Las últimas medidas anunciadas por el Gobierno, para la fase final de la desescalada, excluye el establecimiento de aforos para el comercio. Pero delega en las comunidades autónomas la gestión de la crisis sanitaria y la posible imposición de restricciones.
En el Real Decreto-ley sobre medidas urgentes de prevención, contención y coordinación para hacer frente a la crisis sanitaria, se flexibilizan las normas para los comercios. También para la movilidad de personas y transportes.
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, señaló que se mantiene la obligatoriedad de utilizar mascarillas siempre que no se garantice la distancia interpersonal. La disposición continuará vigente en el periodo de nueva normalidad.
Asimismo, se contempla la adopción de medidas de prevención e higiene en el entorno de trabajo. Tales como la ordenación de los puestos de trabajo o la organización de los turnos para evitar aglomeraciones. Así como en los establecimientos comerciales, en los centros residenciales de carácter social o en las actividades de hostelería y restauración.
Desescalada excluye establecer aforos en comercios
Representantes del sector comercio apoyan el alivio en la reapertura de sus actividades.
Advierten sin embargo que tras meses de inactividad y con facturación prácticamente nula, el sector se enfrenta a desafíos nunca vistos. Es el caso de las rebajas que pueden ser más agresivas y sin control.
El pequeño denunció que con la apertura de las grandes superficies en toda España se está produciendo un adelanto masivo de las rebajas. Y «una guerra de precios salvaje», que amenaza con hundir su ya maltrecha situación financiera.
La Confederación Española de Comercio (CEC), solicitó una regularización y clarificación del concepto de las rebajas, que permita recuperar el impacto positivo de las mismas.
Además de generar una mayor seguridad en los consumidores, siguiendo el ejemplo de países de nuestro entorno, como Francia e Italia.
Propuestas del sector comercio
El presidente de la CEC, Pedro Campo, aseguró que La confianza de los consumidores en la economía española cayó en abril hasta el nivel más bajo desde diciembre de 2012.
“Esto nos hace pensar que, en la nueva normalidad, el consumo no será el que veníamos teniendo antes. Como de hecho, se está viendo refrendado por la demanda de estas primeras semanas. Para reactivar ese consumo, se hacen necesarias, campañas de concienciación en la que valoricemos la importancia de un sector tan estratégico”, sugirió el empresario.
La Confederación propone adoptar un conjunto de medidas de apoyo fiscal y financiero, que garanticen la liquidez a las empresas. Extender el aplazamiento del pago de la deuda tributaria y suspensión del pago de tributos y bonificaciones fiscales en el IVA, IRPF o las cotizaciones a la Seguridad Social en aquellos subsectores más golpeados.
Así como una reducción drástica del recargo de equivalencia, al menos hasta el 0,5%, como medida para equilibrar las desigualdades del pequeño comercio.
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