Han recaudado miles de euros para crear un lugar en memoria de las víctimas del pánico satánico entre los siglos XV y XVII
Senay Boztas / The Guardian
En los Países Bajos, tres activistas feministas quieren denunciar el insulto “bruja” y que se reconozca y honre a las inocentes víctimas de las cacerías de brujas holandesas de los siglos XV al XVII con un monumento nacional.
Susan Smit, Bregje Hofstede y Manja Bedner, presidenta y miembros de la junta directiva de la fundación del Monumento Nacional a las Brujas, han recaudado 35.000 euros para un sitio oficial en memoria de unas 70.000 personas que murieron durante el pánico satánico que arrasó Europa y las Américas. “Se trata de crear más conciencia sobre esta historia de feminicidio”, dijo Hofstede.
Agregó que todavía día hoy,una bruja sigue siendo una figura cómica. «En los Países Bajos, todos los años en el carnaval , la gente quema efigies de brujas… pero apenas hay conocimiento de la historia real de personas quemadas en la hoguera”, apuntó
La fundación pide que la opinión pública decida sobre tres municipios que desean albergar el monumento nacional. En Roermond, al menos 75 personas, en su mayoría mujeres, fueron quemadas vivas durante los juicios por brujería más importantes de 1613 y 1614. En la zona de Montferland, Mechteld ten Ham fue quemada viva en 1605, a pesar de que había solicitado un juicio judicial. El último candidato es Oudewater, que tenía una casa de pesaje oficial para brujas y una dispensa real para emitir certificados de inocencia si el peso de alguien coincidía con su masa corporal (es decir, si era demasiado pesado para volar en una escoba).
Confabuladas con el diablo
El historiador Steije Hofhuis, que está publicando un libro sobre la caza de brujas en Europa, dijo que era una época en la que las masas realmente creían que otras personas –generalmente «mujeres débiles”– estaban confabuladas con el diablo y causando el caos. “La gente estaba realmente aterrorizada por la bruja, se pensaba que el fin de los tiempos estaba cerca… y que las horribles brujas eran muy peligrosas. Se podría decir que era una gran teoría de la conspiración que el diablo estaba cooperando con la gente para arruinar las comunidades cristianas, y la forma en que se propagó fue como un virus cultural”, asentó.
La quema de brujas se pasa por alto en el “canon” histórico holandés de 50 acontecimientos que se enseñan a todos los niños. Es uno de los temas “oscuros” que algunos políticos quieren enseñar de forma explícita y una revelación para los escolares que visitan el Museo de Heksenwaag en Oudewater.
Isa van der Wee, directora del museo, cree que Oudewater sería un lugar ideal para el monumento, ya que protegió a las víctimas, generalmente mujeres y minorías. “Tal vez eran un poco diferentes, tal vez no cuidaban su entorno, tal vez tenían una personalidad muy fuerte y se defendían, o simplemente sabían mucho sobre hierbas y cómo curar”, dijo. Resaltó que las cacerías de brujas que todavía ocurren en las redes sociales modernas y en una variedad de países. “Puedes estar en desacuerdo con los demás, pero no debes juzgarlos… y ese es un mensaje para todos los tiempos”, alertó.
En Roermond, que ha reconocido formalmente la injusticia cometida contra las víctimas de sus juicios de brujas como «una página oscura en la historia de la ciudad», la alcaldesa, Yolanda Hoogtanders, ha informado a los concejales de que un monumento podría ayudar a crear conciencia sobre problemas actuales como el feminicidio y la violencia contra las mujeres.
El insulto ‘bruja’ se usa, y se abusa
Aunque historiadores como Hofhuis dicen que la caza de brujas no fue una conspiración explícita de la Iglesia o el gobierno, los activistas creen que un monumento transmitiría un fuerte mensaje político. El diputado de derecha Geert Wilders llamó a la ex viceprimera ministra Sigrid Kaag » heks » (bruja) en tuits y comentarios ampliamente compartidos. Ella fue emboscada por manifestantes con antorchas encendidas y luego dijo que el «odio, la intimidación y las amenazas» la habían expulsado de la política holandesa.
El Instituto Holandés de Derechos Humanos señala que Países Bajos ocupa el puesto 28 en el índice global de brecha de género del Foro Económico Mundial, mientras que Alemania ocupa el séptimo lugar y el Reino Unido el 14. Statistics Netherlands ha determinado que un tercio de las mujeres no son económicamente independientes, que las mujeres están subrepresentadas en la política y en las salas de juntas. Además, solo una de cada diez denuncia insinuaciones sexuales no deseadas en el trabajo. Existe un plan nacional para contrarrestar el feminicidio y una nueva ley contra la intimidación callejera, pero hay pocas esperanzas de que se concrete en medidas y leyes.
“En teoría, los derechos de las mujeres suelen estar bien regulados, pero en la práctica la desigualdad de género es frecuente por la persistencia de puntos de vista tradicionales y estereotipados sobre la posición de las mujeres en la esfera privada y en la sociedad”, afirmó un portavoz del instituto.
Hofstede considera que una mayor concienciación sobre las «brujas», en su mayoría mujeres, que fueron condenadas a muerte no tiene que ver únicamente con la restauración del honor del pasado. “Culturalmente, las ideas no han cambiado tan rápidamente en apenas unos siglos y todavía estamos lidiando con algunas de las ideas que existían en aquel entonces, en este momento”, afirmó.
Manifestó que el malestar cultural con las mujeres poderosas es el gran tema que vincula las cacerías de brujas históricas y la forma como tratamos a las mujeres hoy. «La bruja puede ser una figura de advertencia”, concluyó