Por Cambio16
20/10/2017
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El Rey Felipe VI ha subrayado que España «tiene que hacer frente a un inaceptable intento de secesión en una parte de su territorio nacional», y que «lo resolverá por medio de sus legítimas instituciones democráticas, dentro del respeto a nuestra Constitución y ateniéndose a los valores y principios de la democracia parlamentaria».
En su discurso durante la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias, el jefe de Estado se ha referido así a la situación de Cataluña, en la víspera de que el Consejo de Ministros ponga en marcha el artículo 155 de la Constitución para que las instituciones catalanas cumplan con la legalidad.
Este año el premio Princesa de Asturias de la Concordia ha sido para la Unión Europea y Don Felipe ha querido agradecer expresamente la presencia en el teatro Campoamor de los presidentes del Parlamento, del Consejo y de la Comisión Europea, además del presidente de su Tribunal de Justicia. «Simboliza el compromiso, el apoyo y la solidaridad de las instituciones europeas con España, con nuestro sistema constitucional y con nuestro Estado Social y Democrático de Derecho», ha argumentado.
El Rey ha querido mirar también al futuro, afirmando que «la España del siglo XXI, de la que Cataluña es y será una parte esencial, debe basarse en una suma leal y solidaria de esfuerzos, de sentimientos, de afectos y de proyectos», que siga «alimentando» la «vocación universal» de España y el «legítimo orgullo de pertenecer a la gran realidad democrática que es Europa».
De hecho, ha señalado que «ningún proyecto de futuro se puede construir basándose en romper la convivencia democrática» y «ningún proyecto de progreso y libertad se sustenta en la desafección, ni en la división, siempre dolorosa y desgarradora, de la sociedad, de las familias y de los amigos». «Ningún proyecto puede conducir al aislamiento o al empobrecimiento de un pueblo», ha advertido.
Felipe VI recuerda la decisión soberana
El jefe del Estado ha recordado la «decisión soberana» de los españoles de «convivir juntos en democracia», compartiendo «éxitos y fracasos, triunfos y sacrificios», que han unido a los españoles «en alegrías y sufrimientos».
«No lo podemos olvidar. Como no queremos ni podemos renunciar a lo que juntos hemos construido, sumando las aportaciones de todos, que constituye un valiosísimo legado que a todos y cada uno nos pertenece por igual», ha enfatizado. Y ha añadido que ello «ha sido posible gracias a una España cimentada en el deseo sincero de convivencia y de entendimiento», pero también «en el respeto de las normas y de las reglas de la democracia» y «en reconocer con grandeza y generosidad los errores del pasado para no caer de nuevo en ellos».
Estos, años, ha insistido, han sido de una España en la que todos sus ciudadanos, independientemente de sus ideas o sus orígenes, » tuviesen la oportunidad de encontrar su lugar en paz y libertad, sin temores ni miedos a la imposición ni a la arbitrariedad, alejados del rencor y las fracturas».