Por Cambio16
24/04/2017
El papa Francisco asegura que hoy en día el pecado se manifiesta «con toda su fuerza de destrucción» en «las guerras», en «las diversas formas de violencia y abuso» y en «el abandono de los más vulnerables». «El mundo debe detener a los señores de la guerra, porque pagan el precio siempre los últimos, los indefensos», denuncia el pontífice en una entrevista al periódico italiano La Repubblica.
«Me sale solo pedir con más fuerza la paz en este mundo sometido a los traficantes de armas que se benefician con la sangre de los hombres y las mujeres», ha declarado la máxima autoridad de la Iglesia católica, que este jueves celebrará la misa ‘in Coena Domini‘ en la cárcel de Paliano (Frosinone, Italia) y realizará el rito del lavatorio de los pies.
En este contexto, el papa recuerda que el siglo pasado «estuvo devastado por dos guerras mundiales homicidas, conoció la amenaza de la guerra nuclear y un gran número de otros conflictos», mientras actualmente «nos enfrentamos a una terrible guerra mundial por partes«.
«¿La violencia permite alcanzar objetivos de valores duraderos? ¿Todo lo que se obtiene con la guerra no desencadena represalias y una espiral de conflictos letales que solo dan beneficios a los pocos señores de la guerra?«, se pregunta el pontífice.
El papa argentino lo tiene claro: «Lo he dicho muchas veces y lo repito. La violencia no es la cura para nuestro mundo roto». A su juicio, en el mejor de los casos, responder a la violencia con más violencia conduce «a la migración forzada y un inmenso sufrimiento» debido a que «grandes cantidades de recursos se destinan a fines militares» y se sacan de las necesidades diarias del resto de la sociedad.
«En el peor de los casos, (la violencia) puede llevar a la muerte, física y espiritual, de muchos, si no de todos», concluye.