Como si las consecuencias del cambio climático no fueran suficiente, resulta que también puede cambiar el comportamiento de algunas garrapatas. Debido al calor, ciertas especies podrían atacar a humanos en lugar de caninos. A temperaturas de alrededor de 38º C, algunas garrapatas marrones se sentían más atraídas por las personas que por los perros, de acuerdo con algunos experimentos.
Las garrapatas pueden transportar el patógeno que causa la fiebre maculosa de las Montañas Rocosas, una enfermedad infecciosa potencialmente mortal, por lo que el riesgo es altísimo. El hallazgo sugiere que un clima más cálido podría conducir a una mayor propagación de la enfermedad desde garrapatas a humanos. Así lo informaron investigadores en la reunión anual de la Sociedad Estadounidense de Medicina e Higiene Tropical.
Laura Backus, investigadora de la Facultad de Medicina Veterinaria Davis de la Universidad de California, explica que se pueden esperar brotes más grandes y frecuentes de esta fiebre. Especialmente cuando hace calor, que ahora ocurre con más frecuencia. Quienes tienen fiebre maculosa de las Montañas Rocosas pueden morir si no reciben tratamiento con antibióticos dentro de los cinco días siguientes a la aparición de la enfermedad. De hecho, la tasa de mortalidad ronda el 10%.
Las garrapatas y el clima
Esta teoría no es nueva. Investigaciones anteriores en Europa ya habían sugerido que las garrapatas son más agresivas con las personas en climas cálidos. Para averiguar si la preferencia de huésped de las garrapatas marrones del perro depende de la temperatura, Backus y sus colegas capturaron bebés y adultos de dos grupos o linajes genéticamente distintos de la especie, Rhipicephalus sanguineus.
Un linaje provenía de una región cálida de Arizona y se consideraba una garrapata tropical. El otro, de Oklahoma, tolera el clima más frío y se considera templado. Los científicos compararon el comportamiento de las garrapatas a una temperatura ambiente de 23º C y una temperatura sofocante de 38º.
En 10 ensayos separados a cada temperatura, los expertos colocaron alrededor de 20 garrapatas de ambos linajes y grupos de edad en el centro de un tubo plástico. Se les dio la opción de moverse hacia un perro o un humano. Normalmente, la preferencia es el perro, pero a temperaturas más altas, las garrapatas tropicales mostraron preferencia por los humanos.
Modificación del comportamiento
Todavía no está claro por qué las garrapatas tropicales adultas cambiaron su preferencia a altas temperaturas. Sin embargo, puede tener algo que ver con la forma en que sienten a sus anfitriones. Backus explica que es posible que sus receptores químicos en el cuerpo se activen de manera distinta a altas temperaturas, pero no está del todo claro.
Durante las últimas dos décadas, Estados Unidos ha experimentado un aumento constante de enfermedades transmitidas por garrapatas. En el año 2000, hubo 495 casos de rickettsiosis por fiebre maculosa, una categoría que incluye la fiebre maculosa de las Montañas Rocosas. Así lo informaron los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos.
Ahora, cada año se reportan en los Estados Unidos de 4.000 a 6.000 casos de fiebres manchadas transmitidas por garrapatas. Diferentes tipos de ellas pueden transportar la bacteria que causa la fiebre maculosa de las Montañas Rocosas; pero la garrapata marrón del perro es responsable de la propagación en el suroeste de ese país.
La fiebre maculosa
Esta afección produce erupción, dolor de cabeza y fiebre alta. Predecir sus brotes es complejo, pero saber qué hace que las garrapatas persigan a los humanos podría contribuir con este monitoreo. Backus cree que se si pueden identificar las situaciones que llevan a que los humanos sean mordidos, entonces se podrá intervenir rápidamente y reducir los casos.
La mayoría de quienes se enferman, lo hacen dentro de la primera semana después de la infección. Sin embargo, es posible que algunos signos y síntomas no se manifiesten por hasta 14 días. A menudo, los síntomas iniciales no son específicos y pueden parecerse a los de otras enfermedades.
Algunos son fiebre alta, escalofríos, dolores musculares e incluso náuseas y vómitos. Investigaciones anteriores ya se habían atrevido a señalar los cambios de temperatura como posibles factores a tener en cuenta en el comportamiento de las garrapatas. A fin de cuentas, ellas no son las únicas que han cambiado con el aumento de temperaturas.
Cambio climático y modificaciones en el comportamiento de animales
Una investigación publicada en la revista Science, que recopila datos desde 1991, muestra cómo el fenómeno climático está afectando el comportamiento de varias especies. Más de 100 científicos firmaron el estudio, que se centra en animales que viven en el Ártico.
Los especialistas recopilaron más de 200 estudios de rastreo de animales terrestres y marinos desde 1991, hasta el presente. En ellos monitorearon los movimientos de más de 8.000 especies que muestran que varias están cambiando y eso podría afectar su capacidad para alimentarse, aparearse y sobrevivir.
El Ártico se está calentando. Esta variación de temperatura ha cambiado los comportamientos de águilas reales, osos, caribúes, alces y lobos. Como parte del estudio, compararon los movimientos de más de 100 águilas reales entre 1993 y 2017; se descubrió que las aves inmaduras que migran hacia el norte en primavera llegaron a esa región antes de lo usual, después de un invierno suave. Estos datos indican que las temperaturas cálidas pueden empujarlas a migrar más temprano.
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