En medio de la celebración de la Pascua de Resurrección y la bendición Urbi et Orbi, Francisco emplazó a la comunidad internacional a lograr una equidad en la distribución de las vacunas con los países más pobres. En la misa, tan esperada por el mundo católico por profesarse el dogma de la resurrección de Jesús, el papa se refirió jubiloso a la fecha. “Hoy resuena en cada lugar del mundo el anuncio de la Iglesia: “Jesús, el crucificado, ha resucitado, como había anunciado. Aleluya”.
Por segundo año consecutivo, las actividades de la Semana Santa han estado limitadas. Sigue el confinamiento en Italia y otras partes del mundo, por la pandemia.
Francisco ofició la Misa de Pascua y el mensaje «Urbi et Orbi» desde la Basílica de San Pedro. Solo unas doscientas personas pudieron asistir al servicio matutino debido a las restricciones sanitarias. El pontífice exhortó a la comunidad internacional a «un compromiso común para superar los retrasos» en la distribución de las vacunas y promover su reparto, especialmente en los países más pobres».
Insistió en que el anuncio de la Pascua no muestra un espejismo o una fórmula de escape ante la situación que vivimos. “La pandemia está en pleno curso, la crisis social y económica es muy grave, especialmente para los más pobres. Y a pesar de todo —y es escandaloso— los conflictos armados no cesan y los arsenales militares se refuerzan. Es ese el gran escándalo hoy”.
Manteniéndose dentro de la basílica, no desde el balcón de la fachada de San Pedro como marca la tradición, ofreció la bendición «Urbi et Orbi». Entonces rogó: «El Señor dé consuelo y sostenga las fatigas de los médicos y enfermeros». También manifestó que «todas las personas, especialmente las más frágiles, precisan asistencia y tienen derecho a las vacunas y a acceder a los tratamientos necesarios».
Francisco pide equidad en reparto de vacunas
El pontífice se refirió a las duras condiciones de vida de quienes han perdido el trabajo, tienen problemas económicos o no tienen acceso a las vacunas. “Que el Señor inspire la acción de las autoridades para que todos, especialmente las familias más necesitadas, reciban ayuda imprescindible para un sustento adecuado. Desgraciadamente, la pandemia ha aumentado el número de pobres y la desesperación de miles de personas”. También se lamentó de que “todavía hay demasiadas guerras. Demasiada violencia en el mundo”.
“Que el Señor, que es nuestra paz, nos ayude a vencer la mentalidad de la guerra”, dijo. Asimismo pidió para que los prisioneros de los conflictos en Ucrania oriental y en Nagorno-Karabaj, que puedan volver sanos y salvos con sus familias. También pidió al Señor que “inspire a los líderes de todo el mundo para que se frene la carrera armamentista”.
Asimismo, expresó sus deseos para que todas las restricciones a la libertad de culto y de religión en el mundo sean eliminadas. «Que cada uno pueda rezar y alabar a Dios libremente”, subrayó.
Francisco insta al cese de conflictos armados
Enmarcado en el Domingo de Pascua de Resurrección, el papa repasó en su mensaje los conflictos y las penurias de algunos pueblos, tanto por las guerras como por secuelas de la pandemia y la ausencia de vacunas.
“Al querido pueblo haitiano se dirige en este día mi pensamiento y mi aliento, para que no se vea abrumado por las dificultades, sino que mire al futuro con confianza y esperanza. Les digo que mi pensamiento va especialmente a ustedes, queridos hermanos y hermanas haitianos. Estoy cerca de ustedes y quisiera que los problemas se resolvieran definitivamente para ustedes. Rezo por ello, queridos hermanos y hermanas haitianos”, dijo.
Igualmente, expresó su cercanía a todos los jóvenes del mundo. «Particularmente a los de Birmania que están comprometidos con la democracia. Haciendo oír su voz de forma pacífica, sabiendo que el odio solo puede disiparse con el amor”, anotó.
Con la bendición «Urbi et Orbi» (A la ciudad y al mundo), el Francisco redime a los fieles el castigo por sus pecados si ya los han admitido en la confesión o mediante la oración. La bendición generalmente se da únicamente en Pascua, en Navidad y cuando se elige un nuevo papa.
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