Ante las medidas de confinamiento para prevenir la propagación del coronavirus, los huelguistas escolares del movimiento Fridays for Futures han pasado meses organizando protestas digitales contra los líderes mundiales que, según el grupo, no actúan con urgencia sobre el cambio climático. Sus manifestaciones de los viernes se había hecho una tradición hasta antes de la pandemia. Pero han decidido tomar de nuevo el toro por los cuernos. Hoy vuelven a salir a la calle.
«Fridays for Future» comenzó cuando la activista Greta Thunberg decidió irse de pinta de la escuela para sentarse sola frente al Parlamento de Suecia en 2018. A partir de allí, algunos medios de comunicación, redes sociales y grupos de activistas han convertido la postura de la joven, de culpar a las generaciones anteriores por la crisis ambiental, en un símbolo de la lucha para detener el cambio climático.
Esta ola de protestas aumentó significativamente y, para finales del año pasado, logró un importante apoyo. Pero la pandemia obligó a cerrar escuelas en todo el mundo y los niños y jóvenes fueron confinados a sus casas.
Activismo en tiempo de pandemia
El movimiento apuntaba a iniciar 2020 con una escalada de manifestaciones y un mayor protagonismo, especialmente luego de que a finales de año pasado, científicos y voceros de organismo internacionales advertían que el tiempo se agotaba y que el mundo se acercaba a una fecha de no retorno para reducir las emisiones y revertir los efectos del cambio climático.
Pero 2020 trajo un as bajo la manga. Una emergencia de salud pública sin precedentes llegó y asestó un duro golpe al activismo climático. Los representantes de Fridays for Future han dicho que los manifestantes escolares se tomaron muy en serio las restricciones. Por ello, detuvieron las protestas públicas de inmediato y llevaron su activismo a Internet.
El 24 de abril, Fridays for Future organizó una «huelga digital», que acumuló más de millón de visitas. Los voceros señalaron que, si bien no estaban físicamente parados juntos, estaban luchando todos juntos.
De nuevo en acción
Las protestas de este viernes constituyen la primera acción global del grupo desde que estalló la pandemia y sigue a reuniones entre destacados activistas y líderes mundiales. El mes pasado, Thunberg y otros activistas climáticos presentaron a la canciller alemana Angela Merkel una carta firmada por casi 125.000 personas exigiendo a los líderes de la UE «dejar de fingir que podemos resolver la crisis climática y ecológica sin tratarla como una crisis».
Pidieron el cese inmediato de las inversiones y los subsidios en combustibles fósiles. En Alemania, presionaron al gobierno para que adelantara su fecha límite para eliminar el carbón, cambiándola de 2038 a 2030. También exigieron que el país se volviera neutral en carbono para 2035, en lugar de 2050.
En el mundo entero
Unidos bajo la dirección de Greta Thunberg, los jóvenes se manifestaron en todo el mundo este viernes para exigir acciones urgentes para detener el cambio climático. Los organizadores denunciaron que un clima salvaje está causando estragos en todo el mundo, desde incendios que asolan el oeste de los Estados Unidos hasta olas de calor anormales en el Ártico siberiano e inundaciones récord en China.
Afirmaron que las protestas recordarían a los políticos que, si bien el mundo estaba concentrado en la COVID-19, la crisis climática no se ha ido.
Se planificaron manifestaciones en más de 3.100 lugares. Australia, Japón y Fiji fueron los primeros en comenzar. Sin embargo, las restricciones relacionadas con la pandemia limitan el tamaño de las reuniones. Parte de la actividad se realizó en línea.
Diversos puntos de encuentro
En Estocolmo, Thunberg y un puñado de miembros de Fridays for Future, se reunieron frente al parlamento. La activista sueca dijo en un tuit el jueves que los huelguistas «volverán la semana que viene, el mes que viene y el año que viene. Por el tiempo que sea necesario».
En Australia, miles de estudiantes participaron en unas 500 pequeñas reuniones y protestas en línea para exigir inversiones en energía renovable y oponerse a la financiación de proyectos de gas. Los organizadores pedían a las personas que publicaran fotos en las redes sociales y se unieran a una llamada global de Zoom de 24 horas. Mientras, los que salían a las calles debían seguir las pautas locales sobre el tamaño de las reuniones y el distanciamiento social.
El movimiento Fridays for Future de Alemania organizó cientos de protestas en todo el país para garantizar que la acción climática sea un tema clave en las elecciones del país dentro de un año.
En la Puerta de Brandeburgo, en Berlín, la gente se unió a la protesta sentada con máscaras y observando las reglas de distanciamiento social. Corearon consignas como «¡Poder para la gente, porque la gente tiene el poder!» y «¡Estamos aquí! ¡Somos ruidosos!»
En Canadá, los estudiantes decidieron salir de la escuela o cerrar las clases en línea para al Gobierno para que cumpla sus vagas promesas ambientales. Los adolescentes y sus aliados realizaron sentadas y acciones, manteniendo el distanciamiento social, fuera de las oficinas de los parlamentarios liberales federales.
España se activa
En España, las previsiones de las entidades convocantes indicaron la gran mayoría de las actividades se realizarían a través de internet, debido a la medidas de protección sanitaria, en una veintena de ciudades.
Entre las actividades previstas inicialmente se incluyó una sentada a las 18:00 horas, frente al Congreso de los Diputados, en Madrid, aunque su celebración estaba pendiente de confirmación por motivos de seguridad sanitaria.
“Vivimos en medio de una pandemia, pero el cambio climático es una crisis tan grande como siempre lo ha sido. ¡Hacemos un llamado para el día de acción global el 25 de septiembre, de cualquier manera que sea segura para ti y tu comunidad!”, publicó en su página en internet Juventud por el Clima, la seccional española de Fridays For Future.
«La pandemia de la COVID-19 ha hecho tambalear los cimientos de nuestro sistema (…) El virus no es causa, sino consecuencia de una crisis sistémica profunda, y supone un cambio de contexto que apenas empezamos a comprender», destaca el manifiesto del grupo.
La huelga de los zapatos
En una forma de protesta muy particular, Parents For Future Oxford organizó una «huelga de zapatos» frente a la Cámara Radcliffe de Oxford, en Inglaterra. El evento tuvo lugar este viernes entre las 7:00 y las 10:00 am. La organización benéfica distribuyó pares de calzado para niños y adultos, algunos con notas adjuntas sobre «esperanzas, deseos y temores para el futuro».
Los zapatos representan a aquellos que no pueden protestar debido a restricciones por el coronavirus y a las generaciones futuras, aún no nacidas, que serán las más afectadas por la crisis climática, explicaron los organizadores.
Los padres de todo el mundo se unen este viernes a los jóvenes en huelga climática. Además de Oxford y otros lugares del Reino Unido, se programaron protestas en Brasil, Nigeria, India, Australia, Polonia, Israel y Alemania. Los organizadores son parte de la red global Parents for Future, que consta de 130 grupos de 27 países.
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