El Reino de Bután, un pequeño país del sur de Asia, ubicado en la cordillera del Himalaya, propuso a la ONU crear el Día Internacional de la Felicidad. La asamblea general lo consideró oportuno y lo aceptó al reconocer que la felicidad y el bienestar son aspiraciones universales de los seres humanos. Según el Informe Mundial sobre la Felicidad 2024, Finlandia encabeza nuevamente el ranking después de seis años consecutivos.
Además, a Bután también se le atribuye un sistema de medición poco convencional, denominado Felicidad Nacional Bruta (FNB). No necesariamente va en sentido contrario al PIB, en el mejor de los casos, podrían acompasarse. Pero el propósito del rey Jigme Singye Wangchuck era evitar las cuantificaciones económicas tradicionales.
Bután, a partir de entonces, evalúa el bienestar general de su país sobre la base de un desarrollo socioeconómico sostenible y equitativo. En el que prive la conservación medioambiental y la preservación y promoción de la cultura y buena gobernanza. Otros países también le dan mucha importancia a la felicidad de sus habitantes.
El Informe, auspiciado por la ONU a través de la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible (SDSN) analiza cada año los niveles de felicidad de más de 150 países. En esta edición, Finlandia se mantiene en la primera posición, seguido por Dinamarca, Islandia, Suecia, Israel, Países Bajos, Noruega, Luxemburgo, Suiza y Australia.
Lituania es la única novedad entre los veinte primeros, subiendo más de 30 puestos desde 2017. Afganistán y Líbano, devastados por la guerra, siguen siendo los dos países más infelices del estudio, con más de cinco puntos por debajo en una escala de 0 a 10. Los regímenes políticos también determinan la felicidad o infelicidad de los países.
Finlandia en el top de la felicidad mundial
John Helliwell, catedrático emérito de Economía de la Escuela de Economía de Vancouver de la Universidad de Columbia Británica y redactor fundador del Informe Mundial de la Felicidad, explicó algunos resultados. Señaló que en la encuesta se pide a cada participante que puntúe su vida en su conjunto, teniendo en cuenta lo que valora.
«Descubrimos que en Finlandia hay altas condiciones de vida y ambiente amigable que la ubican el primer lugar del ranking global de felicidad. Se observan situaciones como que te devuelven la cartera si se te cae en la calle, que la gente se ayuda mutuamente día tras día”, dijo a CNN. “Y que las oportunidades sanitarias y educativas son de muy alta calidad y se distribuyen universalmente, de modo que todo el mundo sale más o menos igual desde el principio».
También comentó que Finlandia tiene inmigrantes felices, «así que es algo que están dispuestos a compartir con los recién llegados».
El Informe Mundial sobre la Felicidad 2024 estudia seis factores clave para ayudar a explicar la variación en los niveles de felicidad auto declarados en todo el mundo. Estos factores son el apoyo social, ingresos, salud, libertad, generosidad y ausencia de corrupción.
España, con 6.421 puntos, se posiciona en el lugar 36 de los 150 países. Una puntuación que recoge un descenso gradual desde que en 2012 obtuvo su mejor clarificación en el puesto 22.
Dada la guerra con Hamas, Israel ocupa el quinto lugar en el índice global de felicidad después de Finlandia. Aunque el país ha estado entre los 10 primeros desde 2022. Los autores del informe advierten que sus clasificaciones se basan en un promedio de tres años, que a menudo silencia el efecto de «acontecimientos cataclísmicos que ocurren durante un año en particular».
Israel y Palestina, la gran diferencia
El momento en que se realiza el sondeo influye obviamente cuando hay una crisis. La encuesta en Israel se realizó después del atentado de Hamas del 7 de octubre, pero antes de gran parte de la guerra posterior. Así que, aunque las evaluaciones de la vida cayeron bruscamente, esas puntuaciones solo representaban un tercio del promedio.
El informe, que se basa en la Encuesta Mundial de Gallup, también incluye una clasificación para Palestina en el puesto 103, aunque su condición de Estado no está ampliamente reconocida. La encuesta se realizó en los territorios palestinos de Gaza y la Ribera Occidental antes del conflicto.
Más allá de estos resultados mundiales, por primera vez desde 2012 el Informe Mundial de la Felicidad también ofrece datos según diferentes edades y generaciones. Por un lado, de entre los menores de 30 años, los más felices se encuentran en Lituania, justo por delante de Israel, Serbia, Islandia y Dinamarca. España, por su parte, ocupa el lugar 55.
Por el otro lado, los mayores de 60 años son más felices en Dinamarca, seguidos de Finlandia, Noruega, Suecia e Islandia. En esta clasificación, España se coloca en el puesto 29. Tales resultados podrían indicar, también, a qué países viajar según la edad de cada uno, siendo Lituania un mundo de posibilidades entre los más jóvenes. Y el norte de Europa el aliciente perfecto para los mayores de 60.
Los datos revelaron que los jóvenes de América del Norte eran ahora menos felices que sus mayores, y se esperaba que se produjera el mismo cambio “histórico” en Europa occidental. La disminución del bienestar entre los menores de 30 años ha desplazado a Estados Unidos de la lista de los 20 países más felices.
¿Los jóvenes son menos felices?
Vivek Murthy, cirujano general de EE UU, dijo que permitir que los niños usen las redes sociales era como darles un medicamento cuya seguridad no se ha demostrado. Comentó que el fracaso de los gobiernos para regular mejor las redes sociales en los últimos años era “una locura”.
Después de 12 años en los que se midió que las personas de entre 15 y 24 años eran más felices que las generaciones mayores en EE UU, la tendencia parece haber cambiado en 2017. La brecha también se ha reducido en Europa occidental.
Murthy describió los hallazgos del informe como una “señal de alerta de que los jóvenes realmente están pasando apuros en EE UU y ahora cada vez más en todo el mundo”. Señaló a The Guardian que todavía estaba esperando ver datos que demostraran que las plataformas de redes sociales eran seguras para niños y adolescentes. Pidió una acción global para mejorar las conexiones sociales de la vida real para los jóvenes.
El Informe mostró «caídas desconcertantes (en la felicidad de los jóvenes), especialmente en América del Norte y Europa occidental», insistió Jan-Emmanuel De Neve, director del Centro de Investigación del Bienestar y editor del estudio.»Pensar que en algunas partes del mundo los niños ya están experimentando el equivalente a una crisis de la mediana edad exige una acción política inmediata», afirmó.
La caída de los puntajes de bienestar en América del Norte (en un grupo que incluye a Australia y Nueva Zelanda) “contradice una noción de que los niños comienzan más felices antes de deslizarse por la curva en U hacia una crisis de la mediana edad”, añadió De Neve.
La felicidad alcanza a los niños y jóvenes de Finlandia. Hay que anotar esos aciertos.