El papa Francisco emprendió una cruzada mundial por la paz. Más allá de sus oraciones, ruegos, peticiones públicas y privadas por el cese de los conflictos, pretende tejer una gran red de conciencias, voluntades y compromisos que ahoguen los indómitos ímpetus guerreristas. Francisco está convocando a treinta premios Nobel de la Paz para debatir sobre la fraternidad humana y emplazar a líderes globales a reflexionar en este momento de incertidumbre y miedo.
El segundo Encuentro Mundial sobre la Fraternidad Humana tendrá lugar en Roma y en el Vaticano el 10 y 11 de mayo, organizado por la Fundación Fratelli Tutti. Galardonados y activistas de los derechos humanos debatirán en la «Mesa Redonda de la Paz» sobre la convivencia fraterna en estos apremiantes momentos. En las discusiones también participarán científicos, artistas, académicos, alcaldes, economistas, directivos, trabajadores, deportistas. Al final se difundirá la «Carta de la Humanidad».
«En un mundo que está perdiendo de vista las razones de la paz y la convivencia, hay que volver a reconocerse como hermanos y caminar juntos», dijo el presidente de la fundación, cardenal Mauro Gambetti.
La intención es promover el valor de la fraternidad en una época convulsa y de desafíos complejos. El temario es amplio y multidisciplinario. Se espera debatir sobre el futuro de los sistemas alimentarios, la sostenibilidad de las empresas, la dignidad en el trabajo, las redes sociales, infancia y el derecho de los ciudadanos a la información transparente, entre otros.
El evento será instalado por el secretario de Estado, cardenal Pietro Parolin y se contará con la asistencia del presidente de Italia, Sergio Mattarella.
La fraternidad humana impulsada por Francisco
Al Encuentro Mundial sobre la Fraternidad Humana asistirán la líder indígena Rigoberta Menchú, el activista costarricense contra la guerra nuclear Carlos Umaña, Dmitrji Muratov, Jody Williams, Tawakkol Karman, Muhammad Yunus y la periodista de investigación filipina Maria Ressa, entre algunos de los ganadores del Nobel de la Paz.
La lista de asistentes incluye al director de la NASA, Bill Nelson; el alcalde de Nueva York, Eric Leroy Adams, la activista mozambiqueña a favor de la infancia Graca Machel, viuda que de Nelson Mandela; el economista Jeffrey Sachs; el director ejecutivo de Fiat, Olivier François; el banquero Victor Ammery y la presidenta del Comité Global para la Seguridad Alimentaria, Nosipho Jezile, entre otros.
La aspiración lograr un pacto mundial de fraternidad y un nuevo código del ser humano. Esta cita es un paso más para allanar el camino del entendimiento entre los seres humanos. En 2023 Francisco convocó el primer Encuentro de la Fraternidad Humana. Participaron 29 premios Nobel de la Paz, entre ellos Juan Manuel Santos de Colombia y Óscar Arias Sánchez, de Costa Rica. Su declaración sobre la fraternidad humana puso énfasis en la aceptación y la paz.
Somos diferentes, pero queremos la paz
La declaración de la «fraternidad humana» plantea el amor como respuesta al odio, l deseo de «crear sociedades de paz» y de «unificar la tierra manchada por la sangre de la violencia y el odio, las desigualdades sociales y la corrupción del corazón”. El texto surgió como un grito unánime de “¡No más guerra! «La paz, la justicia y la igualdad guían el destino de la humanidad», señala uno pasaje.
Francisco se unió al espíritu del documento. “Somos diferentes, somos diversos, tenemos diferentes culturas y religiones, pero somos hermanos y queremos vivir en paz”, asentó.
Críticas a los documentos e iniciativas
La iniciativa papal ha sido criticada por activistas católicos. Michael Haynes, corresponsal en el Vaticano de la Agencia Católica de Noticias de México, sostiene que la declaración se basó en Fratelli Tutti y evita cualquier mención de Cristo, Dios o el catolicismo. “En lugar de promover la religión como la solución a las numerosas crisis globales, el texto de 2023 presenta al hombre como la respuesta a los problemas”, escribió Haynes.
Al igual que el controvertido documento de Abu Dabi de 2019 sobre la fraternidad humana, el de 2023 ocupa un lugar central para Francisco, a pesar de los cuestionamientos a la propuesta de “fraternidad”. Los críticos resaltan la trascendencia del documento sobre la fraternidad humana por la paz mundial y la convivencia común suscrita en 2019, en Abu Dabi.
Paolo Martinelli, vicario apostólico de Arabia del Sur, elogió el documento y la visita pastoral de Francisco. El prelado dijo que era el reconocimiento del papa era la renovación del compromiso «con un testimonio cristiano humilde y fiel en el contexto de la península arábiga». Pero los cuestionadores dicen que el documento pretende “anular la doctrina del Evangelio” con su promoción de la igualdad de religiones como una forma de “fraternidad”.
Hermandad sin Dios
Otras voces señalan que los encuentros promueven el indiferentismo religioso y convierte «el diálogo» en el aspecto más significante del pontificado. Fratelli Tutti ha sido cuestionado por Carlo Maria Vigano, ex nuncio papal en Estados Unidos. El arzobispo considera que promueve una forma “blasfema” de hermandad sin Dios, así como el “indiferentismo religioso”.
Asimismo, el historiador Roberto de Mattei advirtió que cuando la “fraternidad” se divorcia de la caridad cristiana, “lejos de constituir un elemento de cohesión en la sociedad, se convierte en la fuente de su desintegración”. «Si los hombres, en nombre de la fraternidad, son obligados a vivir juntos sin un fin que dé sentido a su sentido de pertenencia, el ‘arca’ se convierte en prisión”, afirma.
Durante la última audiencia general, el Papa pidió una vez más por la paz del mundo. “Especialmente a la querida y martirizada Ucrania, a Palestina e Israel y a Myanmar (Birmania)”. Francisco insiste en una cruzada mundial por la paz.