No todos los fideos son iguales. Lo que al parecer comenzó como el error de un cocinero en los años treinta produjo uno de los platos más populares y famosos de China. Los fideos secos y calientes son originales de Wuhan, capital de la provincia de Hubei, popular por ser la zona cero del actual brote de COVID-19.
Los fideos secos y calientes son un plato sencillo, pero que los wuhaneses llevan en el ADN. Los reganmian, como también se conocen, son tan populares que se comen en el desayuno. Los emigrados de China han llevado a otros países su sabor a través de restaurantes o puestos de comida en la calle.
Fideos sin sopa
Antes del brote de COVID-19 Wuhan, la ciudad de 11 millones de habitantes, bullía de gente en las calles. Luego de las restricciones de movilidad y el avance del nuevo virus en China, la ciudad quedó desértica. Se popularizó una caricatura que la mostraba como un gran tazón de fideos postrado en cama y encerrado al que otros platos populares chinos le subían el ánimo.
Lo curioso de los fideos secos y calientes es que se trata de un plato húmedo por la salsa, pero su nombre viene dado porque los fideos no se consumen en sopa como generalmente se hace en China, sino recocidos y en salsa.
El secreto del plato consiste en el equilibrio de los sabores: ni demasiado salado, agrio o dulce. Jing Wetzel –nativo de Wuhan, pero que tiene un restaurante en Seattle, Estados Unidos– dice que en realidad es un plato sencillo que no requiere mayor técnica. “Solo ponlo todo junto y mézclalo”, reseña South Morning China Post
Fideos secos y calientes accidentalmente
Se repite que en la década de los años treinta un hombre llamado Li Bao ideó la receta por accidente. En esa época no había en Wuhan ni ventiladores eléctricos ni neveras. Li Bao tenía un pequeño puesto de comida en la calle. Vendía fideos de habas y tallarines con sopa. Una noche le sobraron muchos tallarines y temió que se les estropearan. Entonces, los cocinó en agua caliente, los escurrió para dejarlos secar y accidentalmente, les añadió aceite de sésamo.
El sabor del nuevo plato resultó delicioso. A la mañana siguiente, Li Bao puso a prueba el nuevo platillo. Hirvió los fideos de la noche anterior, les agregó jalea de sésamo, salsa de soja y puerro picado. El nuevo platillo resultó ser muy bueno. Los clientes le preguntaron cuál era el nombre, a lo que Li respondió: fideos secos y calientes.
Desde entonces el puesto se especializó en fideos secos y calientes. Fue tan popular que tuvo que ampliar el negocio y buscar discípulos.
Luego de dos año, uno de los aprendices abrió un restaurante de fideos secos y calientes en Hankou –una de las tres ciudades que con Wuchang y Hanyang dio origen a Wuhan–. El nuevo platillo se popularizó y otros cocineros tomaron el ejemplo. A mediados del siglo XX surgieron muchos puestos y restaurantes de fideos secos y calientes en toda Hankou, además de otras ciudades y localidades de la provincia de Hubei.
Desayuno en familia con los vecinos
Para preparar un buen plato de fideos secos y calientes generalmente se usan fideos de soba. En la preparación, de los fideos de soba se añade carbonato sódico para que tengan una tonalidad amarillo claro y sean firmes al paladar. Los fideos se cocinan en agua hirviendo, se les añade aceite de sésamo y se dejan enfriar. Cuando se van a comer se vuelven a hervir, cubriéndolos con una salsa picante de soja y pasta de sésamo.
A las personas en Wuhan les gusta en el desayuno y disfrutarlo en la calle en medio de los vecinos y familias bulliciosas. Luego de que se han hervido los fideos por segunda vez, se les agrega una mezcla de jalea de sésamo, salsa de soja, aceite de chile, sal, azúcar, pimienta, vinagre y zumo de jengibre. Se escurren los tallarines, se agrega la salsa, puerro y cacahuetes picados más un punto de mostaza salada y rábano picado.
En 2013, el Ministerio de la Cultura Chino y el festival anual de los fideos nombró a los fideos secos y calientes como uno de los 10 platos más populares de China.
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