La reactivación de la economía mundial, después de un letargo obligado por la pandemia, ocurre en medio de problemas de suministro de combustibles que generan tensión en el mercado. Los precios del petróleo se han disparado y el barril de Brent roza los 80 dólares, alcanzando máximos de tres años, luego de varios días de alzas consecutivas.
El crudo Brent de referencia para Europa se cotizó en 79,41 dólares por barril y, de acuerdo de los registros de Bloomberg, es su mayor precio desde el 22 de octubre de 2018 (79,83 dólares). Mientras tanto el WTI sigue la misma tendencia creciente. Y se cotiza en 75,27 dólares en Nueva York, lo que supone su mayor cota desde el 3 de octubre de 2018 (76,41 dólares).
Goldman Sachs elevó en 10 dólares su previsión del Brent para fines de año, llegando a 90 dólares el barril. Según el banco estadounidense esta reestimación se debe a la recuperación de la demanda de combustible. Y al mismo tiempo, por el impacto del huracán Ida que incidió en la producción de EE UU, llevando a un ajuste de los suministros mundiales.
A esta percepción expansiva se une el Bank ok America. Estimó que al menos el crudo Brent, referente para Europa, logrará alcanzar en algún momento del próximo ejercicio los 100 dólares el barril. Nivel que no alcanza desde septiembre de 2014, recogió Reuters.
Además del crudo, el gas y el carbón también están reportando alzas en sus precios e incluso, cifras récord. Ante la perspectiva de un invierno marcado por la escasez de suministros y las pocas expectativas de equilibrio. Los futuros sobre el gas natural, principal responsable de la escalada de precios, rondan los 200 dólares por megavatio hora en el mercado Intercontinental Exchange. Cerraron 2020 a menos de 45 dólares.
En alza precios del petróleo, gas y carbón
Los precios del petróleo, gas y carbón ganan terreno en un mercado estrecho, y a medida que se acerca el invierno. Las expectativas de una demanda insatisfecha aumentan las preocupaciones. Se están produciendo compras masivas por parte de países del hemisferio norte de cara a la temporada de bajas temperaturas.
El costo del gas natural al por mayor ha escalado máximos históricos en el Reino Unido, Francia, España, Alemania e Italia. Las facturas de los hogares y las empresas tienen semanas con altos incrementos, y podrían subir aún más a medida que se acerque el frío. Se necesite más combustible para la generación de electricidad y los sistemas de calefacción.
«Hemos visto enormes subidas de precios», dijo Dimitri Vergne, jefe del equipo de energía de la Organización Europea de Consumidores a CNN. «Es preocupante de cara al invierno, cuando el consumo de gas aumentará necesariamente».
Hay una compleja red de factores en juego. Una primavera fría agotó los inventarios de gas natural. Las bajas temperaturas de abril y principios de mayo obligaron a reducir las existencias de gas natural en un período en el que la demanda suele disminuir.
Los futuros sobre el gas natural, principal responsable de la escalada de precios, rondan los 200 dólares por megavatio hora en el mercado Intercontinental Exchange. Cerraron 2020 a menos de 45 dólares.
Además, reconstruir las existencias ha sido difícil, gracias a un salto inesperado de la demanda por la recuperación de la economía (turismo, aerolíneas, comercio y actividad industrial). Y a un creciente apetito por el gas natural licuado (GNL) en China. Rusia también está suministrando menos gas natural al mercado que antes de la emergencia sanitaria.
Mientras tanto, otras fuentes de energía han estado menos disponibles, ya que el clima calmado del verano silenció los parques eólicos del Mar del Norte. Y los países abandonaron el carbón a medida que aumentaba la presión para hacer frente a la crisis climática. Alemania también está eliminando la energía nuclear para 2022.
Crece la preocupación ante la llegada del invierno
Pero los problemas no acaban ahí, con el aumento de los precios del petróleo, gas y carbón. China también ha superado a Europa en la oferta de GNL, que se prefiere como alternativa más limpia al carbón, ya que el país trata de dar un giro más ecológico.
Como resultado, el precio de la energía para entrega al día siguiente en Francia se disparó un 149% entre principios de agosto y el 15 de septiembre, según datos de ICIS. En Alemania, los precios se dispararon un 119%. Y en Gran Bretaña, que no tiene la misma capacidad de almacenamiento que la Europa continental, los costes se han disparado un 298%. Los retrasos en los trabajos de mantenimiento, así como el incendio que interrumpió un cable de alimentación que transmite el suministro eléctrico desde Francia, han aumentado la presión.
En tales circunstancias, los países europeos suelen recurrir a Rusia, que cubre cerca de un tercio de las necesidades de gas natural del continente. Pero los suministros de Gazprom, han sido más bajos de lo habitual. La Agencia Internacional de la Energía le pidió que los elevara.
En vista de que los comportamientos en la energía están relacionados, el precio del carbón está subiendo. La mayoría de eléctricas europeas tienen que quemar carbón cuando sube la cotización del gas. Al tiempo que las renovables, especialmente la eólica, funcionan en un bajo porcentaje por cuestiones climáticas. A estos factores se unen la menor oferta por el cierre de minas en Europa y, como casi siempre, la elevada demanda de China.
Inflación y cambio climático
A esta crisis energética, altos precios del petróleo, gas y carbón, no se le ven soluciones rápidas. Según análisis de Bloomberg ya es demasiado tarde para aumentar la oferta. Sin embargo, gobiernos y empresas empujan alternativas que puedan paliar esta situación.
Por lo pronto, los altos precios de la energía están repercutiendo en los costos de producción de las industrias, en el transporte, en los bienes y servicios. En especial, en alimentos, lo que impacta en los bolsillos de los hogares. También preocupa son los niveles de inflación que despuntan.
En paralelo, el uso más intensivo de combustibles fósiles interrumpe la transición energética y las metas de cero emisiones futuras. Con ello estaría una vez más en riesgo el calentamiento global y el cambio climático.