Por Efe
06/08/2016
La ciudad de Rouen, en el noroeste de Francia, sigue consternada por el incendio, de origen accidental, que en la madrugada de este sábado se declaró en un bar de la localidad y que causó trece muertos y seis heridos, uno de ellos de gravedad. Las llamas se originaron poco después de la medianoche local en el sótano de un pequeño bar, el Cuba Libre, situado en el centro de la localidad y cerrado para que un grupo de jóvenes de entre 18 y 25 años celebrara un cumpleaños.
Incendie grave à Rouen : profonde tristesse face à la tragédie qui a fauché 13 jeunes vies. Compassion et soutien aux familles éprouvées.
— Manuel Valls (@manuelvalls) 2016(e)ko abuztuak 6
El alcalde de Rouen, Yvon Robert, confirmó que «la hipótesis más evidente» es el «origen accidental» del fuego, aunque reconoció que en un primer momento se pensó en la pista terrorista. No en vano, la catedral de Rouen acogió el pasado martes el funeral por el sacerdote Jacques Hamel, degollado el 26 de julio a los 86 años por dos yihadistas en nombre del Estado Islámico (EI) en su iglesia de Saint-Etienne-du-Rouvray, situada a pocos kilómetros. Un drama que tuvo lugar doce días después del atentado que provocó 85 muertes en Niza y que se situó en la estela de los que el año pasado afectaron a París y Saint Denis en enero y en noviembre.
Pero desde el primer momento los bomberos apuntaron a la pista accidental del incendio, el más mortífero registrado en Francia desde 2005, una hipótesis confirmada durante el día por las autoridades judiciales. Robert agregó que, además, es el drama más grave registrado en su ciudad. El alcalde señaló que una investigación está en marcha para determinar si el local cumplía con las medidas de seguridad y aclarar las circunstancias del accidente, a fin de «evitar que se repita un drama similar».
Una tarta de cumpleaños
Según los primeros elementos, todo apunta a que uno de los invitados subió a la planta baja del bar para buscar la tarta del cumpleaños. Cuando bajaba al sótano con las velas encendidas, tropezó en la escalera, lo que provocó que se incendiara la moqueta del suelo. El fuego trepó por las cortinas y prendió en el techo, fabricado con un material aislante que provocó un humo tóxico, lo que causó la mayor parte de las víctimas.
El incendio hizo saltar el escaparate del bar, mientras los clientes que estaban en la planta baja huían despavoridos, según contaron a los medios. La intervención rápida de los bomberos permitió sofocar las llamas, que no afectaron a ninguno de los edificios colindantes, pero no pudieron evitar la tragedia.
Tanto las víctimas como los heridos fueron trasladados al hospital universitario de Rouen, donde las autoridades enviaron a un equipo de apoyo psicológico para los afectados y los allegados. Doce de las trece víctimas mortales ya han sido identificadas, mientras que cinco de los seis heridos han sido dados de alta. La sexta, una joven, se encuentra en estado grave y fue trasladada en helicóptero al hospital de Saint-Louis de París, especializado en quemados.
Los aledaños del bar están acordonados por la policía, que trabaja en el interior para confirmar las causas del incendio. Numerosos vecinos de Rouen han depositado flores en el lugar de los hechos, en homenaje a las víctimas. El ministro francés del Interior, Bernard Cazeneuve, confirmó en un comunicado que se ha abierto una investigación, al tiempo que felicitó a los bomberos por su rápida intervención, aunque lamentó que no pudieran evitar la tragedia.
A través de la red social Twitter, el primer ministro francés, Manuel Valls, máxima autoridad del Estado en el país puesto que el presidente, François Hollande, se encuentra en Río de Janeiro, donde anoche asistió a la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos, también mostró sus condolencias por una tragedia que «ha segado trece vidas jóvenes». Francia no había vivido un incendio de tan dramáticas consecuencias en un bar o en una discoteca desde que en 1970 fallecieran 146 personas en Saint-Laurent-du-Pont, en la región de París.