Los abogados del presidente Donald Trump están dando la pelea para demostrar el fraude electoral. En una comparecencia de dos horas ante la prensa el equipo jurídico presentó parte de las evidencias. Con nombres, lugares y fechas, el jefe del equipo, Rudy Giuliani, relató cómo se perpetró la operación para burlar el principio instaurado por la democracia estadounidense de «un hombre, un voto».
Giuliani aseguró que todavía tienen más líneas de investigación abiertas con gran volumen de pruebas. También aprovechó para dirigirse a los medios de comunicación y les reclamó su ceguera y silencio ante las irregularidades que han campeado en los conteos y reconteos.
Muy molesto por la censura que se le ha impuesto a los republicanos, Giuliani dijo que la prensa está mintiendo a la gente. «Los medios de comunicación repiten y repiten que no hay pruebas del fraude. Pero hay montones de pruebas Me pregunto cuándo van a despertarse y darse cuenta de que hay un fraude electoral», declaró.
Los medios ocultan el fraude: la acusación del equipo de Trump
Desde el equipo de Trump se mantienen a la espera de que los medios «despierten» para que informen a la gente, les guste o no. Así lo sostuvo Giuliani con vehemencia. «Lo que hemo denunciado no son fantasías, como hacer creer algunos, son hechos reales. Puedo probar que Trump ganó en Pensilvania por 300.000 votos», subrayó. Y agregó que también puede probar que Trump ganó en Michigan por 50.000 votos y que no son datos que solo él conoce, sino que cuenta con testigos que lo confirman.
Hasta ahora el 90% de los medios generalistas no ha dado ningún tipo de cobertura a la narración de las evidencias que han presentado Lin Wood, Sidney Powell o el propio Giuliani. Por eso desde el equipo de Trump aseguran que «los medios ocultan el masivo fraude electoral».
Pero, ¿por qué no informan sobre las pruebas que presentó Giuliani? No son pocas, y y son apenas una muestra de todas las que poseen,
Las pruebas del fraude electoral
Giuliani enumeró las pruebas. Testigos demócratas, cientos de declaraciones juradas bajo pena de cárcel, camiones de madrugada con votos ilegales, papeletas de zombis, fiscales electorales corrompidos, pruebas del software de Dominion manipulado e incluso votos de personas que no existen. Las llevarán a los tribunales y los jueces tendrán que decidir.
Contó que Jesse Jacob, una funcionaria demócrata de Detroit, firmó un testimonio en el que asegura que varias directivos de su ayuntamiento le enseñaron cómo cometer fraude, que la entrenaron para cambiar los sobres de los votos por correo que llegaban fuera de fecha para que figuraran como entregados antes del 3 de noviembre. «No es poco, la artimaña la usaron para validar decenas de miles de votos ilegales», anotó.
Es un entramado en el que no solo Jacob está implicada, de acuerdo con Giuliani. Ella es solo un nombre más en la lista de funcionarios confesos de hacer trampas y gente del entorno que recibió instrucciones de no exigir identificación y hay un registro de miles de votante sin nombre. Y allí no termina la lista de evidencias, apenas comienza. A esta importante revelación de le suman delitos más graves, como los que ocurrieron en Michigan y que, por supuesto, no dejó de señalar.
Michigan y los camiones de madrugada
Dos fiscales electorales que estuvieron en las mesas durante la votación describieron que vieron un camión que no pertenecía al Servicio Postal. Quienes manipulaban la carga tampoco llevaban el debido uniforme de trabajo. Despertó la atención porque el vehículo apareció de repente a las 4:00 de la madrugada y sin más miles de boletas salieron del camión. Unos 100.000 votos por correo, sufragios que eran en su totalidad para el demócrata Joe Biden. Las pruebas indican que no fue el único camión que apareció de incógnito con votos inesperados para Biden.
Giuliani confirmó que tiene más de 200 declaraciones juradas de este tipo que corroboran hechos delictivos y premeditados. Por ejemplo, que fiscales de mesa vieron que decenas de miles de votos no se procesaban solo una vez, sino hasta cinco veces en la máquina. Frente a la vista de todos.
Una operación que, de acuerdo con las evidencias y declaraciones recabadas, se habría dado en Michigan, Wisconsin, Nevada, Georgia y Pensilvania. «Es absurdo que el 90% de los votos que llegaron después de la fecha de las elecciones en las distintas ciudades de los estados fueran para Biden», subrayó Giuliani.
La situación que se dio en Pensilvania la propiciaron también los cambios que hicieron respecto al voto por correo, cuando relajaron las medidas en julio poniendo la pandemia como excusa. Y en septiembre el Tribunal Supremo de Pensilvania, de jueces de mayoría demócrata, decidió que el voto por correo podía entregarse en ubicaciones distintas de las oficinas del voto.
Estos votos podrían recibirse hasta tres días después de la elección si el matasellos era anterior al cierre de urnas. Pero lo peor de todo es que si no presentaban matasellos o si estos resultaban ilegibles, se contarían como si se hubiesen recibido el día de las elecciones. Esto ahora cambió gracias a que el Partido Republicano acudió al Tribunal Supremo de Estados Unidos y pidió la suspensión cautelar de esta decisión, aunque el tribunal se negó. Sin embargo, sí pidió separar los votos tras el cierre de urnas.
«Plan sistemático de fraude»
La recopilación de pruebas por parte de los abogados de Trump no se detiene. Giuliani afirmó que en solo dos semanas han firmado declaraciones juradas cientos de observadores y fiscales demócratas y republicanos. El exalcalde de Nueva York insistió en que se trataba de un «plan sistemático de fraude en las ciudades controladas por demócratas y con antecedentes de corrupción».
Votantes muertos y sufragios repetidos
Los abogados de Trump encontraron que en Pensilvania ejercieron su derecho al voto se registraron votantes que nacieron en los años 1850, 1900, ¿cómo hicieron posible?
El equipo de Trump constató que 15.000 personas, también en Pensilvania, fueron a votar y no pudieron. Ya alguien había votado por ellas otros individuos. ¿Quiénes? Otra pregunta sin respuesta. Sin embargo, sí hay una idea de cómo se hizo. De acuerdo con las declaraciones juradas que se presentaron, los fiscales de mesa recibieron órdenes de las autoridades demócratas de votar por la gente que no había ido a las mesas. Un modus operandi del que Giuliani aseveró tener todas las pruebas. Muy a pesar de que los medios opten por indicar lo contrario.
Caos en Wisconsin con nombres inventados
Contó que en Milwaukee ocurrió lo mismo que en otros estados: a los observadores republicanos no les permitieron vigilar el proceso como era debido y aparecen 100.000 votos de personas que no figuran en ningún registro. Son votos ilegales para Joe Biden que se contabilizaron. Las cuentas indican que si estos votos no se hubiesen contado, Trump habría ganado Wisconsin. Además de que eventualmente se paró el conteo y cuando se reanudó Biden aventajaba a Trump, que iba adelante, con 30.000 votos.
En Milwaukee los investigadores constaron que había más votos que votantes registrados. Giuliani afirmó que en numerosos distritos presentan un 200% y hasta 300% de sobrevoto. Denunció que en Georgia se hizo el recuento, pero a la manera demócrata: sin auditoría. Lo mismo pasa con Arizona, donde siguen investigando y recopilando pruebas.
El papel de Dominion y Smarmatic
El rol del software de Smarmatic, subsidiaria de Domingo Voting System, es fundamental en el fraude. Es parte integral. Lo señaló la abogada Sidney Powell. Es un escándalo de escala global. La abogada del presidente Trump aseguró tener confidentes de la empresa que han firmado declaraciones juradas donde recogen que los votos son matemáticamente imposibles. Puso como ejemplo que llegaron, de repente, 186.000 votos para Biden, en forma de pico vertical, justo después de que el conteo se detuviera.
Es allí donde intervino Dominion proporcionando los votos necesarios en el sistema. Son maquinas que son hackeables y, sostuvo la abogada, lo pueden probar. Es lo mismo que ocurrió con elecciones fraudulentas que se dieron en Venezuela y Argentina bajo este sistema para que los chavistas se perpetuaran en el poder.
Pero al equipo de Trump no lo van a intimidar. Powell concluyó advirtiendo que viene más en camino y que no piensan detenerse ¿Su objetivo? Destapar el mayor caso de corrupción política.
Una gran amenaza
Los seguidores del presidente Trump aseguran que la extrema izquierda está detrás de todo el entramado de fraude electoral. Afirman que la intención de la gente de Biden no es solo de robar una elección, sino también de privar a la gente de sus derechos y libertades. Aseguran que el Partido Demócrata no es la formación política que solía ser. “A lo largo de las décadas ha sido infiltrado por la ideología marxista que ha creado los regímenes comunistas más brutales y represivos de la historia”, aseveraron desde el equipo de Trump.
Para detallar mejor su punto Giuliani recordó el año 1999, cuando Hugo Chávez llegó al poder en Venezuela, el país suramericano era uno de los principales productores de petróleo, con una sólida posición de liderazgo dentro de la OPEP. La próspera nación era el destino de millones de inmigrantes que llegaban de otros países de América Latina e, incluso, de Europa.
Luego de 20 años de dictadura socialista, se calcula que más de 5 millones de venezolanos han abandonado el país para escapar de la más compleja crisis humanitaria que nación alguna haya vivido en tiempos de paz. A pesar de tener las mayores reservas petroleras del hemisferio, no hay gasolina ni gas doméstico.
«Nos vamos a convertir en Venezuela. No podemos permitir que esto nos suceda. No podemos permitir que estos delincuentes, porque eso es lo que son, le roben la elección al pueblo estadounidense», afirmó Giuliani desde el Comité Nacional Republicano, en Washington.
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