Los motores comienzan a encenderse en torno a la cumbre climática de la COP27, que se efectuará noviembre en Sharm El-Sheikh (Egipto). Los participantes empiezan a pulir sus propuestas para encarar la crisis climática. A la misma velocidad, pero a veces en carriles diferentes, surgen las controversias. Una propuesta para promover el gas como combustible puente para África, en medio de las conversaciones de la ONU, fue anulada por los negociadores climáticos.
El consejo ejecutivo de la Unión Africana (UA) planteó que las naciones africanas adoptaran una posición común en la COP27 sobre el desarrollo energético de África. Sugería que las naciones que “continúen desplegando todas las formas de sus abundantes recursos energéticos. Incluidas las energías renovables y no renovables, para abordar la demanda de energía”. La propuesta implicaría el financiamiento de gas, hidrógeno verde y bajo en carbono y, energía nuclear para “desempeñar un papel crucial en la expansión del acceso a la energía moderna en el corto y mediano plazo”.
Funcionarios de la Unión presentaron la propuesta al Grupo Africano de Negociadores en una reunión en Addis Abeba, Etiopía. Esperaban que los negociadores climáticos la adoptaran como la posición del grupo en la próxima cita climática de la ONU. Pero los diplomáticos climáticos, incluidos representantes de la presidencia egipcia de COP27, argumentaron que una postura a favor del gas era demasiado controvertida. Y distraería prioridades como la adaptación y el financiamiento climático, dijeron fuentes cercanas a la discusión a Climate Home News.
Si bien los negociadores finalmente se remiten a los líderes políticos, ahora se necesitaría una intervención extraordinaria de los jefes de Estado africanos ante la cumbre para forzar la posición.
En África buscan cohesionar posición sobre el gas
La Unión Africana, en colaboración con otras instituciones panafricanas, invitó a cerrar filas en una propuesta común ante la COP27. El planteamiento exhorta a los países de África a desplegar todas las formas de sus abundantes recursos energéticos, incluido el gas natural. El debate también se dio recientemente en el parlamento europeo, sobre si el gas y la energía nuclear son renovables.
El Comisionado de Infraestructura y Energía de la Unión Africana, Amani Abou-Zeid, considera que sería «un gran paso adelante». La posición conjunta permitiría “confirmar el derecho de África a un camino diferenciado hacia el objetivo del acceso universal a la energía. Garantizando la seguridad energética del continente y fortaleciendo su resiliencia. Al mismo tiempo que actuaría de manera responsable hacia el planeta al mejorar el mix energético”, argumentó.
El acceso a la energía actualmente es bajo en África, en comparación con otras regiones. Más de 600 millones de africanos viven sin servicios de electricidad. Mientras que 900 millones carecen de acceso a instalaciones limpias para cocinar. La propuesta común alentaría a lograr un equilibrio entre garantizar el acceso a la electricidad y la transición sin problemas hacia fuentes de energía limpias y renovables.
Al menos 10 naciones africanas apoyan el gas como “combustible de transición” y el gobierno egipcio está buscando acuerdos de petróleo y gas. Al término de la reunión, el principal negociador climático de Egipto, Mohamed Nasr, dijo que el trabajo de la presidencia de COP27 sobre la transición energética en África se centró en el acceso a la energía. “África tiene el mayor número de personas sin acceso a la energía: 600 millones. Queremos reducir este número en un 50% en los próximos 5 años”, agregó.
Ofrecer servicio de electricidad a millones de africanos
Jean-Paul Adams, director de la división de cambio climático de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para África, organizó la reunión. Señaló a Climate Home que muchos países africanos no tienen acceso a fuentes renovables como la geotérmica y la hidroeléctrica que pueden proporcionar generación de carga base.
“La posición común de los países de África no exige una inversión desenfrenada en gas, sino un enfoque científico. Con el fin de acelerar el acceso a la energía impulsado por una transición a las renovables, con claridad sobre el modo de transición que sería específico del país”, dijo.
El documento técnico detrás de la propuesta de la Unión Africana, con fecha de junio argumenta que, según los patrones de inversión actuales, alrededor de 570 millones de personas en África permanecerán sin acceso a la energía moderna para 2030.
Para cerrar la brecha sin comprometer el desarrollo económico, la Unión Africana pidió apertura a todas las fuentes de energía, limpias y sucias. “África necesitará un ‘espacio de desarrollo energético’ para seguir el ritmo de sus ambiciones de acceso universal”, precisa.
Una figura adjunta plantea inversiones en petróleo y carbón a mediano plazo, con financiamiento para gas, energías renovables, energía nuclear e hidrógeno verde a largo plazo.
El documento tomó los resultados de la COP26 sobre la reducción gradual de la energía del carbón. La eliminación gradual de subsidios a los combustibles fósiles ineficientes. Y que los países intensifiquen su ambición climática para 2030. Como «dejar África en una posición desventajosa para usar recursos energéticos específicos”.
La sociedad civil africana no estuvo de acuerdo. Enviaron a los negociadores climáticos un memorando calificando la propuesta como “irreconciliable con el éxito en COP27”. E instándolos a centrarse en el “enorme potencial de energía renovable” del continente.
Mirar hacia las renovables
Mohamed Adow, director de Power Shift Africa, se refirió a la propuesta. “Sería una traición vergonzosa para los africanos, que ya están en la primera línea de la crisis climática, si los líderes africanos utilizan la cumbre climática COP27 para encerrar a África en un fósil como el gas”.
Adicionó que “lo que África no necesita es estar encadenada a una costosa infraestructura de combustibles fósiles que quedará obsoleta en unos pocos años a medida que empeore la crisis climática”.
Un informe reciente sobre la transición energética en África realizado por Climate Action Tracker argumenta que no se deben realizar nuevas inversiones en exploración y producción de gas, incluso en África, si se quiere cumplir el Acuerdo de París. Apostar por estrategias de desarrollo que se basan en el riesgo de que la infraestructura de gas se quede varada y la exploración de petróleo y gas a menudo ha sido contraproducente para los objetivos de desarrollo.