Por Cambio16
02/05/2017
A menos de una semana de la segunda ronda de las elecciones presidenciales en Francia, los candidatos han vuelto a expresar su opinión sobre la Unión Europea y su futuro. Esta vez, ambos se han mostrado críticos sobre la manera de funcionar del bloque y han coincidido en que necesita reformas radicales.
Marine Le Pen, que ha hablado en reiteradas ocasiones de la necesidad de abandonar la UE, ha asegurado en declaraciones a la radio Europe 1 que, a pesar de «ser europea», no desea que su país forma parte de «la estructura política llamada Unión Europea, que se ha desviado completamente de su curso».
Para Le Pen, «el problema principal de la UE» reside en el hecho de que «se ha vuelto casi totalitaria«. Sin embargo, la candidata del Frente Nacional espera que, junto con otros países europeos que comparten sus ideas, pueda «cambiar radicalmente» su modelo de funcionamiento. Así, la política ha propuesto «dar un nombre nuevo a esta nueva Europa de naciones y de colaboración», como «Alianza Europea de Estados Independientes».
La candidata del Frente Nacional ya prometió que, en el caso de que acceda al poder, convocará un referéndum para que Francia salga de la UE y sobre el euro en la primera mitad de 2018, estimando que su país debe disponer de una moneda propia porque «el euro está muerto»
Pero ahora, casi sorpresivamente, al igual que Marine Le Pen se opone abiertamente a la UE, Enmanuel Macron, candidato a la presidencia de Francia por el partido En Marche! y quien ha apoyado el bloque desde los inicios de su campaña electoral llegando a definir como una prioridad la protección de los intereses de la UE y sus ciudadanos, después de la salida de Reino Unido, en un aparente intento de arrebatar votantes euroescépticos a Le Pen, este lunes ha adoptado una línea más crítica, al asegurar que la Unión Europea debe reformarse o, de lo contrario, su país podría acabar abandonando el bloque.
Aunque Macron ha reiterado que se califica como «pro europeo» y que la política de la UE «es extremadamente importante para el pueblo francés» y para el lugar de su país «en la globalización», Macron considera que «la disfunción de la UE ya no es sostenible». En este sentido, considera importante «escuchar a nuestra gente y al hecho de que, hoy en día, se muestra enormemente irritada e impaciente», según ha destacado a la BBC.
El exministro francés sostiene que la UE necesita reformas y que, de ser elegido como presidente, planea dedicar su mandato a «reformar de manera profunda la Unión Europea y nuestro proyecto europeo» porque, si el bloque no cambia su línea política, eso no solo dañará la globalización, sino que también supondrá una «traición» y podría derivar en «un ‘Frexit’ o un nuevo Frente Nacional».
La Constitución de Francia establece que «la República forma parte de la Unión Europea», con lo cual, un ‘Frexit’ requeriría un cambio constitucional. Según su artículo 89, cualquier modificación en esa Carta Magna debe ser propuesta por el Gobierno, no por el presidente. Además, tiene que ser refrendada por ambas cámaras legislativas y recibir la aprobación mediante una votación pública en referéndum o por el 60 % del Congreso.