Liderados por Arabia Saudí y Rusia, impusieron que las limitaciones a la producción del plástico y de los productos químicos que utilizan estaba fuera del mandato del grupo
Transcurrían las últimas horas de la cumbre en Corea del Sur para alcanzar un Tratado Mundial sobre Plásticos y las divisiones entre bloques de países persistían. Los delegados de casi 200 naciones no perdían las esperanzas de un acuerdo al filo de la medianoche. Las intransigencias de los países petroleros bloquearon las negociaciones y precipitaron el fin del encuentro con un alto nivel de frustración.
La cita en la ciudad de Busan ha sido la quinta y última sesión programada del Comité Intergubernamental de Negociación de Naciones Unidas (INC, en inglés), que inició en 2022 los trabajos, para un tratado mundial sobre la producción, comercialización y tratamiento de desechos plásticos.
Cinco reuniones de alto nivel no han sido suficientes para allanar un acuerdo que beneficie al medioambiente y la salud humana.
El propósito de la cumbre era obtener un acuerdo legalmente vinculante para abordar la contaminación plástica en todo el ciclo de vida del material. Incluido el suministro, que se duplicó entre 2000 y 2019, el uso y la eliminación. Pese al fracaso, los participantes han detectado un consenso mayor en los temas más sensibles. Entre ellos, los límites de producción y consumo y la eliminación gradual de productos químicos nocivos.
El progreso fue bloqueado por un pequeño grupo de naciones principalmente productoras de petróleo, incluidas Arabia Saudí y Rusia, que se opusieron a nuevas restricciones. Argumentaron que las limitaciones a la producción y los productos químicos estaban fuera del mandato del grupo, según recoge Bloomberg NEF.
Tratado sobre plásticos, cuánto más esperar
Ante el fracaso de la ronda de negociaciones, Inger Andersen, Directora Ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente por el Secretario General de la ONU, advirtió algunos avances.
“Existe un cierto grado de estructura sobre lo que podría ser este texto” (Tratado Mundial sobre Plásticos)”, adelantó. “Eso constituye un siguiente paso importante para la próxima ronda de negociaciones, o INC 5.2. prevista para el próximo año”.
Dijo Andersen en su discurso que “está claro que persisten las divergencias. Esa es la realidad de estas negociaciones. También está claro que hay cientos de participantes en esta sala, y de hecho miles de voces, que exigen que logremos que se apruebe este tratado. No he oído a ningún delegado decir que no quiere este tratado. Sólo necesitamos más tiempo para elaborar un resultado significativo: un instrumento que ataque con fuerza el problema en lugar de golpear por debajo de su potencial”.
Los delegados abandonaron la reunión tras encontrarse en un punto muerto las negociaciones sobre si el tratado debe reducir el plástico total en la Tierra. Y poner controles globales, legalmente vinculantes sobre los productos químicos tóxicos utilizados para hacer plásticos.
El domingo por la noche, Luis Vayas Valdivieso, el presidente del comité de Ecuador, dijo que aunque se había avanzado en Busan, su trabajo está lejos de estar completo y deben ser pragmáticos. Resaltó que los países estaban más distanciados en las propuestas sobre plásticos problemáticos y químicos de riesgo, producción de plástico y financiación del tratado. Así como los principios del tratado.
Sin freno la producción y contaminación por plásticos
Las conversaciones tenían como objetivo abordar el crecimiento de los desechos plásticos, cuya producción se prevé que aumente alrededor del 60% a 736 millones de toneladas al año para 2040, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos. Investigaciones recientes han demostrado la toxicidad de estos materiales, a medida que se acumulan en los ecosistemas marinos y terrestres y en los cuerpos humanos.
La mayoría de los países han apostado por un tratado jurídicamente vinculante y presionado para regular los productos químicos peligrosos, limitar la producción y el consumo, A su vez, eliminar gradualmente el uso de productos de un solo uso como los cubiertos.
Las principales empresas también habían instado a los negociadores a presentar un pacto ambicioso. Alrededor de 275 empresas que utilizan plásticos, incluidas L’Oreal SA, Starbucks Corp. y 3M Co., ofrecieron su apoyo para poner fin en última instancia al uso de algunos productos y sustancias químicas.
Las tensiones en rondas de discusiones anteriores se habían centrado en acordar restricciones a la producción y a ciertas sustancias químicas. O establecer un paquete de financiación destinado a mejorar la recolección de basura y el reciclaje.
Los defensores de un endurecimiento de las limitaciones se han enfrentado a la oposición de las empresas de combustibles fósiles y de la industria química. A más de 200 ‘lobistas’ que ese sector envió a las conversaciones. Superando incluso a los 140 representantes de la anfitriona Corea del Sur, según el Centro para el Derecho Ambiental Internacional.
Arabia Saudí, Rusia e Irán se han opuesto a las disposiciones que podrían limitar el crecimiento futuro del petróleo, Manifestaron que la contaminación plástica debería abordarse principalmente mediante el aumento de la financiación para el reciclaje. A nivel mundial, menos del 10% de los desechos plásticos se reciclan actualmente, según la ONU.
Táctica del aplastamiento
Algunos productores de petróleo y gas cuentan con un aumento en la producción de plástico para ayudar a compensar la menor demanda a largo plazo a medida que las energías renovables y los vehículos eléctricos erosionan el consumo de combustibles. La participación de los petroquímicos en la demanda total de petróleo podría casi duplicarse para 2050, reseña Bloomberg NEF.
Durante las conversaciones, las comunidades afectadas por la contaminación plástica pidieron acciones urgentes para mitigar los impactos en la salud pública. Se han encontrado microplásticos en placentas humanas, leche materna, tejido cerebral y sangre.
«Estamos literalmente criando una generación que comienza su vida contaminada antes de tomar su primer aliento», lamentó Juan Carlos Monterrey Gómez, representante especial de Panamá para el cambio climático.
Monterrey hizo una petición directa a los petroestados en las últimas horas de las negociaciones: “Apártense del camino” para finalmente alcanzar el Tratado Mundial sobre Plásticos. Lo desoyeron como también hicieron estos países con el último borrador propuesto Valdivieso. En las 23 páginas planteaba una opción binaria: o nada en absoluto o un acuerdo para adoptar “un objetivo global para reducir la producción de polímeros plásticos primarios a niveles sostenibles”.
El grupo de países reacios a un acuerdo ambicioso “practicó la táctica del aplastamiento, abusó del poder de veto”, dijo un diplomático a AFP . “Preferimos irnos de aquí sin acuerdo a un mal acuerdo, pero no estamos contentos. La situación es muy mala”, agregó.