex-agente de la CIA y el otro como ejecutivo de una compañía aeroespacial. Ambos llegaron con imágenes de resonancia magnética que revelaban escaneos cerebrales de pilotos, agentes de inteligencia y otras personas que sufrían diversas enfermedades, cuyas causas posibles se atribuían a la supuesta cercanía a objetos voladores no identificados (ovnis).
Estos individuos estaban al tanto de que Nolan era un innovador en una técnica conocida como CyTOF, que estaba transformando el análisis de células, y que contaba con un potente equipo para análisis de sangre. Por lo tanto, buscaban su colaboración para obtener más información. El científico de Stanford decidió formar parte del proyecto. Esta decisión lo llevaría a interactuar con veteranos investigadores de ovnis, incluyendo a Jacques Vallée y con funcionarios gubernamentales encargados de investigar informes de ovnis.
El hallazgo
Entre estos funcionarios se encontraba Jay Stratton, quien se retiró del gobierno de los Estados Unidos en 2022 como el primer director del Grupo de Trabajo sobre Fenómenos Aéreos No Identificados. Stratton proporcionó el nombre de Nolan a los pilotos que estaban preocupados por haber estado expuestos a los sistemas de propulsión de los ovnis, pero que eran reacios a hablar con un médico militar.
En un artículo que Nolan compartió con VICE en 2021 contó que los cerebros de algunos pilotos habían sufrido daños terribles, comparando la atrofia o pérdida gradual de volumen cerebral con la que experimentan los pacientes con esclerosis múltiple, una enfermedad neurodegenerativa.
Describió a los testigos de los Fenómenos Aéreos No Identificados (UAP) como si presentaran una variedad heterogénea de síntomas. Reveló que una persona resultó herida en el Skinwalker Ranch, un rancho privado en Utah conocido por su actividad paranormal, incluyendo avistamientos de UAP.
Nolan también mencionó que había analizado fragmentos supuestamente de UAP y que en un caso encontró proporciones inusuales de isótopos radiactivos en una muestra de magnesio de una supuesta explosión de un OVNI en Brasil. Dijo conocer a personas que están intentando descifrar la tecnología UAP mediante ingeniería inversa.
Tema serio
El trabajo de Nolan sobre ovnis ha coincidido con un período en el que el tema está ganando un nuevo respeto. Este cambio de actitud se hizo evidente el 16 de diciembre de 2017, cuando el New York Times publicó un artículo en primera plana que revelaba que el Pentágono había estado ejecutando un programa encubierto de ovnis durante una década.
Para sus asociados las expresiones de Nolan responden a su necesidad mirar más allá del status quo. «El hecho de que Garry esté impulsando el tema OVNI proviene del mismo lugar que lo llevó a impulsar todas las otras tecnologías. Todo está impulsado por la misma cosa», dice Michael Angelo, profesor asistente de patología y ex postdoctorado de Nolan.
Uno podría pensar que un científico arriesgaría su reputación al abordar temas que tradicionalmente se consideran material de tabloides. Pero Nolan no tiene miedo de desafiar esta noción, argumentando que los científicos no deberían descartar ninguna posibilidad. “No es así como actúa un científico. Si descartas una posible solución, podrías pasar la eternidad buscando la respuesta en el lugar equivocado”, afirma Nolan en un artículo de Stanford Magazine.
Enorme potencial científico
Nolan sostiene que los beneficios de la investigación pueden ser significativos. Como ejemplo, menciona los descubrimientos que llevaron al microprocesador. “Sólo esa pequeña idea sobre cómo manipular los semiconductores cambió la civilización”, dice Nolan. Incluso cuando las investigaciones sobre ovnis no conducen a descubrimientos paranormales, pueden llevar a avances en otros campos. Por ejemplo, las resonancias magnéticas enviadas al laboratorio de Nolan en 2013 revelaron actividad en dos áreas del cerebro, el caudado y el putamen. Esto inspiró a Nolan a colaborar con científicos de Harvard en una investigación que ha ampliado la conciencia sobre su papel en la inteligencia y la intuición.
“Imagínese si hubiera una inteligencia no humana aquí haciendo algo extraordinario con la física y lo ignoramos porque simplemente creemos que no se ajusta a nuestras ecuaciones”.
Garry Nolan
Nolan mantiene una perspectiva dual. Como individuo, cree en la existencia de los ovnis, una creencia fundamentada en sus experiencias personales y en lo que ha presenciado y escuchado desde que se adentró en este ámbito. En junio, su nombre acaparó los titulares internacionales cuando declaró que estaba completamente convencido de que seres extraterrestres habían visitado nuestro planeta.
Sin embargo, esa fue una declaración personal. Como científico, es consciente de que aún no se ha superado el umbral de la prueba en el ámbito público. “No poseo nada que pueda mostrarles a mis amigos, algo que pueda flotar en la mesa de la cocina debido a la antigravedad. Estoy de acuerdo en que aún no disponemos de datos sólidos, pero no me impidan intentar obtenerlos”, afirma.