Algunas gestiones del papa para reformar los asuntos, tanto litúrgicos como sociales, de la Iglesia se han topado con fuertes críticos en las propias filas del clero. Uno de ellos ha sido el cardenal estadounidense Raymond Leo Burke que, desde el inicio del pontificado de Francisco, ha sido una voz activa y opositora a sus planteamientos. Francisco decidió desalojar al prelado de su residencia en el Vaticano y retirarle el salario.
Algunos informes afirman que el papa celebró una reunión con prefectos de dicasterios la semana pasada. Allí, según reseña The Associated Press, Francisco indicó que ve al cardenal Burke, de 75 años de edad, como una fuente de «desunión” dentro de la Iglesia Católica.
En el encuentro, celebrado en las oficinas del Vaticano el 20 de noviembre, Francisco supuestamente justificó la medida señalando que Burke estaba usando sus privilegios contra la Iglesia, según dos personas informadas sobre las medidas citadas por la agencia. Mientras, el prelado conservador estadounidense fue informado de la decisión de revocar su derecho a un apartamento subsidiado en el Vaticano y a su salario, el martes 28 de noviembre.
El fallo contra Burke se produce después de años de críticas por parte del cardenal a las políticas de Francisco. Considerado como uno de los miembros conservadores y tradicionalistas de mayor rango del clero católico, Burke ha cuestionado a Francisco, junto con otros cardenales conservadores, enviándole “dubia”, o preguntas formales sobre cuestiones doctrinales.
En octubre, Burke, junto con los cardenales Walter Brandmüller, Juan Sandoval Íñiguez, Robert Sarah y Joseph Zen, elaboraron preguntas al papa sobre las bendiciones de las uniones entre personas del mismo sexo. La ordenación de mujeres como sacerdotes, el arrepentimiento como condición para absolución, entre otras. Temas que fueron discutidos en el Sínodo sobre la sinodalidad.
Francisco y las «incómodas críticas» del cardenal Burke
Francisco respondió a los cardenales sobre las bendiciones de las uniones entre personas del mismo sexo, diciendo que el matrimonio es entre un hombre y una mujer. Pero dejó abierto el asunto de si las parejas del mismo sexo podían o no recibir bendiciones, siempre que no se confundieran con el matrimonio.
El cardenal Burke también ha criticado el concepto de “sinodalidad”, que ha sido impulsado por el papa como una forma para que la Iglesia escuche las opiniones de los laicos.
En agosto, se publicó un folleto sobre el proceso sinodal con un prólogo de Burke. Afirmaba que esto podría sembrar confusión dentro de la Iglesia Católica. “Se nos dice que la Iglesia que profesamos, en comunión con nuestros antepasados en la fe desde los tiempos de los Apóstoles, como Una, Santa, Católica y Apostólica. Ahora debe ser definida por la sinodalidad. Un término que no tiene historia en la doctrina de la Iglesia y para el cual no existe una definición razonable”, escribió Burke.
Según el cardenal Burke, los términos ‘sinodal’ y ‘sinodalidad’ “se han convertido en eslóganes detrás de los cuales está en marcha una revolución para cambiar radicalmente la autocomprensión de la Iglesia. De acuerdo con una ideología contemporánea que niega mucho de lo que la Iglesia siempre ha enseñado y practicado”.
Las críticas a Jorge Mario Bergoglio por parte de Burke no son recientes. Algunos especularon que sus comentarios anteriores pudieron haber llevado al apa a destituirlo como jefe del máximo tribunal del Vaticano en 2014. Durante estos diez años de pontificado se han sumado otros críticos como el de Georg Gänswein, secretario de Benedicto XVI y el fallecido cardenal George Pell.
Burke ha usado privilegios contra la Iglesia
La decisión papal se produce pocas semanas después de que Francisco destituyera a otro prominente clérigo conservador estadounidense. Se trata de Joseph Strickland, obispo de Tyler, Texas. Al igual que Burke, el obispo Strickland es un crítico abierto del impulso de reformas progresistas dentro de la Iglesia. Dijo hace semanas: «Creo que el Francisco es el papa. Pero es hora de que diga que rechazo su programa de socavar el Depósito de la Fe. Seguid a Jesús».
Después de la lluvia de comentarios sobre la polémica decisión papal catalogada por algunos como un fallo «sin precedentes», Austen Ivereigh, entrevistó a Francisco, pese a sus quebrantos de salud.
Francisco confirmó a Ivereigh -autor de dos biografías del papa- que ha decidido retirar “los privilegios cardenalicios (apartamento en Roma y sueldo)” al cardenal Burke. Porque, según el pontífice, ha estado usando esos privilegios contra la Iglesia. El cardenal sigue esperando la respuesta del papa a los dubia sobre Amoris Laetitia que presentó con otros cardenales, algunos ya fallecidos.
En su artículo ‘What Pope Francis said about Cardinal Burke’ (‘Lo que dijo Francisco sobre el cardenal Burke’) publicado en el portal Where Peter is, Ivereigh indicó que el papa negó haber dicho que el cardenal Burke fuera su «enemigo». Pero confirmó que ha decidido retirarle el sueldo y el apartamento que tiene destinado en Roma como cardenal.
Francisco dijo también a su biógrafo que aunque su decisión no era secreta, no tenía intención de que se hiciera pública. Algo que finalmente ocurrió por la filtración de la noticia a La Nuova Bussola Quotidiana desde el propio Vaticano. El medio italiano indico que el papa comunicó su decisión en un encuentro con prefectos de dicasterios.
¿Radicalismos?
El escritor comentó que la decisión se da en la circunstancia de que el cardenal Burke se aloja gran parte del año en su casa de Wisconsin. Sobre todo después de su recuperación tras estar muy grave al contraer Covid. Y rara vez utiliza la residencia oficial de cardenal en Roma.
Asimismo Ivereigh agudizó su pluma para opinar sobre Burke. “Al cardenal se le ha permitido socavar constantemente la autoridad papal, oponiéndose al papado como un contramagisterio. Y construyendo un carrera lucrativa presentándose como el verdadero guardián de la tradición”