Por Joaquín Robles*
20/4/2018
*Analista de XTB
- Mantener los recortes para ajustar el precio del crudo
- Las disputas arancelarias afectan al precio del crudo
- Arabia Saudí aprende a convivir con los recortes
- El precio del petróleo, pendiente de las tensiones políticas
- Peligran las restricciones por la presión de EEUU
- Levantar las restricciones de crudo
- El patrón de los inventarios, determinante para el precio
- La innovación logística de EEUU impulsa las exportaciones
- La renta variable influye en el precio
- El petróleo se vuelve más transparente
- La OPEP y Rusia controlan las restricciones de producción
- Las correcciones moderan los precios
- Continúa su avance tras la fuerte revalorización
- EEUU reacciona ante las restricciones
- El petróleo espera en máximos un nuevo acuerdo
La OPEP y Rusia se reunirán en Arabia Saudita durante esta semana para evaluar las recientes subidas en el mercado del petróleo. El cártel parece decidido a mantener sus recortes. A pesar de las crisis políticas que se avecinan, que amenazan con aumentar aún más las provisiones.
Los precios se han situado en máximos de los tres últimos años, por encima de los 70 dólares por barril. Todo ello después de casi 16 meses de recortes en la producción por parte de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus socios. Hay que recordar que este mercado viene de la peor recesión petrolera en una generación. Y que en los próximos meses los precios podrían seguir incrementándose. Sobre todo fruto de la crisis en Venezuela, que está reduciendo su producción. También de la amenaza de sancionar a Irán por parte de Donald Trump.
Mercado del petróleo
Mientras, los analistas advierten que los aumentos de precios podrían ser contraproducentes para la OPEP y el mercado del petróleo. Fundamentalmente porque podrían estimular a los productores de EEUU a producir más. La OPEP estudia distintas formas de prolongar su cooperación. Cualquier recomendación de esta semana debería ser ratificada en la reunión oficial del grupo en el mes de junio.
La OPEP y Rusia, que por décadas han sido competidoras en el mercado petrolero, forjaron una alianza a finales de 2016. El objetivo era combatir el excedente desatado por un boom en la producción estadounidense de esquisto. Aunque se demoró más de lo esperado, la estrategia está dando sus frutos.
Los inventarios están disminuyendo a niveles normales, por debajo de la media de los últimos cinco años. Esto lleva a la Agencia Internacional de Energía (AIE) a decir que la OPEP y sus socios pueden estar satisfechos.
Arabia Saudí
Arabia Saudí, el miembro más grande de la OPEP, manifiesta que los frenos deberían continuar en el mercado del petróleo. Al menos hasta su vencimiento programado para fin de año y posiblemente hasta 2019. El ministro de Energía, Khalid Al-Falih, sostiene que esto es necesario. Es la garantía para que los mercados se reequilibren adecuadamente. Y, en consecuencia, los precios sean lo suficientemente altos como para alentar a la industria petrolera mundial a invertir en suministros futuros.
El crudo Brent avanzó un 0,8% a 72,15 dólares el barril en Londres y el West Texas Intermediate subió un 0,8% hasta 67,07 dólares el barril en Nueva York. La semana pasada el petróleo en Nueva York y Londres saltó a los niveles más altos desde 2014.
Hay otros incentivos para seguir con la estrategia. La AIE estima que en el primer trimestre, las naciones de la OPEP ganaron casi 400 millones de dólares al día. Esto es más que hace un año debido a las alzas en los precios. El presupuesto de Rusia se incrementó alrededor de 1,2 billones de rublos ( 19.500 millones de dólares) el año pasado, según su Ministerio de Energía.
Se dice que Arabia Saudí busca un aumento de precios en torno a 80 dólares el barril. Así se pronuncian observadores familiarizados con el tema. Se trata de cubrir las necesidades de gasto interno. También de atraer a los inversores a una venta parcial de su compañía petrolera estatal, Saudi Aramco.
Rusia
Aunque Rusia, menos dependiente de los ingresos petroleros, por lo general suena más cautelosa a la hora de seguir adelante. El ministro de Energía, Alexander Novak, dijo que apoya la prolongación de la cooperación.
Independientemente de los beneficios, continuar restringiendo la producción puede ser una política engañosa para la OPEP. Sobre todo a medida que aumentan las pérdidas accidentales de suministros dentro del cártel y surgen otras amenazas de interrupción.
La reducción de producción del grupo es ahora un 60% mayor que el recorte planeado de 1.2 millones de barriles por día. Sobre todo, a medida que la profunda recesión de Venezuela golpea su infraestructura petrolera. Mientras tanto, el presidente Trump prometió abandonar un acuerdo con Irán sobre la actividad nuclear del país. Potencialmente puede reimponer sanciones al comercio de petróleo de la nación.
Si el país de América Latina continúa deteriorándose y Trump cumple con sus amenazas iraníes, las pérdidas no planificadas de la OPEP podrían duplicar efectivamente el impacto del recorte de producción previsto.