Por Ores Lario
11/07/2016
ecía Henri Matisse que siempre hay flores para el que desea verlas. Esta temporada las principales casas de joyas rinden culto a la botánica a través de anillos majestuosos, broches, rutilantes pendientes o centelleantes pulseras.
Esmaltes, los metales más nobles y potentes piedras preciosas se combinan para germinar flores y plantas que ayudan a realzar y a poner una pincelada romántica a cualquier estilismo. “La tendencia es la cercanía a la naturaleza, la inspiración viene de todo lo que nos rodea», explica Miguel Mas, al frente de San Eduardo Joyeros, el exclusivo establecimiento madrileño fundado en 1982 por su madre, la marquesa de San Eduardo. Este especialista es partidario de usar joyas en todo momento y acota el uso de las que tienen forma de flor a las ocasiones especiales, “como las bodas, comuniones o acontecimientos felices que nos brinda la vida”.
Hijo y nieto de joyeros, Gabriel Suárez ha crecido rodeado de piedras preciosas, bocetos y ceras y hoy es el director de producto de Suárez, firma elegida por celebrities como Isabel Preysler, Sofía de Habsburgo o la reina Letizia. Según este miembro de una familia dedicada a la joyería, “las flores en primavera son un tema muy evocador y recurrente, transmiten energía positiva. La apuesta es el color, con los zafiros de Sri Lanka como punta de lanza”.
Joyera, arquitecta y especialista en el montaje de exposiciones, Patricia Reznak pertenece a una estirpe de joyeros. Su abuelo materno era un comerciante italiano que se instaló en Madrid en los años 20 y fundó uno de los locales emblemáticos de la ciudad: la joyería Grassy. Esta diseñadora de joyas aconseja llevar creaciones con flores “cuando una desea alegrarse con un homenaje de luz, ya que las piezas florales la aportan”, explica. A Reznak le gusta llevarlas con otros diseños geométricos y más figurativos.
Respecto a cómo combinarlas, para looks informales “lo más adecuado es una camiseta blanca, unos jeans y la joya como protagonista. Las flores con plata, amatistas, topacios o citrinos, son una joya de día”, asegura Suárez. En cambio, cuando se quiere dar un toque de sofisticación, Miguel Mas recomienda combinarlas “con tejidos estampados, nos encanta la superposición de los mismos. En la gama cromática de los pasteles queda espectacular”.
“La combinación de las joyas con el resto del look debe ser sutil, que aporte pero no recargue”, recalca Inmaculada Albarracín Durán, directora de comunicación de Durán, firma experta en la creación y diseño de joyas con diamantes. A la hora de decidir por una u otra, Gemma Corral Cordonié, historiadora del arte, experta en joyas y directora de relaciones internacionales de Ansorena afirma: “Si es una gran pieza, mejor llevarla sola, pero si tiene un tamaño más pequeño, como un colgante, puede combinarse perfectamente con unos pequeños diamantes como pendientes, por ejemplo. Las joyas tienen que demostrar el carácter y estilo de la persona y si va cómoda y segura con un total look floral, la apuesta es genial”.
En esta oda a la botánica joyera hay opciones para todos, con apuestas transgresoras y atemporales con cierto toque de excentricidad y con piezas que recrean con meticulosidad las especies naturales. Como asegura Cristina Yanes, directora comercial y diseñadora de Joyería Yanes: «El compromiso de firmar una joya obliga a que el tiempo no pase por ella».