El III Congreso Internacional de Sostenibilidad del Medioambiente, celebrado el 21 de octubre, contó con la participación de Fernando Valladares, profesor de investigación del CSIC. En su discurso el científico indicó que el impacto de la crisis es por la acción del ser humano, y en el ser humano. De allí la fragilidad frente a esta situación y la necesidad de gestionarla.
El profesor del CSIC aprovechó su exposición para hablar sobre Indonesia, uno de los grandes puntos de biodiversidad del planeta y al mismo tiempo es el mayor productor de aceite de palma en el mundo, en donde los últimos años se han despejado grandes extensiones de bosques naturales para dar paso a estas plantaciones.
Estas plantaciones de palma incrementan la zoonosis. «El 70% de las enfermedades emergentes son zoonoticas que se han multiplicado por 5 en los últimos años y esto se debe a la pérdida de biodiversidad», aseguró. Pero un paisaje bien cohesionado reduce significativamente los riesgo de zoonosis, por lo que concluyó que «la naturaleza es la vacuna».
Por otro lado, habló sobre el ecosistema del Amazonas, el cual le preocupa «porque cada vez funciona peor». Fija un tercio menos del carbono de lo que fijaba hace 30 años. Fernando Valladares también expuso sobre el ecosistema marino, asegurando que nuestra relación con los mares está en etapa muy primigenia pues depredamos los mares «sin tener ni conciencia de lo que está pasando allí». «Ya la antropomasa es mayor que la biomasa. Hemos convertido un planeta vivo en un sistema masivo de productividad», dijo durante el congreso.
Sobre la reciente aprobación de la legislatura que prohibe la caza del lobo ibérico de forma recreativa dijo que esto es un paso de madurez pues el ser humano debe plantearse coexistir con predadores. «Hasta ahora la guerra era a muerte, tenemos hasta cuentos infantiles que hablan de lo malo que era el lobo». Asimismo, señaló que el lobo regula a las presas y los patógenos de las presas, por lo que de nuevo debemos pensar en las enfermedades zoonoticas.
Recordó que la riqueza nos hace pobres ambientalmente. Por tanto, se debe mejorar la inversión en ambiente, los grandes beneficios son largo plazo. En su opinión, hay pequeños síntomas de esperanza, como el caso de España, en la relación del PIB y las emisiones, pero no es suficiente. Valladares explicó que cada euro que se pone en la naturaleza «trae alrededor de 1000 veces en beneficios a mediano y largo plazo».