Se ha tenido que esperar cinco días de duras negociaciones para que, por fin, la fumata blanca aparezca en el cielo de Bruselas. Esta cumbre del Consejo de Europa, una de las mas largas de la historia de la Unión Europea, ha logrado con perseverancia y tesón un acuerdo histórico que pocos se podían imaginar hace pocos meses.
No se trata de saber quien ha ganado o quien ha perdido, o los del norte o los del sur. Aquí el vencedor incontestable, porque además se jugaba su futuro, es Europa y la Unión.
Este golpe de timón de la UE provocado por la post Covid19, supone una bocanada de oxigeno y sobre todo un relanzamiento del concepto y modelo europeo.
Con este acuerdo histórico se despeja el futuro y es además un gran día para todos los que creemos en la Europa y en su proyecto.
La aprobación del plan de recuperación que alcanza los 750.000 millones de euros y de los cual 140.000 millones vendrán para España, y que representa el 11% de su PIB, es un salvavidas y un salvoconducto para nuestra economía.
Mutualizar la deuda con transferencias y subsidios va aliviar y permitir con recursos y ayudas enfrentarnos con mayor solvencia a la inmensa crisis que nos viene encima.
Ahora bien todas estas ayudas que serán supervisadas por la Comisión, deben de ser invertidas con responsabilidad, compromiso y fiabilidad.
Es el momento para España de replantearse parte de su futuro con la necesidad de reformas importantes, como reforzar su reindustrialización y con una apuesta clara hacia una economía resilente, verde y mas digital.
Este acuerdo histórico que quedara en los anales de la Unión Europea se ha fraguado también gracias a Ángela Merkel que esta vez ha apoyado a los países del sur. El eje franco-alemán con Italia y España ha sido fundamental para llegar al acuerdo.
Aquí todos los partidos y agentes sociales han celebrado y se han congratulado por el pacto. Con un “pero” del presidente del PP, Pablo Casado que como de costumbre intenta sacar un provecho partidista.
Todos hemos ganado, toca ahora poner manos a la obra y alcanzar la unidad como en Bruselas. También en España necesitamos fumata blanca.
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