Puede que no sea el Camp Nou, pero la organización benéfica del Fútbol Club Barcelona está llevando el fútbol a los campos de refugiados en Lesbos para que los niños que viven en ellos puedan experimentar el deporte rey.
Los organizadores dicen que las sesiones de entrenamiento de fútbol para los niños, que tienen lugar en dos campos de refugiados en la isla griega, promueven el diálogo, el respeto y la tolerancia entre los jóvenes participantes, ayudándoles a reducir el estrés y crear lazos de amistad.
«Sabemos que podemos influir en ellos, podemos ayudarles a soñar, podemos enseñarles el futuro», dijo Jordi Cardoner, vicepresidente del Barcelona y de la Fundación Barça.
Lesbos ha sido una de las principales puertas de entrada a Europa para los refugiados que huían de conflictos. Cientos de miles de refugiados pasaron por Grecia en el pico de la crisis migratoria de Europa en 2015 y 2016.
Very soon the children from Kara Tepe camp in Lesbos will be able to participate in our project #FutbolNet @FundacioFCB #WithRefugees pic.twitter.com/fSq2zG3XuU
— Barça Foundation (@FundacioFCB) June 8, 2017
La entrada griega se ha cerrado en gran parte, pero hasta 15.000 refugiados permanecen en campamentos en las islas griegas periféricas en condiciones denunciadas como inhumanas por muchas organizaciones humanitarias.
Algunos campamentos de las islas griegas están tan congestionados que acogen al doble de su capacidad, según las últimas cifras del gobierno. Para reducir este hacinamiento, las autoridades han empezado a trasladar a cientos de personas a instalaciones en el continente.
Cientos de niños se han apuntado al programa del FC Barcelona «FutbolNet» desde su implementación en julio de 2017, con el apoyo de la Fundación Stavros Niarchos y la ONG Movement on the Ground.
Programa con valores
Niños de dos campos de refugiados asisten a la academia de fútbol en la isla. Las sesiones de entrenamiento duran dos horas y tienen lugar tres días a la semana. En el proyecto participan entrenadores que también son refugiados y que han recibido asilo.
«Estos chicos son menores no acompañados, están aquí sin sus padres y no tienen a nadie que les diga qué está bien o qué está mal», apuntó Aesa Osso, un entrenador sirio.
«En este programa ellos aprenden un montón de valores como el respeto, trabajo en equipo, por ejemplo 20 niños están viviendo en una caja y se ayudan unos a otros a limpiar el espacio cada día«, apuntó, refiriéndose a los contenedores de envíos en los que muchos de los refugiados viven. Muchos viven también en estructuras de plástico.
Igualmente, un tercio de los participantes en el programa son niñas. Baloot Ali de Pakistán, que vive con sus tres hermanas en el campo de refugiados Kara Tepe, en Lesbos, sueña con convertirse en entrenadora de fútbol. «Solían decir que el fútbol era solo para chicos y no para chicas, pero ahora no hay diferencia. Somos iguales«, comentó a Reuters la joven de 15 años.
Esta iniciativa del equipo catalán va de la mano de su nueva campaña «Sports For Change» (Deporte para el cambio), que ha desarrollado junto a UNICEF, con quien cumple 13 años de alianza.
Con información de Reuters.
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