En la depresión de Afar, un vasto desierto en el noreste de Etiopía, las tribus pastoriles sobreviven en medio de un paisaje extraño de respiraderos humeantes, géiseres hirvientes e incluso un lago de lava. Un día de septiembre de 2005, los pastores presenciaron una escena nunca vista.
Una ráfaga de erupciones volcánicas y cientos de terremotos se desplegaron atemorizándolos. El suelo se abrió de par en par, partiendo la tierra en dos y creando una fisura de casi 65 kilómetros de largo y hasta 8 metros de ancho. ¿África se dividirá en dos continentes?
Una erupción volcánica de una segunda grieta lanzó nubes de ceniza que oscurecieron el cielo durante días. Aterrorizados, los nómadas creyeron que Alá los estaba castigando por no adherirse estrictamente a las reglas religiosas. La verdad no fue menos dramática. Durante millones de años, una burbuja de roca caliente, posiblemente fundida, ha ido hinchándose debajo de la superficie provocando que se estire y se agriete.
Los geólogos conocen bien esta historia que fue noticia en su momento. Pero, hace más de 200 millones de años, cuando los dinosaurios vagaban por el planeta, los continentes de la Tierra estaban unidos en una enorme masa de tierra llamada Pangea. Con el tiempo, se abrieron profundas fisuras dentro de ese poderoso supercontinente, lo que provocó que se fracturara y finalmente generara siete nuevos continentes. ¿Acaso un número que puede estar aumentando?
“Nunca habíamos visto algo como esto. Son eventos que regularmente ocurren en el fondo marino. Es el primer ejemplo conocido en tierra», señaló Cynthia Ebinger, geóloga de la Universidad de Tulane, en conversación con Popular Mechanics.
África en dos continentes
La fisura de Dabbahu, como se le conoció en 2005, no es el primer evento geológico que sacude Afar. Una región remota y uno de los únicos lagos de lava del mundo. Una meca para los científicos de la Tierra. La Triple Unión de Afar se encuentra en la cuna en forma de Y de las placas árabe, nubia y somalí. Aproximadamente al mismo ritmo que crece la uña, estas placas se separan, mientras que los procesos debajo de ellas generan el calor y la energía extremos que causan las características geofísicas únicas de la región.
Hoy la fisura de Dabbahu es la estrella del espectáculo. Los científicos sospechan que será a lo largo de esta grieta donde se producirá la primera ruptura continental desde Pangea en aproximadamente un par de millones de años, África podría abarcar dos continentes, lo que permitiría a la Tierra contar con otro océano.
¿Qué es el sistema de Rift de África Oriental? Una de las mayores maravillas geológicas del mundo, el Sistema de Rift de África norte-sureste (o EARS en inglés) es en realidad una red de fisuras y valles causados por la fractura de la corteza terrestre. EARS lleva unos 25 millones de años en desarrollo y consta de dos ramas: El Valle del Rift Oriental se extiende desde Jordania hasta la costa de Mozambique. Mientras tanto, el Valle del Rift occidental se extiende desde Uganda hasta Mozambique y contiene algunos de los lagos más profundos del mundo.
Movimientos telúricos y volcánicos
Pero de toda la tierra que se mueve dentro de EARS, la Depresión de Afar es la más extrema, y cuenta con las tasas de producción de magma más altas y los volcanes más activos de la región. Con el tiempo, se había formado una columna de magma en el manto debajo de la Depresión. Empujando rocas calientes contra la superficie, como gotas de aceite que se elevan en una lámpara de lava.
Una presión extrema hizo que el magma subiera hacia las grietas entre esas rocas, abriendo la fisura de Dabbahu en 2005. Aparatoso movimiento que divide la tierra y también la opinión de los científicos respecto a la posibilidad de que África se convierta, a futuro, en dos continentes.
Entonces la presión fue tan poderosa que las placas lograron una separación de 400 años en unos pocos días, según Ebinger. Era tan grande que uno de los científicos que utilizó datos satelitales para medir la nueva grieta estaba seguro de haber cometido un error en sus cálculos.
A las pocas semanas del evento de 2005, Ebinger estaba en un avión a Etiopía, donde trabajó con científicos de todo el mundo para tener instrumentos geofísicos en tierra lo antes posible. Inmediatamente, el equipo notó que las placas que subyacen a la región se movían más rápido de lo habitual, debido al volumen de magma debajo de la superficie. Ebinger contó que durante los siguientes cinco años, hubo 13 eventos más similares pero menos severos que la ruptura de 2005. Hoy, las placas han vuelto a su velocidad normal.
El tiempo, la última palabra
La experta predice que habrá más episodios dramáticos de este tipo, tal vez uno cada 50 o 100 años. A medida que la tierra se divide, la Depresión de Afar se hundirá cada vez más. Un proceso conocido como expansión del fondo marino. «Si avanzamos unos 500.000 años, la depresión de Afar podría caer por debajo del nivel del mar y quedar inundada por agua».
El nuevo mar puede dividir o no a África en dos continentes. «Las tasas de separación disminuyen a medida que se avanza hacia el sur», dice Ebinger. «Por lo tanto, podría ser simplemente una cuña de agua de mar que se mueve hacia adentro».
No todas las fisuras continentales se convierten en océanos, y todavía existe la posibilidad de que la falla de África Oriental fracase. De hecho, los científicos han encontrado áreas de roca fundida que se extienden en la corteza terrestre a kilómetros de la grieta. Un descubrimiento que desafía la sabiduría geológica convencional, que sostiene que toda la actividad de división debería ocurrir en la propia grieta.