Por Andrés Tovar
21/12/2016
«Cuando era niña en mi Bélgica natal, me pusieron a trabajar como esclava sexual. Mi madre me vendió, El jefe de esta red de pedófilos era un ministro del gabinete belga. Los clientes eran miembros de la élite. Reconocí a la gente de la televisión. Sus rostros eran familiares para las masas, mientras que me enfrentaba con el lado oscuro de su adicción al poder – el lado que nadie creería que existía. Me encontré con VIP, Jefes de Estado europeos, e incluso un miembro de una familia real«.
Así cuenta su historia Anneke Lucas, una exprostituta que decidió compartir su historia en Real Women Real Stories, un proyecto impulsado por hombres que quiere dar «voz a las mujeres que sufren» desórdenes de alimentación, abusos sexuales o discriminaciones por género.
La miniserie también cuenta la historia de Bree Olson, una ex estrella de cine porno.
«Tengo un mensaje muy importante para vosotras. No lo hagáis (…) La gente me mira como si fuera inferior y me he dado cuenta de que es imposible volver hacia atras en el tiempo para intentar ser, por ejemplo, enfermera, profesora o trabajar para alguna empresa. Cuando conozco a alguien, después de saber quién soy dejan de querer ser amigos míos» dice la joven que llegó a ganar 60.000 dólares al mes como intérprete de cine para adultos y que hoy asegura que al salir de casa siente que lleva la palabra «puta» en la frente y el resto las palabras despectivas que la gente ha usado en las redes sociales para insultarla.
Real Women Real Stories comenzó en marzo de este 2016, en honor al Día Internacional de la Mujer. Todas las semanas se estrenan un nuevo episodio, con una mujer diferente.
«Real Women Real Stories no es en absoluto la manera más obvia para combatir problemas como la violación, el sometimiento, la discriminación de género. Incluso el propio nombre del proyecto es objeto de controversia, que podría jugar a varias impresiones erróneas. Sin embargo, lo que importa para mí y a la mayoría de las mujeres que participan en la minioserie es es sacar a la luz estos problemas e injusticias con la esperanza de que nuestro proyecto contribuya a galvanizar a las masas para exigir cambios» señala Matan Uziel, uno de los productores del seriado a The Huffington Post.
Los episodios (hasta el momento, sólo en inglés) se pueden seguir en su canal de YouTube. Además, se puede estar al día sobre la serie en su página en Facebook y en su perfil de Twitter.
Las mujeres se enfrentan a una enorme cantidad de dificultades en la sociedad. Bien conocido es el impacto de la violencia machista en nuestros países, pero también nuestras mujeres son sometidas a otros tipos de abusos que van más allá de los golpes: el acoso sexual, las presiones para bajar de peso, entre otras; muchas de ellas se quedan en silencio.
Esa es la importancia de una iniciativa como ésta: cuando una mujer da un paso al frente para contarlo, también abre la puerta para que otras lo cuenten también. (Esperamos una iniciativa similar en español, muy necesaria).