Por Gorka Landaburu
15/01/2018
Es cierto que ETA no ha decretado su disolución, pero hace tiempo que ha llegado la hora de romper con la política de dispersión y de acercar a los reclusos a prisiones próximas a sus domicilios. Lo hemos dicho siempre, sus familiares no tienen que compartir las penas de los condenados. Francia ha decidido dar el paso y concentrar en las prisiones del País Vasco galo a los encarcelados de la banda. Y Mariano Rajoy debería hacer lo mismo. Le pedimos al presidente del Gobierno altura de miras y política de Estado.
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